—em, y en dónde será la boda? —pregunto apartando la mirada
—donde quieres?
—aquí, en el jardín
—veo que es tu parte favorita de palacio
—el resto es como de la edad media, no me puedes reprochar
—bien, entonces aquí será. Pondremos carpas
—pues venga, tenemos tres semanas para organizar todo—digo mientras me pongo en pie—empecemos por llamar a una organizadora de bodas
Él rie y se levanta conmigo
—creía que no querías casarte
—y no quiero pero no voy a permitir que mi única boda sea un desastre y menos con prensa
Spencer me guía hacia dentro del castillo y nos paramos frente a una puerta, me deja pasar primero y compruebo de que es un despacho.
Tiene a ambos lados estanterías llenas de libros, justo en frente de la puerta un escritorio de roble y detrás de él un balcón.
Me pongo detrás del escritorio y me siento en la que debe de ser su silla y doy un par de vueltas. Spencer me mira divertido
—que desea sr. D'Amico? —pregunto divertida
—no sé, buscaba mi despacho pero me habré confundido—me sigue el rollo
—oh bueno, pues se equivocó usted
—esta segura srta. Marano? —pregunta mientras se acerca a mí
—segurisima
Él llega a mi lado y empieza a hacerme cosquillas
—para—exijo entre risas
—admite que este es mi despacho srta. Marano
—nunca—exclamo entre risas
—hasta que no lo hagas no pararé —me responde divertido aumentando la cosquilla
—va, va, lo admito lo admito. Este es tu despacho
En ese momento para las cosquillas y se pone derecho
—muy bien, ahora vamos a hacer lo que vinimos—dice con una sonrisa
Coge una silla que había frente al escritorio y la pone al lado mía para poner luego un ordenador frente a nosotros .
Ambos buscamos durante diez minutos y cuando encontramos la adecuada decidimos llamar
—llamo yo—me dice Spencer con el móvil en la mano marcando el número
—oh, claro que no—le digo para luego arrebatarle el móvil de las manos
—hey, eso es mío. Si querías un móvil nuevo solo tenías que pedirlo
—me gusta más el tuyo—le saco la lengua y me levanto para salir al balcón.
Desde allí se puede observar parte del jardín. Cojo el móvil y le doy a llamar ya que ya había puesto los números
—si? Habla Isabella Swan
—buenos días, soy Laura Marano. Me gustaría contratarla para la organización de una boda
—oh claro, dígame cuando podríamos reunirnos usted y su pareja
—le parece bien a la hora de almorzar, las tres en el restaurante italiano que hay al lado del puerto?
—claro, allí estaré . Por quién pregunto cuando llegue?
—por Laura Marano
—muy bien, hasta luego
Cuelgo el teléfono y me giro para encontrarme al príncipe apoyado en el marco de la puerta con una sonrisa
—aquí tiene su móvil caballero, no soy ninguna ladrona
—no sé que decirte, primero mi despacho y luego mi móvil. Luego que? Mi coche?
—uhh, tienes coche? Eso si que es mío
Él suelta una carcajada
—a las tres en el restaurante italiano que está al lado del puerto. Reserva a mi nombre sí?
—bien—dice rodando los ojos
Ambos nos encontramos en el coche de él porque dice que no quería ir en limusina
—y me permitirás hablar o también tengo que dejarte hablar solo a ti? —pregunta burla
—em... No lo sé la verdad—me burlo ahora yo
Cuando llegamos, nos sentamos rápidamente ya que por supuesto es el rey y una amiga hasta que se enteren mañana que soy su prometida.
Charlábamos de trivialidades cuando veo que una chica se acerca a nosotros
—no me digas que tu eres Laura Marano y él, el principe Spencer tu futuro esposo? —dice sin saludar
Ambos nos levantamos y estrechamos las manos
—así es, nos sentamos? —ofrezco
La chica no era como me lo imaginaba. Es de estatura media, morena con las puntas azules y los ojos azules claros. Ella pálida como la nieve.
—bueno, me presento, soy Isabella Swan—dice una vez sentada—de precios y eso no voy a hablar ahora mismo porque creo que es lo que menos os importa cierto?
Yo dije no pero Spencer dijo que sí. Nos miramos y negamos las cabezas divertidos
—bueno, dejemos los precios entonces—respondo
Pedimos la comida cuando vino el camarero interrumpiendonos
—y díganme, dónde será?
—en el jardín del palacio, pensamos poner unas cafpas
—oh, eso quedaría de maravilla. Una boda por la tarde y luego que vaya anocheciendo. Las fotos quedarían preciosas
—así es, he pensado en dos carpas. Una para la ceremonia y otra para el combite —opina Spencer
—obviamente ha de ser así. Y diganme de cuántos invitados estamos hablando?
—no lo sabemos con exactitud pero bastantes —responde él por mí
Y así no la pasamos toda la hora del almuerzo y parte de la tarde organizando en general la boda.
Cuando por fin llegué a mi habitación me lancé de espaldas a la cama pero cuando miré el reloj me di cuenta de que ya mismo sería la hora de la cena.
Rápidamente me metí a ducharme y me cambié por un vestido azul oscuro de encaje y manga larga junto a unos tacones marrones claros.
Me hice una trenza de espiga y maquillé como pude.Saliendo de la habitación me encontré con Eduardo y mi prima
—buenas noches, Laura. Estás bellísima —me adula Eduardo
—muchas gracias, tu igual
Paso por su lado ignorando a mi prima cuando me agarra de la muñeca
—deberíamos hablar—dice a mis espaldas con voz apenada
—no lo creo, que tu te sientas culpable es otra cosa—digo mientras tiro de mi muñeca para soltarla de su agarre
Camino a paso rápido hacia la sala, cuando entro me siento en mi lugar y no me da tiempo de esperar ya que entran rápidamente Eduardo y Vanessa. Detrás de ellos está Thalia y Spencer.
Nos sentamos todos y de repente entra una reina furiosa y un rey intentando calmarla. Yo solo sonrío porque supongo sus motivos.
—alguien sabe que les pasó a los de la orquesta? Precisamente a los de las trompetas? —pregunta la reina mirándome fijamente mientras sus ojos reflejaban furia
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This Is Me
FanfictionUn compromiso obligado con motivos secretos; un príncipe apunto de ser coronado rey; una chica de Los Ángeles que vive la vida a lo loco... Él es de una isla que pocas personas conocen. Es educado y culto, con sus objetivos en la vida muy claros. E...