Hasta los 18 «1° Temporada»

¡Thrailer y Capítulo XIV!

Hola!

Espero les guste tanto como a mi ya que *Chan chan chan* ¡Tenemos trailer! ♡ Aplausos grandes ♡
¿Y a quién le debemos las gracias? Bueno, querido lector, ella tiene una gran creatividad y se hace llamar en Wattpad alexandrasolange: Gracias linda, por hacer el vídeo que para mi gusto esta genial, yo nunca podría haber hecho algo igual.

Bueno, ahora sí, ¡A leer se a dicho!
...

Estaba desnuda, sólo contando que me rodeaba una toalla alrededor del pecho, mirando mi reflejo en el espejo. Una curva bastante amplia marcaba el principio y el final de mis pechos. Observé mi piel que lucía más brillosa a la luz del baño. Subí mis dedos con desesperación hasta rozar el principio de mi labio inferior, recorrí las curvas de mis labios y se me venían a la cabeza las sensaciones que los besos de Blas habían despertado en todo mi cuerpo.

Saqué la toalla enroscada en mi cabeza y agarré el cepillo. Peinaba mi pelo pensando en un nuevo corte para las vacaciones y noté lo indefensa que me veía.

Siempre me habían visto vulnerable. Todos lo hacían. Mamá, papá, mis demás familiares, mis amigos, hasta los desconocidos me observaban con la mirada de niña pequeña. Nunca me había interesado en ser intimidante, en hablar mal a las espaldas del otro a pesar de que pensara muchísimas cosas sobre esa persona. Ni siquiera Blas, que era intimidante para absolutamente todos, me tomaba en serio. Todos se reían y lo triste era que yo lo sabía. Sabía que hasta cierto punto podía dejarme vencer sólo por no poder soportar el peso de la pelea y a veces, sólo algunas veces, me dejaba llevar por lo que realmente sentía.

En ese momento, en el momento en que soltaba todas las palabras que guardaba dentro y escupía una por una delante de la otra persona, era dónde mi parte vulnerable demostraba sólo ser una capa para protegerme. Me gustaba ser un tanto invisible, ser conocida por todos y no saber realmente quien va a estar en las situaciones difíciles era triste. Los amigos eran pocos, los compañeros eran muchos y eso me quedó claro desde que había empezado la secundaria.

Caminé con ánimo hasta mi habitación y agarré con pocas ganas de existir algo para ponerme encima. Un sostén crema al igual que las bragas, con un short negro y remera de todos colores. Mi plan para lo que quedaba del lunes era descansar, calmar la mente y relajar el cuerpo, pero eso se me hacía difícil desde que lo había conocido.

Me senté en el borde de la cama. Unas lágrimas caían de mis ojos y detestaba admitir que era tan estúpida. Mis papás nunca habían estado para mí, cuando estaban en casa me mimaban y cuando no, se iban por una o dos semanas de trabajo y volvían con regalos para cobrar su deuda por no estar en casa.

Miré el pequeño cuaderno que yacía debajo de mi cama y lo agarré. Limpié el polvo que cubría la tapa y abrí el viejo libro. Las hojas estaban gastadas, era tan triste saber que nunca le había dado importancia, los diarios íntimos nunca fueron algo que me gustara. Empezaba a escribir pero al instante me aburría y no lo volvía a tocar.

Bajé las escaleras para llegar al primer piso y volver a subir con una escoba y pala. Limpié las habitaciones de arriba y luego me encargué de las de abajo. Terminé con todas mis tareas y me levanté de la mesa mientras guardaba la cartuchera y la carpeta en la mochila para el día siguiente.