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18| Oficialmente Señora Jefa

Justin

—Scarlett, ¿puedes calmarte, por favor? —dije.

Estaba sentada a mi lado en el sofá de mi despacho, cuando almorzó, no dejó de molestarme para decirle de qué trataba la reunión.

Realmente no se lo dije, pero le comenté que Brandon asistiría y había estado volviéndose loca desde entonces.

—¿Pero por qué llamaste a papá? —comentó y rodé mis ojos juguetonamente hacia ella.

—Es un socio de negocios muy importante, Scarlett, necesita estar allí cuando se produzca un cambio tan enorme —le dije.

—Me estás poniendo nerviosa —comentó y yo suspiré antes de acercarme a ella.

—Créeme, tu papá estará orgulloso de ti —le dije y le guiñé el ojo, y se cubrió la cara con ambas manos.

—¡Eso me pone incluso más nerviosa! —su voz salió amortiguada y reí.

—Estarás bien... —dije y aparté las manos de su cara.

—Confía en mí —susurré y picoteando sus labios.

—Está bien —suspiró.

Justo cuando estaba a punto de inclinarme para besarla, Samanta irrumpió y Scarlet jadeó suavemente.

—Te despediré si vuelves a entrar en mi oficina sin llamar, ¿entendido? —dije con los dientes apretados, y podría decir que intentaba no rodar los ojos con todas sus fuerzas.

—Están haciendo la reunión en la sala de conferencias, te están esperando —dijo.

—Está bien. —Me levanté y Scarlett hizo lo mismo. Sostuvo mi brazo entre sus manos y salimos de la oficina, pasando con Samanta a la sala de conferencias.

Scarlett había estado tan nerviosa por la reunión desde esta mañana, le tomó una hora entera escoger un vestido y creo que ella no habría estado lista si no la hubiese convencido de que el vestido blanco de cuello halter era perfecto.

Puse mi brazo sobre sus hombros mientras abría la puerta de la sala de conferencias y la acompañé. Todos, incluido Brandon, se pusieron de pie para saludarnos. Saqué la primera silla que estaba justo detrás de la mía para Scarlett y la hice sentarse en ella.

Ni siquiera miró a Brandon en ninguna ocasión. Comencé la reunión después de que Samanta entrase y cerrase la puerta.

—Desde el establecimiento de Bieber Enterprises and Co, el director ejecutivo de esta compañía siempre ha sido un hombre. Y cada uno de los directores ejecutivos ha dado el cuarenta por ciento de sus acciones a sus esposas cuando se casaron... Ha sido una costumbre —dije y Scarlett me miró.

» Pero cuando mi padre me estaba entrenando para ser el próximo CEO,  me dijo que rompiera la costumbre... Tal vez porque pensaba que nunca me casaría —bromeé haciendo reír a todos.

» Bueno, yo también pensé eso hasta que apareció en mi vida esta gloriosa dama —señalé a Scarlett y ella se sonrojó como el color que indica su nombre.

Miré a Brandon y él estaba sentado allí con el ceño fruncido en su rostro.

» Pero ya he roto una costumbre estableciendo amistad y asociación con los López, así que decido no romper otra costumbre, solo hacer algunos cambios en ella —mencioné—. Los he reunido a todos aquí para anunciar algo muy importante. Hasta ahora, he tenido todas las acciones que obtengo, pero a partir de ahora, Scarlett tendrá el sesenta por ciento de las acciones que gana Bieber Enterprises y yo tendré cuarenta —comenté y ganándome varios jadeos.