Cap 22

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Al salir a la entrada puedo ver a los periodistas en la entrada yo solo puedo plantar una sonrisa falsa y montarme directamente en el coche.

A los cinco minutos siento como Spencer se sienta a mi lado pero no giro a comprobarlo

—que te ocurre? —me pregunta al rato

—no me pasa nada,  no te preocupes Spencer —murmuro aún sin mirarle

Él simplemente lo deja pasar ya que o piensa que no me sacará nada o que no le importo y pasa de ello.

Luego de una media hora de trayecto en un silencio ensordecedor llegamos al puerto donde hay mucha prensa fotografiando un absurdo barco.  Nunca entenderé este mundo.

Al notar nuestra presencia empiezan a fotografiarnos a nosotros pero no les prestamos atención hasta que llegamos al dueño de tal barco.

Primero posamos junto a él para luego estrechar la mano con Spencer y besar la mía

—es un gusto conocerlos en persona sus majestades

—gracias Fermín —le digo sonriendo

—y cuéntenos sobre este barco? —empieza a hablar Spencer con su voz de trabajo mientras entramos en el barco

—este barco... —y es hasta ahí que lo escucho ya que dejo de prestar atención en lo que hablan.  Solo miro los alrededores y hago la que estoy atenta.

Cuando llegamos adentro de un camarote?  Yo que sé.  Puedo comprobar que hay muchas más personas.  Y solo faltamos sentarnos nosotros en esta enorme mesa.

Allí también hay mujeres muy elegantes vestidas que me saludan con una reverencia pero sobre todo hombres,  la mayoría viejos,  para qué negarlo?  que me saludan con un beso en la mano.

Al sentarnos al lado del anfitrión siguen con su aburrida charla mientras traen el almuerzo?  Pero dios,  que hora es?  Creo que vomitare como coma algo,  acabo de desayunar.
Cojo disimuladamente mi móvil y noto que son las doce ya.  Pero tengo que almorzar ya?  Según tengo entendido en Europa se come a otras horas no? 

Delante mía plantan unas tartaletas con caviar pero no tengo hambre en absoluta.

Miro a Spencer diciéndole con la mirada que no puedo comer pero él solo me obliga con su mirada.

Lentamente me lo meto en la boca aguantándome una arqueada que me entra.

Con mucho trabajo consigo acabarme el entrante.

A los minutos se llevan los platos para traer un cangrejo?  Esto es un barco para viajar o un barco pescador?  Este no sabe que es la carne de animal?  Esto igualmente me lo como con trabajo aguantándome las ganas de vomitar que me entran. 
No quiero montar el espectáculo más mi regreso.

Al terminar me echo hacia atrás en la silla y respiro hondo

—y dime reina,  que le parece mi barco? —me pregunta el anfitrión que ya no me acuerdo ni como se llama,  eso me pilla desprevenida

—oh,  me parece un barco espectacular y precioso—digo lo más básico que se dice cuando te pregunta alguien sobre algo

—y de este manjar?  Espero que esté a su nivel

—exquisito —miento,  no puedo decirle que no la saboree porque estuve entretenida en no vomitar

Ellos siguen con su charla y yo vuelvo a respirar tranquila.

De repente veo como traen una enorme tarta de nata y las ganas de vomitar vuelven a estar presentes

—Spencer,  me están entrando ganas de vomitar—le susurro cuando veo que no está hablando con él

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