Capítulo 1

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Lauren

*Pasajeros del vuelo AV-O727destino a Reino Unido porfavor ir abordando el avión*

-Listo hija,¿ya tienes todo listo cierto?

-Si ma', todo: maleta, tiquetes, cédula, dinero, todo.

-Perfecto hija- me abrazó y me dio un beso en la frente- ¿sabes que te amo, no Lauren?

-Por supuesto, y yo a ti- le devolví el abrazo- solo será por un tiempo, te lo juro.

-Si hija, pero igual, hija es hija y una madre siempre va a extrañar a su hija.

-Siento que a veces eres muy exagerada- ella me miró con reproche- ay bueno, te amo ¿si?, dale un abrazo fuerte a mis hermanos y un beso enorme a mi papá.

-Me llamas cuando aterrice el avión, tienes línea internacional y es mucho dinero que tuvimos que pagar por ese "mini" privilegio como para que no lo aproveches- no sé que tenían las mamás para sacarte en cara ese tipo de cosas pero bueno, ¿que se le puede hacer?

-Okay, ¿otra cosa? Ya me tengo que ir mamá.

-Te amo, solo eso princesa.

-Y yo a ti.

Nos dimos un ultimo abrazo. Una pequeña lágrima resbaló por mi mejilla. Sabía que no era más de unos meses, quizás más,  quizás menos. Solo un tiempo, pero iba a extrañar Miami, mi familia, amigos, la playa y ... bueno ya no importa.

Me dirigí a la puerta de embarque, pase mi pasaporte y mi tiquete. Estaba nerviosa.

Mi motivo de viaje era sencillo: una promesa. Sí,  soy esa clase de chicas que cumple promesas. Hace muchísimos años le había prometido a alguien que visitaríamos UK, pues la promesa seguía en pie, ¿y la persona? Se esfumó, pero yo quería cumplir esa promesa, seria divertido.

En la puerta del avión una azafata con sonrisa de portada me daba la bienvenida. Por alguna razón esa sonrisa, aun que debería de ser cálida para el resto, para mi era fría, algo así como "una persona maniquí", por lo tanto no me agradaba mucho.

-Buenos días, ¿le ayudo a ubicar su sitio?- preguntó una asistente o azafata, lo mismo.

Me quedé en silencio, me tomo por sorpresa, normalmente las azafatas se ofrecen a ubicarte en tu sitio.

-Can I help you?- preguntó de nuevo.

-No se preocupe, entiendo perfectamente el español, y no, gracias, ya se como ubicarme- force una sonrisa y le supliqué al cielo que esa chica no siguiera insistiendo.

-Claro, disculpe- y se fue con una sonrisa.

Vale, fue lo más raro que me ha pasado en los cientos de viajes que he podido hacer. No se que fue lo que acabó de pasar.

Cuando llegue a mi asiento me di cuenta que era para dos. Genial,  tendría que compartir con alguien. La verdad es que no me molestaban las personas pero el hecho de que intentarán entablar conversación conmigo era realmente incómodo. De pequeña, las personas que me buscaban siempre fueron interesadas por mi dinero, por mi familia, por mi. No considero que todos sean tan avaros o tan necesitados como para solo buscarme por razones de interés netamente personal, pero llega un momento en el que tú creas tu propia coraza y te acostumbras a vivir así.

Me puse los audífonos y empecé a cerrar los ojos, todo estaba muy tranquilo. No duró mucho.

Sentí unos dedos en mi hombro, y luego pequeños movimientos. Perfecto, así nos vamos directito al carajo. Abrí los ojos y era una chica de ojos cafés con cabello largo y oscuro, con piel bronceada y se vestía muy...¿como decirle? E X T R A Ñ O

-Hola- bien, ¿que esperaba? Que le sirviera un café y ¿nos convirtieramos mejores amigas?, ni en sueños.

-Hola- respondí seca.

-Seremos compañeras de vuelo- se sentó y seguía con una irritante sonrisa, luego me dirigió una mirada- tienes unos ojos hermosos.

-Okay, no tengo idea de quien carajos eres y...-

-Soy Camila- me interrupió- mucho gusto- y me ofreció su mano.

-Vale Camila ¿cierto?- ella asintió- como iba diciendo, no sé si cuando viajas lo primero que haces es decirle muy emocionada a tu acompañante de vuelo que tiene unos ojos lindos, conmigo no sirve, no me gustan los halagos.

-Oh- me miró tímida

-Sí : "Oh"- dije haciendo haciendo comillas con mis dedos.

*Pasajeros, favor sentarse y abrocharse los cinturones, el vuelo despegará sin contratiempos *

Genial, y yo estaba acompañada de una loca. No tenía idea de cuanto tardaría el vuelo, y tener a la tal Camila no iba a ayudar en nada.

-¿Así de social eres siempre o estas en tus días?- me miró sin emoción alguna, sus ojos cafés le daban una mirada profunda, y yo soy una persona que admira la expresión de los ojos.

-Ambas, ¿seria mucho pedir que mientras estemos sentadas no me molestes?- sí, una grosera total.

-Si, lo siento pero este viaje va a ser largo y tu actitud de mierda...

-"Mierda", oh que educada- la interrumpí

-Wow tu tienes una forma de quedar encima de todas las personas groseras y egocéntricas que he conocido- su enojo me divertía,  quizás no sería tan aburrido este estúpido viaje.

-Ay y yo que quería caerle bien a la persona de mi costado- le sonreí con aire de superioridad- no te preocupes en responder, déjame en paz y el vuelo será una maravilla.

-Eres una mierda- su ira me producía algo, sus ojos me transmitían algo diferente, y se sentía raro.

-Me lo dicen a menudo, normalmente en la calle, nunca en un avión- le guiñé un ojo y ella solo se volteó y dejo de mirarme.

La conversación había acabado. Por ahora.

El Vuelo (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora