cap 13

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Todo el mundo se fue de mi habitación y me quedé sola.  El mundo se me estaba viniendo abajo en segundos.  Antes parecía lejano el día pero hoy lo tengo al lado mía.

De repente entro mi mejor amiga en mi habitación

—lista mejor amiga? —pregunta alegre aunque sé que intenta camuflar su enojo

Ella va vestida con un vestido burdeos corto y la parte de atrás más larga de escote de corazón y un cinturón plateado en medio.  Unos tacones beige y un collar con forma de triángulo de piedras preciosas que le prestó Thalia.  Y el pelo lo llevaba echado hacia un lado con una trenza de soporte. Y va perfectamente maquillada.

—nunca lo estuve—le respondo

—tranquila,  seguro que serás una reina estupenda

—ese es el caso,  no quiero serlo.  No quiero casarme Celeste

—cariño mío,  hoy es el día no puedes dejar plantado a Spencer,  él no tiene culpa.  Cuando pase un tiempo,  mira a ver si puedes divorciarte

—aunque me divorcie tendré este país

—se lo das a Spencer que dudo que quiera que lo vendas a alguien más.  Y mira lo positivo,  quizás te enamores

—lo dudo

Unos golpes en la puerta nos hace detener nuestra conversación.

—chicas,  siento interrumpir vuestra charla emotiva pero mi mejor amigo se está empezando a poner nervioso—dice Dan mientras asoma la cabeza por la puerta

—ya vamos Daniel—exclama malumorada mi amiga

—como sabes mi nombre? —exclama sorprendido

—no hay que ser un lince,  sherlock—bufa molesta

Yo me empiezo a reír de su conversación tan profunda

—de que te ríes? —dicen los dos al unísono

—aquí hay tema para rato—paso por su lado y al ver que no me siguen me doy la vuelta—vamos,  que me tengo que casar

—mira que eres bipolar—susurra mi amiga pero la oigo

—te he oido

—ese era el plan

—ya claro—contesto con sarcasmo

Llegamos a la puerta de la carpa y allí estaba Damiano para llevarme al altar.  Yo me negué en rotundo pero Celeste me hizo entrar en razón ya que sería muy raro que no entrase con él y se crearía una polémica.

Mi amiga me desea suerte y entra antes que yo al igual que Dan.

Damiano quería hablar pero le detengo

—no me hables.  No estás aquí por deseo mío,  sino por esa vieja que le encanta jod*rme

Él se sorprende pero no dice nada.

Cuando escuchamos la marcha nupcial decidimos entrar.

Al ver a tantas personas presente y tanta prensa creía que me desvanecía así que intenté mirar todo el tiempo a Spencer que me miraba con cara de disculpa.  Yo solo forzaba una sonrisa.

Cuando llego me susurra un estás preciosa y luego nos ponemos frente al cura

—queridos hermanos,  estamos aquí para... —el cura comienza su aburrida charla.

Yo miro a mi amiga que pelea por lo bajo con Dan a un lado nuestra sin escuchar el cura.  Sonreí inconcientemente por solo verlos.  Al notar mi mirada ambos se ponen rojos y fingen que prestan atención.

Miro a mi prometido y veo que está escuchando muy seriamente al cura.  Pero luego nota mi mirada y cuando me mira me ofrece una pequeña sonrisa de consolación.

Miro un poco detrás mía y puedo ver a la reina y el rey escuchando la misa y mis padres sentados en la otra fila de sillas sin prestar mucha atención.

Miro al cura e intento escuchar sus palabras

—y todos los bienes de uno pasan a ser de ambos.  Ahora procedamos la parte final. 
Príncipe Spencer D' Amico Bianco de Golden Dreams aceptas a esta mujer como esposa para amarla y respetarla,  en lo bueno y en lo malo,  en la salud y en la enfermedad,  en la riqueza y en la pobreza todos los días de tu vida?

—acepto—murmura sin pensar

—princesa Laura Marie Marano Rossetti de Avalon—eso me dejó un poco rallada pero preferí no intervenir—aceptas a este hombre como esposo para amarlo y respetarlo,  en lo bueno y en lo malo,  en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza todos los días de tu vida?

Me quedé callada durante unos minutos,  durante todos los días de tu vida son muchos y yo no quiero esto para mí.  Esto no es mi felicidad.  Estoy sobre poniendo algo a mí y mi felicidad.  Yo no puedo con esto.  No quiero.  Doy unos pasos hacia atrás alejandome de Spencer,  él pone cara de alarma. Una lágrima silenciosa corre por mi mejilla pero no me pongo a detenerla.
No quiero casarme y quiero gritarlo a los cuatro vientos pero tampoco le puedo hacer esto a Spencer,  no se lo merece.

En ese momento entra alguien con respiración dificultosa en la carpa y cuando me giro mi mundo se me cae encima.
Él está aquí

Nuestras miradas se unen y me pierdo en él.  Estoy enamorada de ese hombre no del que tengo al lado.

Brad mueve la boca gesticulando un "cásate, acepta" pero yo no puedo hacerlo cuando mi corazón le pertenece a él y no a Spencer.

Me giro y veo a Spencer que tiene la mirada gacha y no su típica sonrisa de burla.  No puedo hacerle esto a él.  Encontraré mi manera de ser libre pero no puedo dejarle en ridículo.  Sé que luego me arrepentiré pero... Todo por él

—acepto—susurro

Todos se sorprenden ya que creen que diría que no.

Miro a Brad que me mira con una sonrisa y yo le vocalizo un “te amo” que me devuelve

—por el poder que se me ha otorgado yo los declaro marido y mujer,  puede besar a la novia

Nos acercamos y nos damos un pequeño pico

—os presento al rey Spencer D'Amico y a la reina Laura Marano de D'Amico

Toda la carpa estalló en aplausos y flashes.  Yo solo miraba a Brad en la distancia.

Espero haber hecho lo correcto.

Rápidamente se me acerca Celeste y me abraza efusivamente

—jolín tía,  que susto.  Pensé que dirías no y te irías corriendo en plan película y te irías con Brad—bromea

—pensé en decir que no,  te lo admito.  Pero no pude dejar en ridículo a Spencer,  él no se merece eso.

A los segundos se me acerca Thalia y me dice prácticamente lo mismo.  Y luego todas mis amigas pero ellas no saben que esto es falso.

Después de saludar y todo eso salimos a hacernos las fotos dejando a los invitados hablando y que cambien de carpas.

Ambos íbamos, caminando en silencio

—pensé que me dirías que no—susurra Spencer

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