CAPITULO 49.5 Un paso cerca.

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---Ald---

Por fin ha llegado la persona que he esperado por varios meses.

Iker, la persona que mi hermano traiciono y estafo en su tiempo de reinado, mientras manejaba la administración de este lugar.

Aunque de alguna manera esta persona se me hace conocido.

-Por favor, toma asiento. –comente.
-Gracias. –sonrió.

Esos ojos me recuerdan a alguien.

Pero...

¿A quién?

-¿Príncipe Ald?
-Lo siento, -comente- ¿decías?
-Es sobre estos proyectos, -me mostro una carpeta- me gustaría saber dónde quedo el dinero que invertí en su proyecto.

Tome la carpeta y me sorprendí de la cantidad de dinero que mi hermano le había estafado.

Sé que no es una cifra que no pueda cubrir, pero aun no puedo creer que William se haya atrevido a estafarlo y prometer cosas que no haría.

-¿Qué proyecto fue el que te propusieron?
-¿Por qué me lo pregunta? Se supone que usted debe saberlo.
-Lo siento pero, -lo mire- yo no fui el que hizo este negocio contigo.
-¿CÓMO? –se levantó de su asiento.
-Por favor le pido que conserve la calma, déjeme explicarle.
-Es que esto es una broma, no juegue conmigo.
-No lo estoy haciendo, mi hermano mayor fue el que hizo el negocio en mi nombre.
-Sí claro. –bufo.
-Te pido que me escuches.
-Como sea.

Le empecé a explicar acerca del negocio, que no estaba al tanto de lo que pasaba, que yo no sabía nada y que le devolvería cada centavo que mi hermano le quito.

-Eso no me interesa, yo hice un trato y exijo la mitad de las pertenencias de Japón.
-En verdad lo lamento, pero no puedo otorgarle nada ya que el trato fue con mi hermano.
-Usted es el príncipe Ald ¿verdad?
-Sí.
-El trato está a su nombre, no sé porque se inventa eso del hermano.
-Tuvimos algunos problemas en este reino, él hizo muchas estafas y engaños, por ese motivo yo tengo que arreglar todo estos asuntos.
-Ese no es mi problema.
-Por favor, permítame devolverle su dinero.
-Ya se lo he dicho, no quiero mi dinero de vuelta, quiero las propiedades que usted me prometió, no quiero que...
-Por favor escuche a mi prometido.
-Shiro, -lo mire- ¿Qué haces aquí?

Camine hacia su lado y lo sujete de la cintura. Iker lo miro y siguió revisando los documentos.

-¿Qué pasa mi amor?
-Escuche lo que te dijo y yo quise ayudar.
-Gracias mi amor. –bese su frente.
-Por favor déjame ayudarte Ald, -me miro- déjame explicarle lo que ha ocurrido, tal vez comprenda que no fuiste tú.
-Mi niño...
-Por favor, déjame hacerlo.

Acaricie su vientre y bese sus labios.

-Gracias.

Mi amado se acercó a Iker y se presentó, comenzó a contarle lo que había pasado con William, sobre lo que paso el día de la fiesta y sobre los negocios que tenía, ya que mi amado Shiro había encontrado algunos libros interesantes.

-Supongo que les daré el beneficio de la duda. –comento el pelirrojo.

No sé porque se me hace tan conocido, ¿en dónde lo he visto?

-Gracias Iker-san. –sonrió mi amado.
-No tienes que agradecer, -suspiro- ahora regresaré al lugar donde me estoy quedando, vendré mañana para seguir viendo los documentos.
-Gracias por comprender.
-No hay de que, -suspiro- nos vemos mañana.

Se despidió y lo acompañe hasta la puerta.

Camine de vuelta con mi amado y lo abrace.

-¡Ald!
-Eres grandioso Shiro, tan perfecto como siempre.
-No es para tanto. –se sonrojo.
-Es la verdad, -lo bese- no sabes cuánto te amo.

Mi amado tomo mis manos y las coloco en su vientre.

Pude sentir como nuestro bebé comenzaba a moverse lentamente.

-Mamoru. –sonreí.
-Le gusta cuando le hablas.
-Soy tan feliz.
-ALTEZA. –grito un guardia.
-¿Qué ocurre?
-Nos gustaría que nos acompañara.
-Claro, -mire a mi amado- ve con Raven y termina de hacer las chambritas para nuestro hijo, ¿sí?
-Sí, -me miro- cualquier cosa avísame.
-Así será. –bese su frente.

Seguí al guardia hasta que me llevo a la caballeriza.

-¿Qué ocurre?
-Lo siento mucho su alteza.
-¿Cómo?

Señalo una bolsa negra partida a la mitad que estaba en el piso, el olor que desprendía de ella era asqueroso.

Me acerque hasta que me di cuenta...

-E-Esa ropa... -murmure.
-Así es, -comento un guardia- es el cuerpo de su hermano William.
-P-Pero no tiene...
-Ese es el misterio.

"¿Qué está ocurriendo?"



---Hiroki---

Después de un par de días el oficial Amaki nos escolto hasta la casa de mis padres, quienes nos recibieron con los brazos abiertos.

Les dijimos que en la casa nos habían intentado asaltar y por ende nos dijeron que estuviéramos en otro lado en lo que encontraban al supuesto ladrón.

-Estamos tan felices de tenerlos en casa. –comento mi madre.
-Extrañábamos tanto a nuestra nieta. –sonrió mi padre.
-Gracias por aceptarnos aquí. –dijo mi amado.
-No tienes nada que agradecer Nowa-chan, -sonrió mi madre- ustedes son bienvenidos.

Mi papá cargo a Ayame mientras mi mamá nos llevaba a la habitación en la cual nos quedaríamos.

-Compre una cuna para la hermosa niña, para que tenga donde dormir.
-No te hubieras molestado.
-No es molestia Hiro-chan, es porque amo tanto a mi nieta que quiero todo para ella.
-No sé porque, pero algo me dices que querías que yo fuera niña.
-¿Por qué lo dices Hiro-san?
-Había muchos peluches y muñecas en la casa y aún siguen estando.
-Oh.
-Bueno, basta de charlas, -suspiro mi madre- vayan a descansar, yo me encargo de está hermosura.
-Espera mamá.
-¿Qué ocurre?
-Se me olvidaba pedirte otra habitación.
-¿Y eso?
-Es para Naoto.
-¿Quién?
-Un amigo. –comente.
-Vaya, ¿harán un trío?
-¡MAMÁ! –exclame.
-Era un suponer. –rio.
-Me iré a dormir.
-Descansen.

Nowaki rio un poco y yo me recosté en la cama.

-¿De qué te ríes?
-De nada.
-Si claro.
-Hiro-san, tranquilo.
-Yo estoy tranquilo.

Se recostó encima de mí y empezó a besarme.

-Espera. –lo aparte.
-¿Qué pasa?
-No tendremos nada de "eso" aquí.
-¿Eh?
-He dicho.
-Pero...

Lo bese y lo aparte.

-Hasta aquí podemos llegar.
-Eres malo...

Me siento más tranquilo estando aquí, solo espero que atrapen a Derek, haber dejado algo así en la puerta de mi casa fue bastante cruel...

Quiero estar en paz...



---Tsumori---

Imposible, Imposible... IMPOSIBLE...

Esto tiene que ser una estúpida mentira, no puedo creer que ese idiota de Nowaki se haya llevado lejos a mi Hiroki...

Maldito y mil VECES MALDITO...

Aunque no está del todo perdido.

Aún tengo mi plan B.

Abrí la puerta con la intención de salir a dar una vuelta y vi a Naoto frente a mi puerta.

-Parece que ibas de salida.
-Algo así, -comente- entra.

Nos sentamos en el sofá y cruzo los brazos.

-¿Recuerdas lo que tienes que hacer?
-Sí, -suspiro- solo te ayudo porque me estás dando una gran cantidad de dinero y porque fuimos amigos en la Universidad.
-Será fácil. –sonreí.
-Sí claro, -comento- ¿Cuándo?
-Lo pronto posible.
-Está bien.

"Pronto Hiroki, pronto serás mío..."  

Por Siempre a Tu Lado... (Nowaki x Hiroki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora