Emily P.O.V
Tome la decisión de volver a mis tierras. Aun no se lo había comentado a nadie, pero esta noche durante la cena lo haría. Y mañana hablaría con Alicia y con Martin.
Estoy en el hospital donde trabajo, me falta una hora para terminar mi turno y Víctor pasaría por mí para ir a la casa.
Pin, Pin.... Ese es mi teléfono que suena al llegarle un mensaje.
De: Víctor.
Ya estoy en camino para ir a recogerte, te aviso cuando llegue. Ya hable con Sue para que tenga la cena.
Le respondo un ok, y sigo con mi trabajo.
-Emily, el último paciente acaba de llegar, es una niña de 3 años, su madre la trae porque la niña lleva con fiebre desde anoche y no ha conseguido bajársela. –Me informa Alicia.
-Está bien dile que pase.
-Enseguida.
A los cinco minutos entran y la atiendo. Al terminar, me llega un mensaje de Víctor diciendo que ya está aquí.
Alicia y yo bajamos juntas. Nos encaminamos el coche de Víctor.
-Hola chicas, ¿Qué tal la jornada? –Nos pregunta
-Hola Víctor, todo bien como siempre –le respondo
-Buenas noches, Señor Fernández –le dice Alicia.
-Alicia, cariño, te he dicho que me llames Víctor, nos conocemos desde hace muchos años –le contesta el con una suave sonrisa.
-Hola Víctor –le dice Alicia con una tímida risa.
Siempre ha sido así desde que nos mudamos. Alicia es una chica tímida y sencilla. Le tiene mucho aprecio a Víctor y un gran respeto.
-¿Te alcanzamos hasta tu casa? –le pregunta Víctor.
-No hace falta, Víctor. Hoy me dejaron el coche.
-Está bien, nos vemos el lunes –le contesta Víctor.
-Si así es.
Nos despedimos de Alicia y nos vamos hacia la casa.
Al llegar, aparcamos el coche y entramos.
Mi "abuela", Sue, nos recibe nada más entrar, dejo el bolso y el abrigo, colgados en el perchero de la entrada.
-Hola, mis niños. La cena ya está lista.
Nos dirigimos hacia el comedor, Víctor preside la mesa, y Sue se sienta a su izquierda. Mientras que yo ocupo la silla a la derecha de Víctor. Sue, nos ha preparado una ensalada junto con un poco de puré de papas para cenar. Y nos lo acompaña con un zumo de naranja.
Empezamos a comer, mientras que Sue nos cuenta que tal ha ido su día. Cuando me toca hablar a mí, decido que es momento de contarles mi decisión.
-Bueno, el día me ha ido bien. Pero hay algo que me gustaría deciros.
-¿Algo importante, mi niña?
-Sí, Sue. Es una decisión que he tomado, y no sé qué os parecerá.
-Adelante, hija –me anima Sue.
Mientras Víctor sigue comiendo pero sin perder el hilo de la conversación.
-He pensado en volver al pueblo –les comunico
Víctor deja de comer y me mira.
-De visita me supongo –me dice serio, mientras arquea una de sus cejas.
-La verdad es que no –le digo temiendo su reacción.
-¿Entonces, a que te refieres mi niña? –me pregunta Sue.
Tomo aire y le contesto.
-Creo que ya va siendo hora de independizarme, tengo 25 años, y un buen empleo. Me gustaría volver al pueblo y construir una pequeña casa y además un hospital en las tierras donde me crie.
Víctor se pone pálido y tose.
-¿Es una broma?
-No Víctor, lo he pensado mucho y es lo que quiero.
Él se levanta de la mesa, enfadado.
-Siempre te he apoyado en todo, pero esta vez no. Si quieres volver al pueblo, adelante pero no cuentes conmigo.
Tira su servilleta con fuerza en el plato, y agitado sale del comedor.
Estoy paralizada. Nunca lo había visto así.
-¡Víctor! –le grita Sue
-Déjalo Sue –le dijo con la voz temblorosa.
-Mi niña, no te enfades con él. Hay muchas cosas que tú no sabes. El prometió que nunca volvería a Forks. Y me temo que no cambiara de opinión.
-¿Por qué nunca me han contado, que fue lo que paso?
-Porque es algo que solo le cierne a mi hijo, y le duele. El pasado lo lastimo mucho y me temo que nunca podrá recuperarse.
-¿Qué paso nana?
-Eso te lo contara el, cuando esté preparado. Pero si tu decisión es la de volver, yo te apoyo, cariño. Cuenta conmigo. Tú no tienes nada que ver, con lo que le pasa a Víctor. No te angusties, ya se le pasara.
-Está bien, me voy a mi cuarto. Estoy cansada. Buenas noches –le dijo y le doy un beso antes de subir a dormir.
2 días después
Ya tengo todo arreglado para volver al pueblo. El hospital me había trasladado a una pequeña clínica en California. Hable con Alicia y me entendió. Me propuso irse conmigo y buscar una casa para las dos.
Había aceptado, así que Alicia también pidió el traslado y se lo dieron. También, le informe a Martin, y me prometió que nos visitaría muy seguido. No podía vivir sin nosotras.
En cuanto a Víctor, poco a poco comprendió que había tomado una decisión, y me pidió perdón por su comportamiento de la otra noche. Hicimos las paces.
Pero él me dijo que aún no estaba preparado para volver. No me conto el porqué, solo que más adelante me lo diría.
Mañana volvía al pueblo junto con Sue y Alicia. Ya teníamos todo arreglado. Habíamos conseguido una pequeña casa, al parecer pertenecía a Sue, de cuando vivían allí.
Estoy deseando volver. Solo espero que todo siga como siempre.
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Don't believe in your heart#Wattys2017 (PAUSADA TEMPORALMENTE)
Teen Fiction"A veces no hay peor enemigo, que tu propio corazón " Un corazón perverso y ambicioso, lo destruyo todo a su alrededor, dejando muchas cuentas pendientes. Para enfrentarlo, ahora, será necesario un corazón sin miedo a nada, pero este corazón tend...