Capitulo 34

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Vanessa:
No duramos mucho en México, tal vez solo unos tres días pues le llamaron a Alex que su padre se había puesto enfermo y tenia que regresar lo más pronto posible a Florida. Alex me ofreció su cama mientras él se quedaba en la habitación de a un lado.
Ya era tarde y estaba dando vueltas en la cama, recordaba una y otra vez la decisión de bajar del avión para pedirle que se regresará a casa. Me resultó demasiado difícil pues cuando me pedía que regresara a casa con él, moría por aceptar.

Posee mi frente en la pared que conectaba con el otro cuarto y con miedo di unos golpecitos lo suficientemente fuertes para ser escuchados al otro lado. Esperé un momento la respuesta y fue casi inmediata.

Mensaje para: Alex Montgomery
De: Vanessa James
¿Tampoco puedes dormir cierto?
¿Quieres hacerme compañia un
rato y charlar?

ENVIADO 1:34

No me contesto el mensaje pero toco la puerta de la habitación —Entre— dije en un susurro.

—Tengo mucho tiempo dando vueltas en la cama— dijo acercándose al pie de la cama.
—¿Quieres recostarte y abrazarme?— pregunté haciendo espacio en la cama y él solo asintió.
—No logro entenderte a veces, Vanessa, ¿lo extrañas?
—Lo extraño demasiado— me recosté con la cara a la pared, dejando que me abrazara por la espalda para arrullarme con más facilidad  —Solo quiero que sea agosto— cerré los ojos y caí en un sueño profundo.

Ángel:

Febrero, Marzo, Abril, Mayo, Junio.... Julio llegaba a la mitad un poco caluroso y solo había recibido cartas cortas de Vanessa con postales de al menos dos diferentes lugares en el mismo sobre, nunca enviaba una sola foto pues no deseaba qué supiera  donde se encontraba. Al parecer estaba disfrutando estar lejos de quien mas la ama.

Me hervía la sangre cada vez que pensaba que Alex estaba cerca de ella,  sobre todo porque él podía mirarla al despertar cada mañana, podia escucharla reír de cosas sin sentido, incluso era capaz de poder abrazarla si en algún momento sentía frío... Mientras que yo me quedaba en casa de brazos cruzados o detrás del escritorio en mi oficina.

Vanessa no había mencionado la boda desde hace mucho tiempo y comenzaba a temer que se fuera a enamorar de ese chico y me dejara plantado en el altar. Como era de esperar, Madeleine siguio con los planes de ambas bodas, la nuestra y la suya, pidiéndome algunas veces mi punto de vista, aunque lo mas seguro es que esté en completo contacto con ella.

—Señor Smith... — dijo alguien, despertándome del trance en el que me encontraba.
—¿Si?
—Los pintores preguntan si pintan el restaurante ahora o cuando regrese la señorita Vanessa— pregunto mi asistente Alice desde la puerta de la oficina.
—Sinceramente, preferiría esperar a que ella regrese de su viaje.
—Muy bien, ¿se le ofrece algo más?
—Café, cargado pero no tanto, con dos de azúcar por favor.
—Si señor, ya mismo se lo traigo.

El local donde se encontraría el restaurante de Vanessa se encontraba en estado de construcción pausada ya qué no había querido hacer algo sin que ella estuviera presente. No quería cometer algún error al decorar o hacer que derrumbaran una pared equivocada.

Gracias a su ausencia, pasaba más tiempo de lo normal en la oficina, porque el silencio de la casa me torturaba a cada instante.

Solté un gran suspiro y mire hacia el techo, en verdad la extraño tanto. Tome mi celular decidido a enviarle un mensaje de texto...

Mensaje para: Vanessa James
De: Ángel Smith.
*Suspiro* ya es 19 de julio y
tu no regresas a casa...
¿Si nos casaremos?
Cada día siento que te
extraño más y mis brazos
se sienten vacíos sin tu
calor, cuando tengas
oportunidad contéstame
Atte. El amor de tu vida
ENVIADO 12:34 pm

Esperé con ansias la respuesta pero esta no llego así que decidí continuar con los papeles que tenía enfrente.

—Aquí está su café señor, si no necesita nada más me retiro...
—Espera Alice, ¿tienes planes esta noche?
—Tenia planeado pasar la tarde recostada en mi sofá comiendo helado mientras veo películas de amor y lloro por mi ex.
—Si gustas te puedo invitar una botella de vino.
—No una copa... ¿Una botella?
—Como lo escucha, una botella.
—Okey— dijo mientras sonreía y salía de mi oficina.

Todo este tiempo lo había pasado solo y los fines de semana bebiendo, recorriendo el departamento mientras recordaba muchos de los momento pasados detrás de estas paredes, la señora Esmeralda tenia ya un año de haber fallecido y me era difícil cumplir su misión, dudo mucho que se fuera a imaginar que su hija seria así de terca como para alejarse de mi. A veces recuerdo bien todo lo que hablamos aquella noche cuando tomo las pastillas de aquel frasco de calmantes...

"—Ángel... Cada vez te veo más enamorado de mi muchacha, ¿porque simplemente no se lo dices?
—No señora, no quiero perderla por mis impulsos, su relación con Kevin y la traición de Janeth la dejo muy marcada... No quiero ser el próximo en dañarla.
—Entonces es eso. Tienes miedo a hacerle daño.— solo asentí. —Te quiero pedir un favor y se que no te podrás negar.
—Pídame lo que quiera.
—Haz feliz a mi Vanessa, se que ella siente lo mismo por ti porque es mi hija y se que aunque tarde en darse cuenta, ustedes terminaran juntos...— tomó una gran bocanada de aire — si dices que tanto la amas, un día cásate con ella... Cásate con ella y hazla feliz, tienen mi bendición.
—El saber que tengo su bendición me alegra mucho señora, espero y en un futuro poder cumplir esta misión que me deja.
—Yo se que lo harás y tal vez se te dificulte porque esa niña es muy testaruda a veces pero una persona de buen corazón.
—¿Ya planeó todo?
—Todo. Mi habitación siempre será tu mejor aliado pues en ella he dejado cosas que con el tiempo, quiero que le des a mi hija y conforme vayas tomando las cosas te dejare una nota en su lugar para la siguiente."

—Vaya... Que buena madre era esa señora— dijo Alice acabando su copa.
—Lo sé y le agradezco siempre que tengo oportunidad, que me haya dado a la mujer más bella, celosa y tierna del mundo.
—¿Alguna vez haz pensado en tener hijos?
—Claro, seria como ver en un ser humano mi reflejo mezclado con el de ella o viceversa si llega a ser niña.

Mensaje de: Vanessa James
Para: Ángel Smith.

Yo tambien lo extraño señor,
y extraño en especial esos
besos cuando dormimos
juntos y de cucharita
pero por su seguridad es mejor
que me mantenga alejada.
Espero que todo se encuentre
de maravilla en casa.
Te amo.

—Es difícil entenderla, dice que me extraña pero no vuelve...— dije eso y de pronto Alice lanzo su copa rompiéndola y abalanzándose contra mi para besarme.

Por un momento le correspondí el beso, pero me di cuenta de que lo hice porque pensé que era Vanessa y cuando recordé que no era ella la aleje de mi y me puse de pie.

—Esto nunca paso Alice así que ahora te ruego que te vayas de mi casa.
—Perdóname Ángel no sé que...
—A partir de ahora solo seré el señor Smith, vete por favor.— agachó la mirada y recogió sus cosas, se dirigió a la puerta y allí se quedo mirándome un rato.
Que descanse, señor Smith.

Se dio la media vuelta y se fue... No entiendo como pude haberle hecho esto a mi prometida si yo la amo...

Holaa! Eh aqui el nuevo capítulo, voten y recomienden la historia.
Menre.

Por Amor || COMPLETA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora