Capitulo 28

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Ángel ya se encontraba mucho mejor. Había pasado tan solo 1 día y medio de la muerte de mi padre. Debido a que estaba mejor, me darían de alta hoy mismo, pues después de hacerme mas radiografías y cosas por el estilo descubrieron que mi pie estaba mucho mejor. La rotura del hueso había sido mínima.

—¿Estas segura de que quieres irte?— pregunto Madeleine desde su asiento. Me encontraba haciendo unas cuantas cartas.

—Si. ¿Ya empacaste lo que te pedí?— ella solo asintió.
—Sabes perfectamente por que lo hago.
—¿Que pasara con la boda?
—Espero un día Ángel pueda perdonarme.

Las enfermeras ya me habían quitado el suero de mi brazo. Solo faltaba vestirme. Lo hice lo más rápido qué pude

—Entonces... Este es el adiós— dijo Madeleine mientras observaba como firmaba los papeles de mi dada de alta.

—Es solo un hasta pronto, volveré, además eres con la única que mantendré contacto.
Me abrazó fuertemente como si ya no me fuera a ver nunca más y aprecie cada segundo de ese abrazo con mi mejor amiga... Mi hermana de otra madre.

—Cuídate mucho nena— susurro mientras me soltaba
—Lo haré...

La deje en la habitación del hospital mientras me dirigía a donde estaba Marco. Revise mi reloj antes de entrar y vi que era la hora en que el dormía así que me haría más fácil la despedida; esta era la parada para la primera carta así que la saque de mi bolso.
Entre casi de puntillas y me quede mirándolo un rato. Puse la carta con mucho cuidado entre sus manos para después besar su mejilla y acomodar un pequeño mechón de su cabello.

La carta para Jay se la entregué a Madeleine pues si se la daba yo me haría demasiadas preguntas y no quisiera, no podría mentirle en su cara que todo esta bien y que solo iría "rápido a comprar cigarrillos"[2]
Mi siguiente y última parada antes de partir, era con Ángel a quien esta noche despertarían del coma inducido .
Entre temblorosa a la habitación esperando a que su madre no estuviera ahí o su hermanó Fabian. Mala suerte, estaba su madre.

—Hola Cristina... ¿Me podrías dejar un momento a solas con el?— ella asintió y se paro del sofá que estaba frente la camilla.

—Amor... No sabes cuanto te amo y me duele tanto verte en esta cama. Por la seguridad de quienes amo, hoy emprenderé un viaje con una escala y tiempo indefinido...

Ángel:
Trataba de abrir mis ojos mas no podía. Se sentían demasiado pesados para hacerlo.
Imágenes llegaban a mi cabeza de un choque provocado por un camión en el sentido contrario de la carretera.

Podía recordar todo mi desesperación para evitar aquel camión, esa frase que mantuve en mi cabeza todo momento: Mantener a Vanessa con vida y bien.

Podia agudizar mi sentido del oido y saber que estaba en el hospital, la maquina de los signos vitales suele ser ruidosa. Ademas, escuchaba a una mujer hablando... Mi madre y Vanessa. Ella esta bien y me alegro demasiado.

Vanessa le pidio a mi madre que nos dejara a solas, no terminaba de entender hasta que ella comenzo a hablar, yo noto algo extraño en su voz, habla con dolor...

—Hoy emprenderé un viaje con una escala y tiempo indefinido...— alcance a escuchar antes de sentir el agarre en mi mano, quize corresponder apretandola pero me fue imposible hacerlo.

Por Amor || COMPLETA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora