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20| Utilizado por ti

Justin

—Todavía no entiendo por qué nos estamos mudando aquí y no a tu mansión, pero eso no importa porque solo quiero estar contigo —dijo Selena mientras me preparaba para el trabajo en el tocador.

No respondí porque mi mente ni siquiera podía entender lo que estaba diciendo, estaba allí en mi mansión pensando en lo que Scarlett estaba haciendo en este momento.

No la he visto en dos días desde que estuve pasando tiempo con Selena y yendo con ella a los doctores.
Ni siquiera había ido a trabajar durante dos días por eso.
Pero hoy finalmente seré libre y veré a Scarlett. Podría haber pasado dos días, pero me sentí como un año sin ella... un año sin lluvia.

—Cuídate y come a tiempo —dijo Selena.

—Lo haré —sonreí.
—Pareces estar de muy buen humor hoy —dijo y me encogí de hombros.

Finalmente veré a mi esposa después de dos días tengo que estar de buen humor

—Por favor descansa, no quiero que te canses sin razón alguna —dije y ella asintió con la cabeza antes de besarme.
Tuve que besarla.
—¿Vendrás a casa temprano? —preguntó ella después de retirarse y me encogí de hombros.
—No sé, no puedo prometer nada ahora mismo —dije mientras bajaba las escaleras.

—Te vas tan temprano también, son como las 8 am en este momento —dijo.

Eso es porque tengo que ir a ver una cara bonita antes de comenzar a trabajar.

—El trabajo está estresado en este momento —dije.
—Vale nos vemos luego —dijo ella.
—Sí, adiós —dije y salí de la casa.

Literalmente corrí al auto como un animal enjaulado que acaba de recibir su libertad.

—Conduce a casa Henry —dije cuando llegué.
Sonrió ante mi emoción y asintió.
—Sí señor —dijo y comenzó a conducir.

Mi rodilla siguió rebotando durante todo el viaje en coche ya que no podía esperar para verla. El coche ni siquiera se había parado por completo cuando salí y corrí a tocar el timbre de la casa. Justo cuando mamá Jan abrió la puerta, la levanté y la hice girar haciéndola reír.
—¡Mamá Jan! —chillé de alegría como un niño.
—¡Justin! bájame, cariño, no estoy en edad de dar vueltas —se rio y la coloqué antes de abrazarla.
—Te extrañé —dije.
—Yo también te eche de menos querido —dijo ella.
—¿No le has dicho a Scar que estoy aquí, verdad? —dije.
—No, por qué iba a estropear su sorpresa —dijo y sonreí.
—¿Ella todavía está durmiendo? —pregunté y ella asintió.
—Eso es aún mejor, voy a despertarla —dije y corrí escaleras arriba a su habitación.
Abrí la puerta suavemente y la cerré detrás de mí. Scarlett dormía plácidamente en un grupo de edredones. Me quité los zapatos y me puse encima de ella antes de poner besos de mariposa en toda su cara. Su nariz se arrugó de una manera linda cuando besé la punta de su nariz haciéndome reír.

—Despierta Cenicienta —dije, le picoteé la frente.

Ella se movió debajo de mí y sus ojos se abrieron. Se ensancharon y sus labios se curvaron en una sonrisa cuando me vio.

—¿¡Justin!? —dijo ella y sus manos se acercaron a mis mejillas.

—Hey —sonreí y la besé.

Está bien, me he perdido esto más de lo que creía que lo haría. Levanté el edredón un poco para poder meterme debajo con él. Gruñí cuando mis manos se inclinaron para acariciar sus piernas y descubrí que solo llevaba un par de pantalones cortos spanx
El señor me está probando ahora mismo.
Ella soltó una risita y se retiró después de un rato y coloqué mi cabeza sobre su pecho.