Naara despertaba en brazos de su amado como todos los días, ya había pasado un buen tiempo desde su escape, Nake había mandado mensajes a sus padres para que no se preocuparan más de la cuenta y que no llamaran a la policía reportándolos perdidos, aun así no contestaron llamadas ni mensajes, no habían ido al instituto tampoco porque de seguro si iban los encontrarían, el único contacto que mantenían era con Noiz y Yuka. El celular de Naara había estado apagado desde el primer día de escape y ahora que había pasado bastante tiempo los chicos decidieron que era hora de encenderlo, una vez el celular comenzó a funcionar llegaron más de 100 mensajes y más de 50 llamadas de los mismos dos números Naara asumió que se trataban de su madre y su padrastro, pero había algo curioso también habían llamadas de su padre, al parecer la madre del menor pensó que este se habría comunicado con su padre, el peli-negro le contestó a su padre de que estaba bien y que no se preocupara pero no le dijo dónde estaba pues sabía que si lo hacía los encontrarían y no era la idea, al día siguiente irían al instituto pero no serían tan ingenuos irían a clases pero no saldrían por la entrada si no que se escabullirían por otro lado, ya que si no era así el instituto les diría a sus padres y los esperarían en la salida, pero ya hablarían bien de eso, ya era hora de almorzar, sus amigos los acompañarían así que Nake se puso a cocinar mientras Naara ordenaba un poco, cuando el peli-rojo y el peli-morado llegaron conversaron un rato, después de almorzar los 4 diron una vuelta aunque con mucha precaución pues a Naara y a Nake los estaban buscando hasta por esos lugares así que mejor era tener bastante precaución, al volver hablaron y rieron un rato más hasta que los chicos se fueron a su casa porque al día siguiente irían al instituto y tenían que levantarse temprano.
- ¿Naara estás cansado? Lo pregunto porque te vez exhausto.
- No... bueno si, pero no, en realidad estoy algo cansado de tener que escondernos, entiendo que no hay otra opción pero siento como que estuviera haciendo algo malo, físicamente me siento al máximo, mientras que mentalmente estoy exhausto.
- Entonces ¿Porque no tomas un baño?
- Está bien pero... ¿Bienes conmigo?
- Si así lo deseas lo haré
- Entonces vamos- Naara tomó de la mano al peli-celeste y se dirigió al baño, después de tomar un baño relajante juntos se fueron a la cama una vez estaban acostados Nake pensó en las palabras de Naara "siento como si estuviera haciendo algo mal"
- Naara
- ¿Que pasa mi amor?
- Tu no estás haciendo nada malo, tu no has hecho nada malo ¿entiendes mi amor?- Naara tenía lágrimas en los ojos Nake lo hacía sentirse tan querido, siempre lo estaba apoyando y consolando cuando era necesario, lo mimaba y le hacía ver las cosas desde otro punto de vista-
- Nake...- El menor abrazó al chico de pelo celeste quien correspondió al abrazo- te amo mucho
Nake se posicionó sobre Naara mientras el beso pasaba de uno dulce y tierno a uno muy pasional, los roces y caricias iban aumentado y cuando la ropa se volvió estorbosa se deshicieron de ella. Cada uno apreciaba el cuerpo del otro y recorrían cada parte con sus manos, Nake acercó dos dedos a la boca de Naara para que los lamiera y así lo hizo, cuando estuvieron bien ensalivados los llevo a la entrada del menor en introdujo uno primero luego de moverlo un poco introdujo el segundo, los gemidos de Naara excitaban más a Nake y cuando estuvo bien dilatado Nake introdujo su miembro sacándole un gran gemido de placer al menor, a medida que avanzaba el tiempo las embestidas se hacían más rápidas al igual que los gemidos de placer por parte de Naara quien se estaba volviendo loco de placer, Nake atacó los pezones del menor dándole aun más placer, la habitación estaba llena de gemidos por parte de ambos hasta que los dos llegaron juntos al clímax, Nake salió de Naara y lo abrazo.
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"Vamos a jugar" (yaoi/gay)
RomanceNoiz, Yuka, Nake y Naara pasaran muchas cosas para estar juntos y también jugaran muchas veces. ADVERTENCIA: Esto es yaoi chico x chico si no te gusta puedes irte nadie te obliga a leerlo