No tenía idea de cómo había llegado a este punto de estupidez en mi vida.
En serio.
Había aceptado. Está bien. Lo admitía. Pero cuando Elizabeth- indirectamente- había pedido mi ayuda, no pensaba que quería moverse tan rápido en el terreno desconocido para ella- y yo no me quedaba detrás- que era Harry Styles.
No niego que estuve algo sorprendida cuando a la mañana siguiente Loren y Yina arrojaron a Elizabeth a nuestra mesa habitual en la cafetería. Quiero decir, sabía de sobra que era el trato. Pero ni siquiera habíamos hablado de ello luego del raro e incómodo encuentro en mi local de piano la noche anterior. Por supuesto, sus amigas habían notado que sabía de antemano de quién se trataba la chica-no-tan-misteriosa. Así que se ahorraron las explicaciones.
Y de nuevo, la arrojaron en mi vida como si la conociera de hace años. Casi esperando que la acogiera como mi mejor amiga por ayudarla con un chico. Mi chico... aunque él no lo supiera.
A veces mi vida era tan patética.
Era de esperarse que mis dos amigas, las reales, no estuvieran nada de acuerdo con esto. Si dijera la verdad, yo tampoco. Pero la chica nueva sentada a mi lado se veía tan... yo, que no pude evitar querer ayudarla.
-Hola- ella nos saludó.
Se veía extremadamente pequeña allí sentada con las mejillas rojas y la mirada en el suelo.
Jesús. Ni siquiera habían chicos en la mesa. Sólo Ingrid, Wen y yo.
Oh, pero cuando eso cambió no pude evitar tensarme. Pensando en el modo menos doloroso para presentarla al ruludo y lograr sacarme a mí misma entera y sin rasguños de la situación.
Pero por supuesto, eso no estaba pasando.
Una manada de chicos entró entre risotadas al comedor, haciendo su ruidoso camino en busca de su desayuno.
Tragué.
Y minutos después, los pude sentir acercándose.
-Tenías que haberlo visto. Casi muero de risa- Marlon venía alardeando cuando casi a la vez, todos se sentaron. Ed se estiró por encima de la mesa y besó a su novia en los labios. Ingrid no podía tener una sonrisa más estupida en su cara.
-Sí- Ryan secundó- Una de esas caídas que... ¿quién es la chica nueva?
Suspiré, sabiendo que había llegado la hora- Chicos, esta es Elizabeth. Mi... nueva amiga.
Ed levantó las cejas en mi dirección y los gemelos ni siquiera pestañearon. Harry sólo asintió hacia ella con una pequeña sonrisa fácil en sus labios, luego continuó comiendo.
-Soy amiga de Ernest- ella confesó, como si eso la ayudara a ganar puntos con mis amigos.
¿Desde cuándo ella hablaba?
Wen apretó sus puños. Pude verlo.
Yo sólo quise pegarme a mí misma sin que me vieran.
La atención de toda la mesa se centró en mí. Nadie habló hasta que Harry soltó- ¿Estás intentando volver con Ernest?
¿Qué?
Me quedé sin habla.
-Sí- la chica pequeña a mi lado afirmó- La estoy ayudando.
Y de nuevo, ¿qué? ¿Qué demonios estaba ella haciendo? ¡Eso no era cierto!
Todos en la mesa quedaron en silencio de nuevo. Wen se levantó de repente.
-Tienen que estar bromeando- y luego se marchó, sin siquiera haber terminado su desayuno.
En este momento yo sólo quería abrir un hueco en el suelo y desaparecer.