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02 | Haciendo compras para la gran boda

SCARLETT

—Arréglate rápido Scar, ¡estará aquí en cualquier momento! —escuché a mamá gritar desde el otro lado de la puerta y gemí en mi almohada.

Hoy era el día en el que se supone que debo ir de compras con Justin para elegir mi vestido de novia y su esmoquin. ¡No quiero hacer esto! ¡No quiero casarme con él!

Gemí otra vez y entré a mi armario para vestirme. Me decidí por un bralette* negro con una falda rosa bebé de cuero, acompañado con unos tacones con correa en el tobillo.

Me puse mi atuendo y luego caminé a mi habitación hasta mi tocador para maquillarme y peinarme. Sutilmente ricé mi cabello para que no sean rulos sino mas bien unas pequeñas ondas, porque odiaba mi pelo lacio; parecía planchado, como si fuese planchado con hierro.

Mantuve un maquillaje suave y tomé mi teléfono antes de bajar las escaleras. Me preguntaba por qué el Señor 'No entiendo el color de tus ojos' todavía no estaba aquí. Deseaba que se olvida---

Fui cortada por el timbre de la puerta.

—Ve a atender querida, es tu chico. —mamá dijo desde la cocina y rodé mis ojos.

—Es tu chico. —la imité suavemente con voz aguda mientras caminaba hacia la puerta y la abría.

Cuando abrí, un aire fresco sopló y olía a una colonia cara que olía familiar. Allí estaba Justin vestido con una camisa a cuadros roja y negra, junto a unos vaqueros rasgados y zapatos negros.

Lucía tan no ejecutivo y agradable, para ser honesta.

—¿Vamos? —dijo y pasó su lengua por su labio superior después de mirarme.

—Sí...¡Mamá! ¡Me voy! —dije.

—¡Está bien! ¡Que se diviertan! —dijo y quise rodar mis ojos pero me controlé.

Cerré la puerta detrás de mí y lo seguí hasta la puerta de nuestra mansión y abrió la puerta del asiento del pasajero del nuevo modelo de su Jaguar XKR para mí.

—Gracias. —murmuré y me senté. ÉL cerró la puerta después de mí antes de meterse en el asiento del conductor.

—Le he pedido a mi diseñador de Givenchy que recoja algunos vestidos para ti, así que vamos a ir a su boutique ahora mismo.

—Está bien... —dije

Me preguntaba, ¿sería muy descortés poner la radio sin preguntarle primero o estaría bien? Antes de que pudiera preguntarle, prendió la radio como si leyera mi mente.

Nos tomó veinte minutos llegar al lugar. Sí, sí conté.

Caminamos adentro de la boutique, que tenía un interior negro matte con luces de oro que hacía parecer todo muy lujoso.

—Justin, ¡ahí estás! —un chico con manchitas en la cara vino y abrazó a Justin, luego me miró.

—Y veo que te has convertido en un hombre suertudo porque ella es hermosa...—el chico dijo mientras me miraba para luego tomar mi mano y besarla.

Creo que es gay.

—Soy Ian por cierto, y no te preocupes, no estoy coqueteando, me gustan mas los chicos que las chicas. — me dijo y me guiñó el ojo, haciéndome reír.

Me caía bien.

—Ven, te mostraré los vestidos que tengo para ti. —luego de decir eso entrelazó nuestros dedos y me guió hasta la siguiente habitación mientras Justin nos seguía.