CapÍtulo 20

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Ángel:

Mi cumpleaños era mañana pero siempre iniciábamos la celebración una noche antes desde que cumplimos 14. Nos vamos a nuestro lugar especial en el lago para nadar y mirar las estrellas.

La regla de oro que habíamos impuesto hace 2 años, era que a pesar de que el agua estuviera fría ambos debíamos nadar solo en ropa interior. Me encontraba preparado frente el coche mientras la miraba quitarse la ropa. Adoro el reflejo de la luna en cada una de sus curvas. — ¿Lista amor? — pregunte tomando su mano para evitar que se arrepintiera.


Corrimos hacia el agua y un escalofrió recorrió mi columna vertebral al entrar en ella. — ¡Esta demasiado fría, ya se me erizo la piel!— grito ella mientras intentaba correr de regreso al coche. Tire de su mano y la cubrí con mis brazos para después dejarme caer de espaldas.
Realmente estaba helada. Salimos a flote y después de un rato, el agua dejo de estar fría. Nadamos y jugamos como dos adolescentes, cuando ambos tuvimos suficiente regresamos al coche donde teníamos preparada ropa seca y mantas en la parte trasera del coche.


— ¡Feliz cumpleaños, mejor amigo! — Dijo Vanessa con una sonrisa maliciosa. —Okey... Feliz cumpleaños, amor— Me besó.

El beso se comenzó a intensificar. Nos olvidamos de nuestro alrededor y de que estábamos empapados. El frio dejo de existir para nosotros. Mis manos querían viajar a través de su magnífico cuerpo. Vanessa se recostó en el asiento, me apoye en mis codos para equilibrar mi peso. Nos separamos para tomar aire y decidimos dejar esto para más tarde, definitivamente la parte trasera de mi coche no es el lugar más cómodo. Nos vestimos rápido y bajamos una manta para tirarnos en el césped.


—Esto es muy hermoso y más cuando se está a tu lado—Dije mientras miraba a Vanessa a los ojos y le dejaba un corto beso en los labios, entrelazamos nuestras manos.

Hablamos de muchas cosas, la mayoría eran graciosas y sin sentido, platicas que hacían la diferencia en cualquier relación. Lo cual hacía de nuestra noche, una inolvidable noche.
Hubo un momento en el que ambos nos quedamos en silencio y desee saber si ella pensaba lo mismo que yo. Pues yo solo podía pensar en que no quería una vida donde ella no estuviera, me enamore perdidamente de todo su ser. Podrían haber mil chicas frente a mí, más ninguna lograría hacerme sentir como lo hacia ella. La amo con cada célula de mi cuerpo.
De pronto mis pensamientos y el silencio se vieron interrumpido por un ruido molesto. El tono de su celular. Puse los ojos en blanco y maldije por lo bajo a quien se le ocurrió interrumpirnos.

No pude ver el nombre o el número, rápido se puso en pie y camino en dirección al coche, intentando evitar que escuchara la llamada.

Vanessa:
Mis pensamientos fueron cortados por mi celular. Un número desconocido se dispuso arruinar esta magnífica noche.

— Maldita zorra, aléjate de tu novio si no quieres que tu hermanito pague las consecuencias — la sangre se me helo e hice lo que me pidió. —Tú y yo tendremos un encuentro frente a frente si no quieres que tu familia pague los platos rotos. Si no accedes, iniciare por ese bastardo que llamas hermano y matare a cada uno hasta acabar con tu noviecito.

— ¿Quién demonios habla? — fue lo único que mi boca logro articular. Mire a Ángel y estaba igual de extrañado que yo.

—Eso no importa, ya te advertí... Si quieres que ellos vivan ven a verme — colgó.
Me sentía amarrada de manos. La cabeza me comenzó a dar vueltas así que decidí recargarme en el coche. Él se puso en pie y camino hacia mí. Quien haya llamado me conoce bien y sabe que haría cualquier cosa para evitar que dañaran a mi familia.
— ¿Qué es lo que sucede?— preguntó Ángel en cuanto llego a mi lado, más las palabras no fluían. En su lugar, un miedo inminente acompañado de la oscuridad comenzó a cernir sobre mi—Vanessa, ¿te sientes bien? ¡¿Amor que te pasa?!—. Fue lo último que escuché... Todo se volvió negro para mí.

Por Amor || COMPLETA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora