Capitulo 33

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Llegue al aeropuerto y veía todo en cámara lenta. Las Vegas pueden ser muy peligrosas para cualquier persona...
¿Y si le paso algo? ¿Si me engaño con alguien guapo? ¡No!

Mejor apartaré esos pensamientos de mi cabeza y comenzare a pensar con quien puedo haber llegado Vanessa...

—¡Florencia!— grite levantándome de un brinco. Ya habían llamado para abordar el avión así que camine lo más rápido posible.

Apenas toco tierra el avión, ya estaba impaciente para que abrieran esa maldita puerta. En la espera de ello, revise mi celular, tenia mensajes de todos diciéndome que tenia que volver a casa y dejar a Vanessa en paz.

Rente en coche así podria moverme más rápido, lo puse en altavoz y contacte a Florencia, espero que no cambiara su numero telefónico.

—¿Que hay Ángel?
—Hola Enzi, este... Eh... ¿Aun vives en las Vegas?
—¡Claro! Que, ¿quieres divertirte?
—Oh si estoy ansioso por divertirme, pásame tu dirección ya voy para haya.
—Oh claro y ¿no quisieras llegar como en 30 minutos mas?
—¿Porque, hay algún problema?
—Ah... Este... Si. Anoche traje un chico para una amiga a casa y no se a despertado.
—Oh vaya, una amiga, que suerte tienen las chicas... Me envías la dirección por mensaje...

Colgué.

Espero en todos los sentidos que esa amiga a la que le consiguió chico, no fuera Vanessa. Recibí la dirección y me dirigí hasta ahí, un coche se iba de prisa y yo también me baje de prisa.

—¡Hola Ángel!
—Hola querida Enzi, acabo de acordarme que pedí unas cosas y tengo que ir por ellas, espero no te moleste.
—Claro que no, adelante ve.
—Gracias.

Subí de nuevo al coche y comencé a seguir el que se acababa de ir, podria que Vanessa fuera allí, no perdería la oportunidad de encontrarla aunque fuera mínima. Los perdí de vista en una vuelta así que me toco andar de calle en calle para encontrar el coche; lo vi a fuera de una casa de color beige y alguien salía de ella.

—¡¿DONDE DEMONIOS ESTA VANESSA?!— grite dandole un puertazo al coche

—¡OYE TRANQUILO VIEJO, NO CONOZCO A NINGUNA VANESSA!

—¡NO ME MIENTAS LOS SEGUI HASTA AQUI!— así lo hice, cuando su coche arranco pude ver cabello morado, ella tiene el cabello morado.

Estaba tan alterado que todo lo veia en cámara lenta y sentia como corrian gotas de sudor por mi cara y mis manos se formaban en puños listos para atacar.

—¿Que esta pasando aquí chiquito?— dijo una chica rubia después de besar a este tipo

—Nada Corina, este tipo que busca a una tal Vanessa que yo no conozco, no se si tu la conozcas.— respondió él, no entiendo por que de pronto me sentí atraído por esta chica, como si fuera Vanessa .

—Nahh. Solo recuerdo que esa tal Florencia la conoce— pude ver sentir que mi cuerpo se relajaba y mi respiración se controlaba —Ahora, si te molesta, tenemos unas vueltas que hacer así que. Con permiso.— se regreso un poco la chica tomando unas cosas y cerro la puerta de aquella casa.

No había mas que hacer así que subí al coche y me fui.

No regrese a la casa de Florencia pero le mande un mensaje preguntándole si había estado con Vanessa anoche y me dijo que si pero esta mañana ya no estaba. Le pregunté a mi ex compañero cual era la actual ubicación del teléfono de "Beth" y me dijo que en aeropuerto de las Vegas...

—Ella sabe que vine a buscarla.— pensé en voz alta.

No me había bajado del coche así que solo lo encendí y lo puse en marcha al aeropuerto —¿Por que demonios huye de mi?— quise gritar pero apenas salió como en un suspiro.

Llegue y estacione lo más rápido posible, si ella se iba, regresaría rápido por mis cosas e iría por ella.
Adentro volví a ver a ese chico que seguí y a la rubia. Lo comprendí rápido, es una peluca. Corrí lo más rápido que pude pero ya habían pasado por la linea donde recogen tus boletos y abordar.

—Señor, si no es pasajero no puede pasar
—No entiende señorita, ahí va el amor de mi vida disfrazada de rubia
—Pues aun si fuera rubia, pelirroja, castaña o calva... No lo puedo dejar pasar.
—Por favor si quiere se lo pido de rodillas— no perdí el tiempo, me puse de rodillas.
—Señor, le llamare a seguridad, nos va a atrasar el vuelo, por favor.
—¡No! No... Esta bien, pero ¿a donde se dirige este vuelo?
—A Monterrey, México joven y el siguiente vuelo sale hasta el jueves...

Hasta el jueves... No puede ser posible, para ese entonces ya pudo haber viajado dos veces más para perderse de vista y darse cuenta de que la sigo por su teléfono celular...

—¡Angel!— escuche que gritaron detrás de mi. Me gire y allí estaba.

—¡Vanessa!— corrí a abrazarla y ella me abrazo muy fuertemente, no perdí el tiempo y la bese. Extrañaba demasiado sus labios.

—Vuelve a casa Ángel— dijo en un susurro cuando nos separamos para tomar aire.

—No volveré si no es contigo
—Pues entonces renta un cuarto en las Vegas... — eso me dolió, no pensaba volver conmigo.
—Pero... Acabas de bajarte del avión, eso debe significar algo...
—Significa mucho, pero lo hice para enviarte a casa... Necesito estar lejos de ustedes al menos por un tiempo.
—No nos quieres, es eso ¿cierto?
—¡NO! Como puedes si quiera pensar eso, los amo con toda mi alma y mi ser pero porque lo hago, me alejo.
—Pero ¿y ese tipo con el que vas?
—Se llama Alex, es un amigo que escapo de casa por razones privadas. Tienes que volver a casa.
—¿Y tu?— pregunté bajando la mirada.
—Yo volveré luego, que este lejos no significa que no te ame ¿entendido?— dijo eso y me abrazo fuertemente de nuevo.
—Cuida de Jay, buscare la forma de estar en contacto solo si me prometes que no correrás a buscarme.— dijo mirándome fijamente a los ojos, esos ojos verdes se cruzaron con mis ojos azules y me perdí en su mirada.
—Lo prometo, te amo Vanessa...— la bese de nuevo.
—Te amo Ángel— dicho eso se zafó de mi agarre y volvió a pasar por aquella señorita.

Me regrese a las salas de espera, me puse a pensar un poco, tengo que volver a casa sin ella... Me levante y me dirigí hacia la que vende los boletos, compre uno hacia los Angeles de nuevo.
Como amo a esta chica, aunque a veces sea un poco testaruda y sea demasiado terca, espero y si poderme casar con ella y tener hijos, formar una familia... Sería lindo verla embarazada y descalza en la cocina. Cumplir todos su antojos, incluso los de madrugada. Para que al final de nueve meses, conozca a ese bebé que será mitad ella y mitad yo.
La amo demasiado y eso nadie me hará cambiar de opinión nunca.

Holaa eh aquí el nuevo capitulo, espero les haya gustado, si es así recuerden votar y recomendar la historia.
Menre

Por Amor || COMPLETA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora