CAPITULO 33 Festejo del reino. Parte II.

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---Externo---

Al pasar de las horas varias personas llegaban al palacio, entre ellas personas de alto status, al igual que personas del reino, sirvientes, trabajadores, no importa el empleo que tuviera o su posición económica, lo importante para Ald, era celebrar su cumpleaños a lado de las personas más queridas para él.


William miraba por la ventana, sonriendo con malicia puesto que por fin se le presentaba una oportunidad para deshacerse de su hermano, puesto que él quería quedarse con todo, la riqueza, el poder y al pequeño Shiro.

Repasaba mentalmente lo que haría cuando empezara el show que había planeado se estuviera ejecutando, lo primero que haría era proteger a su cuñadito, que muy pronto sería su amante, después llorar por la pérdida de su hermano y su primo.


Damon lo miraba desde lejos, esperando que el acuerdo que tuvo con Iason tuviera el efecto positivo que quieren, para que nadie pagara las consecuencias, solo su amo.


Raven trataba de mantener su mente enfocada en su embarazo y en cuidar a Iason, más que cuidarlo estar a su lado y protegerse mutuamente. En algunos casos Iason le decía cosas relevantes a Raven sobre el reino, y Raven trataba de atar los cabos sueltos.


En cuanto a Shiro y Ald ambos se preparaban para la fiesta, su amor era tan grande que nadie podía vencer ese amor que se tienen, porque era profundo y limpio, un amor puro el cual era fortalecido día con día.


Mientras que Nowaki y Hiroki después del amor, la pasión en la cual se entregaron, se arreglaban para ir a la fiesta, querían conocer cómo eran los festejos en ese lugar, aunque Nowaki se sentía inseguro de ir puesto que sus celos aumentaban, Hiroki lo logro convencer con su sexy personalidad.

Todo estaba listo...

Los últimos invitados iban llegando.

Los príncipes se alistaban...

El plan de ataque estaba a punto de ponerse en pie...

Los maleantes se escondían cerca del palacio.

Los guardias acataban las órdenes de Iason.

Solo el tiempo mostrará lo que tiene preparado el destino...

O eso parece...



---Hiroki---

Compramos antifaces del mismo color, azules, él mío con bordados dorados y el de Nowaki con bordados negros.

-Me encanta cuando usas este tipo de trajes. –me abrazo por la espalda.
-B-.Baka.
-Eres tan hermoso.
-N-Nowaki ¿Dónde estás tocando?
-Quiero sentirte un poco más.
-Waaaaaaaa, mocoso pervertido.
-Hiro-san quiero hacerlo otra vez.
-N-Nowaki llegaremos tarde.
-¿Y si nos quedamos aquí? –me tomo del mentón- Quiero que estés en mis brazos todo el rato, estar contigo hasta el amanecer.
-Pero ¿q-qué dices?
-Por favor, quedémonos aquí.
-Nowaki, -lo mire- por favor ya quedamos en algo.
-¡Hiro-san!
-Nada, vamos que se nos hace tarde.
-Hai, hai. –murmuro decaído.
-Tal vez después... -empecé a decir.
-Eso me gusta. –me abrazo.
-N-Nowaki, con más cuidado.
-Lo siento, debo cuidar más de mis tesoros. –me beso el cuello.
-Debemos irnos Nowaki, vamos retrasados.
-Ah, -suspiro- está bien.

Salimos de la casa y él me coloco mi antifaz, coloque el suyo. Caminamos por las calles donde todo estaba decorado, muchas personas caminaban de un lado a otro, me tomo de la mano y yo me acerque a su pecho.

No soy de las personas que demuestran su amor o cariño fácilmente, siempre soy serio y guardo esas palabras cariñosas por mi orgullo, pero cuando estoy a lado de Nowaki todo cambia, ese mocoso me ha cambiado completamente.

Nowaki es mi todo, mi amor, siempre me ha protegido, me ha aguantado, me acepta tal cual soy y en verdad se lo agradezco tanto, él me ama, aunque a veces siento que no me lo merezco, que soy muy poca cosa para él, pero, todas sus palabras, su amor me hace darme cuenta de lo contrario, que ambos nos complementamos.

-¿Hiro-san?
-Sé que no lo digo a menudo pero, -sonreí- te amo Nowaki y estoy feliz de ser tú prometido.
-No solo eres mi prometido Hiro-san, sino mi vida entera y próximamente mi esposo.
-S-Sí. –me sonroje.

Llegamos hasta el gran palacio el cual estaba adornado con flores iluminadas, todo parecía tan impresionante.

-Bienvenidos. –comento un hombre- ¿Joven Kamijou?
-Sí, -lo mire- ¿Quién eres?
-Creo que no me recuerda, -hizo una reverencia- soy Raven el sirviente de Ald.
-Es verdad, -mire su vientre- lamento haberlo olvidado, ¿Cómo está su bebé?
-Muy bien gracias, -sonrió- esperando unas semanas para que nazca.
-Qué lindo.
-Sí, -suspiro- por favor adelante.

Entramos al palacio y Nowaki me tomo de la cintura.

-Siento como si varios quisieran poner sus manos en ti.
-Eres un paranoico.
-No solo eso, -murmuro en mi oído- soy un posesivo y celoso.
-Era de esperarse. –suspire.
-Vaya, impresionante, no sabía que estaban aquí. –comento un rubio.
-¡Príncipe William! –exclame.
-Bienvenidos a mi reino, -sonrió-me alegra que nos acompañen a la fiesta de cumpleaños de mi hermanito.
-Todo se ve increíble. –comento Nowaki.
-Me alegro que les guste, -tomo mi mano y la beso- en unos momentos vendrá mi hermano junto con su novio.
-Gracias por la información. –dijo Nowaki apartándome de William.
-Debes de estar feliz de tener a una pareja como él a tu lado, -comento William- una joya muy hermosa.
-Exacto, solo mío.
-Es lo que veo.
-E-Etto... -murmure- V-Vamos por una bebida Nowaki, estoy sediento.
-Claro amor mío.
-Los dejo entonces, iré a saludar a los demás invitados, -sonrió- diviértanse porque está fiesta está llena de sorpresas.

Por algún extraño motivo sus palabras me dieron escalofríos, y esa mirada me llenaba de temor, no entiendo porque.

-Por favor traten de estar de lado izquierdo del palacio.
-¿Cómo?

Mire y era un hombre de cabello rubio claro, Nowaki se colocó delante de mí.

-¿Por qué lo dice?
-Solo háganme caso, lo digo por su bien.
-Pero...
-Prometo explicárselos después, -hizo una reverencia- soy Iason el primo de Ald.
-Mucho gusto yo soy... -empecé a decir.
-Dejemos las presentaciones para después, solo háganme caso.
-Está bien.

Ese hombre camino hasta la puerta.

-¿Hiro-san?
-Por alguna extraña razón, -murmure- creo que deberíamos hacerle caso.
-Pienso lo mismo. –me abrazo.



---Raven---

Iason y yo llegamos al palacio un poco tarde puesto que Iason había salido en todo el día.

-Lamento haber llegado tan tarde.-comento cuando entramos al palacio.
-No pasa nada, -suspire- ya estamos aquí.
-En verdad lo siento mucho.
-Iason, no pasa nada en verdad. –sonreí.
-Es que siento como si te hubiera fallado.
-NO lo haces, al contrario, siempre estas cuidándome y...
-Te lo mereces.
-G-Gracias. –me sonroje.

Seguimos charlando y decidí atender a los invitados de Ald, me encontré con Kamijou un castaño que conocimos en el viaje que hicimos hace tiempo.

Después decidí ir al jardín y despejarme un poco porque me sentí mareado.

-Raven...
-¿Damon? –me levante.

Camino hacia mí y me abrazo.

-Se acabó, -murmuro en mi oído- a partir de hoy estarás de nuevo a mi lado, te diré todo lo que quieres saber, no habrá secretos ni mentiras, solo sinceridad.
-P-Pero...
-Lo siento tanto, -acaricio mi vientre- te hice daño y es lo que más lamento.
-Damon.
-MI amor, haré las cosas bien, así que por favor dame otra oportunidad.
-Idiota.

Me aferre a sus hombros, y lo bese.

-Eres lo que yo más amo, así que solo te daré una oportunidad más, no me hagas enojar de nuevo, confía en mí.
-Lo haré, -tomo mis manos- sin duda alguna lo haré, te voy a hacer feliz.
-Te amo.
-Y yo a ti, -sonrió- mejor dicho los amo a ustedes.

Lo abrace fuertemente.

-¿Volvemos? –pregunte.
-Quisiera quedarme aquí teniéndote en mis brazos.
-No suena tan mal. –reí.
-Te lo dije.
-Entonces...

La música se detuvo de golpe y los gritos comenzaron a escucharse.

-¿Qué? –me sorprendí.
-Rayos, ya ha empezado, -me tomo la mano- quédate detrás de mí Raven, no hagas nada imprudente.
-¿Po que lo dices?
-Confía en mí.

Mire sus ojos los cuales me demostraban amor, cariño y comprensión, aunque me gusta que sean sinceros conmigo tal vez debo confiar en él.

-Está bien.

Él saco su espada.

-Vamos.

No sé qué estará pasando pero está vez, dejaré que Damon me proteja, por él, por mí y por nuestra hija,

Por Siempre a Tu Lado... (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora