Capítulo 25

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Camila


El beso empezó lento, a veces me entorpecía, y este era una de esas beses, nuestros dientes se chocaron 《Mala pasada》 Tomamos el ritmo que era. Nuestros labios eran sincronizados. Sentía el sabor de sus labios suaves. Dulce, los labios de Lauren eran dulces, calientes. Ella no apresurada nada, en cambio yo quería que fuera más profundo. Nuestros labios se daban las más divinas caricias. Se extrañaban. Se deseaban. Yo la deseaba a ella.

Pero somos mortales, y todo inicio tiene su final. El aire se me estaba agotando, cosa que no pasaba con las ganas de besarla.

Lauren se despegó de mi, jadeando, ambas nos miramos pero no dijimos nada. Ella me abrazó. Y me percaté de que aún estaba desnuda, me ruborizé.

-Me tengo que poner la pijama- dije sonriendo.

-Sí- ella se llevó una mano a la cabeza- ponte la pijama.

-Ve a ponerte la tuya, Lolo.

Me cambié en el baño, sentía como todas mis células deseaban que hubiera pasado algo más. No estoy preparada. Jamás he tenido...

Soy virgen, y no me siento mal por serlo, la verdad que quiero esperar al matrimonio. Suena estúpido. Muy estúpido. Pero son mis ideales. Se que Lauren también lo es. Eso creo, ella dijo que no daría el siguiente paso si no estaba segura de esa persona.

Ambas somos inexpertas en el tema, ¿que se puede esperar?, no estamos preparadas.

- Ya me cambié- dijo ella.

- Ya salgo- avisé me cambie rápido.

Abrí la puerta y ahí estaba, acomodando la cama, con una sonrisa genuina en los labios.

-¿Pasa algo?- pregunté.

-No... espera, si pasa algo- deje de caminar y la miré.

-¿Qué ocurre?

-Te amo, eso es lo que pasa- solte una risa y corrí a abrazarla.

-Yo te amo más- dije con voz de niñita.

-Camz, suéltame - río - nos vamos a caer princesa.

Le besé la mejilla y me baje de su espalda.

-Gracias por estar aquí.

-Siempre quise dormir contigo.

-Lo sé- respondí

-Que humilda señorita Cabello- ella se río y la miré confundida- tu apellido es gracioso.

-Idiota.

-Ya, vamos a dormir.

-Está bien- dije aun molesta.

Nos acostamos y le dí la espalda.

-¿No quieres que te abrace?- yo no respondí- bueno, no te voy a abrazar- ella se estaba girando y yo la detuve.

-Abrázame- dije enojada.

- Te amo- beso mi hombro y yo me rendí antes sus encantos.

El Vuelo (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora