Cap 5

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Me giro y me encuentro con Spencer.  Y le contesto sin mirarle

— mientras sea los zapatos y no la ropa no creo que haya muchos inconvenientes —comento con tono burlón

Él da una sonora carcajada y se sienta al lado mía

— que haces aquí?  Parece que me persigues

— tenía que venir con Eduardo a ver si un barco era adecuado para salir a mar.  Y tú?  Si no mal recuerdo saliste con tu prima y mi hermana

— supongo que pensamos distinto mi prima y yo y acabé marchandome

— muy rebelde de tu parte—murmura con gracia

— te estás riendo de mí príncipe Spencer?  —pregunto levantando una ceja

— no osaría a hacerlo —responde fingiendo temor

Yo le pego un leve empujón que hace que se ría

— quieres que te muestre un poco de mi isla? 

— si insistes.  Algo tendré que hacer

Me ayudó a levantarme y caminamos ambos en silencio.  Empezamos a ver monumentos de la ciudad y él me comentaba algo.  Entre risas pasamos la mañana y ya era hora de almorzar

— volvemos al castillo para almorzar? 

— prefiero quedarme por aquí.  Si te soy sincera no amo el castillo

Spencer empieza a reír y yo le doy un leve empujón para que se calle

Lo agarré de la mano y nos metimos en el primer restaurante que vi

— príncipe Ross,  desea una mesa para dos? —pregunta más que nos ve entrar

—no, si te parece me siento en el suelo—murmuro con sarcasmo. Y Spencer suelta una carcajada ya que me escuchó.

Él asiente con la cabeza ya sin reírse pero todavía con una sonrisa en su cara.

Cuando nos sirvieron ambos comíamos en silencio pero él lo rompió

— cuéntame algo sobre tí,  no se mucho

— no hay mucho que contar,  vengo de Los Ángeles,  tengo veinte años y estaba estudiando periodismo.  Llevaba dos años de carrera

— pero por qué lo dices en pasado?  Es que ya no estudias? 

— me obligaron a dejar mi carrera —digo mientras miro hacia el plato de nuevo y me cae una lágrima salvaje que limpio con disimulo

— no te pueden obligar Laura.  Tienes veinte años,  nadie ejerce poder sobre tí

— así es supuestamente.  Pero la carrera es cara y no tengo dinero suficiente

— puedes estudiarla aqui.  No sería problema.  Correría yo con todos los gastos —dice muy caballeroso

— muchas gracias pero no.  No me perdonaría hacerte pagar por algo que ni te viene ni te va

— pero... —iba a replicar pero no lo deje

— sin peros ni peras.  El no es rotundo y definitivo.  Fin de la discusión

Cuando terminamos de comer Spencer tenía que volver al castillo así que tuve que volver a esa mazmorra de la Edad Media

— bueno,  me tengo que ir.  Me esperan —dice una vez en la entrada del castillo

— bien.  He conocido algo de la isla,  gracias por lo de hoy

— de nada —me da un beso en la mejilla y se marcha

This Is MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora