Por Siempre a Tu Lado... (Nowaki x Hiroki)

CAPITULO 18 ¿Días felices?

---Miyagi---

Tanto Shinobu como yo nos subimos a mi automóvil y maneje hasta la estación, le ayude a bajar y ambos entramos a la cafetería, nos sentamos en una de las mesas de en medio. Pedimos algunas cosas y lo mire fijamente.

-Y bien, ¿Qué tienes que decirme? –pregunto cruzando sus brazos.
-Shinobu-chin yo, quiero pedirte perdón. –comente.
-¿Eh?
-Soy un idiota, te hice mucho daño y no estuve a tu lado cuando más lo necesitabas, -suspire- soy lo peor del mundo, en verdad merezco todo tu odio.
-Yo…
-Por favor, solo escucha todo lo que tengo que decir.
-Sí…
-Shinobu, es raro para alguien como yo demostrar sus sentimientos, soy una persona muy cerrada, que esconde sus celos, tristezas y su amor para que nadie se aproveche de mis sentimientos, sé que fue estúpido ocultárselo a quien más me ama, no mostrarme completamente.

La mesera llego y nos dejó nuestro pedido.

-Nunca nadie me había amado como tú, -proseguí- que aceptará todos mis errores, todos mis defectos y no dijera nada más, te aparte sin darme cuenta que yo también te amaba, te aleje para no herir mi corazón, pensaba que como eres joven podrías cambiarme por alguien más, no tome tus sentimientos seriamente por temor a ser abandonado.
-Yo nunca…
-Lo sé, -tome su mano- tú eres tan lindo y tierno, que me enamore en el primer instante que me acosaste, que no te despegabas de mi lado, fue cuando me di cuenta que había perdido la batalla ante mi corazón, pero no lo demostré exteriormente.
-Eres un idiota. –murmuro.
-Lo soy, sé que no es pretexto decir todo esto, pero debía decírtelo, tenía que hablar contigo y sincerarme por completo.
-Es muy tarde. –sollozo.
-Shinobu, por favor, dame otra oportunidad, déjame demostrarte lo mucho que te amo y…
-Miyagi, -me miro con sus ojos cristalinos- y-ya no siento nada por ti.
-Es mentira, esto no es verdad, -tome su mentón- aun debes de sentir algo por mí en el fondo de tu corazón.
-Ya no, -sollozo- ya no Miyagi, si esto me lo hubieras dicho antes de irme de tu vida, de tu departamento tal vez…
-Shinobu-chin…
-Amo a Kaede, lo siento pero lo amo a él…
-Shinobu, yo…
-LO siento pero debo irme. –se acercó a mí- Gracias por todo Miyagi-san.
-Por favor…
-Te deseo la felicidad. –me beso la mejilla.
-No me rendiré… -lo mire.
-Perderás tu tiempo.
-No me importa.
-Hasta luego profesor.

Salió del lugar y se fue caminando. Ni tiempo me dio de detenerlo y decirle que yo lo llevaría, pero conociéndolo él no me permitiría hacerlo, en verdad lo amo.

Perdí tanto tiempo en darme cuenta y aceptar mis sentimientos por él, y ahora por tardarme tanto lo he perdido.

No quiero rendirme, pero él también debe ser feliz…

No sé lo que haré, tengo tantas cosas en mi cabeza…

---Ald---

Ya han pasado una semana en la cual he llevado a mi amado Shiro a conocer todo el reino, está encantado de todo lo que ve, al igual comienza a leer libros acerca de nuestro reino, sus mitos y leyendas.

Mi mejor amigo y sirviente Raven me dio una gran noticia tan maravillosa. Seré tío, porque está embarazado y eso me llena de emoción, Raven es como un hermano para mí porque ha estado mucho tiempo a mi lado y lo aprecio.

Hoy decidí llevar a mí amado Shiro al oasis de las ninfas, ya que es un lugar mágico y muy hermoso.

-Waa, -se sorprendió- Ald es hermoso.
-¿Te gusto? –lo abrace de la cintura.
-Me encanto, todo es bellísimo.
-No más que tú. –bese su frente.

Caminamos por el lugar mientras le contaba la historia del lugar.

-Sabes que son las ninfas Shiro. –tome su mano.
-Son espíritus divinos que animan la naturaleza y que la protegen con todo su ser. –comento.
-Así es, -sonreí- Según nuestros ancestros las ninfas llegaron a este lugar, encontrándolo todo seco y abandonado. Una de las ninfas se hirió gravemente hasta que un rey, si no mal recuerdo era el rey Iker la encontró y la ayudo curándole sus heridas, las ninfas estaban muy agradecidas y le dieron un deseo a elegir al rey.
-¿Y cuál era el deseo? –me miro curioso.
-Que le diera vida a este Oasis, que lo llenara de luz y paz, las ninfas concedieron el deseo del rey, hasta convertir ese desierto en este hermoso paisaje, y desde ese día este lugar lleva por nombre El Oasis de las Ninfas.
-Vaya, es tan mágico y extraordinario.
-Es mi lugar favorito. –lo tome de la cintura- Quería compartirlo contigo.
-Entonces será nuestro lugar favorito. –se sonrojo.
-Shiro te amo.
-Y yo a ti.