Robbers S.M

26.Bueno y malos vicios

Capitulo 26

Shawn:

Estaba dispuesto a esperar lo necesario, estaba dispuesto a esperar toda una vida hasta que Lya se sintiera segura de estar conmigo completamente. ¿Qué si lo deseaba? Claro que deseaba estar con ella, claro que deseaba que fuéramos uno solo.

Había tenido sexo con otras mujeres, con muchas mujeres para ser exactos, no era una blanca paloma, ellas venían y no podía rechazarlas, pero jamás pasaba de una noche, solo con Melanie, esa mujer era tan buena en la cama, recuerdo la primera vez que la conocí.

―Hey Shawn―me dijo James era la primer semana en el colegio

―¿Qué quieres James? ―Estábamos desayunando

―Nora dice que te quiere presentar a alguien

―No estoy interesado en sus amiguitas por el momento James, Nora quiere que alguien me amarre, como a ti―voltee los ojos

―Idiota, deberías verla, es una chica muuuuy linda―alzo las cejas

Yo solo lo mire curioso y me lleve un trozo de emparedado a la boca

―De echo... Aquí vienen ―miro por encima de mi cabeza

Nora me dio un golpe en el hombro, era señal de que me comportara

―Hola amor―saludo a James quien sonrió como tonto al verla

No entendía como era posible que a James le cambiara la cara en un segundo, podía estar del peor humor del mundo y cuando veía a Nora todo era diferente, todo cambiaba, ella lo hacía estar en paz y parecía que yo jamás iba a encontrar a alguien así

―Mira Shawn, ella es Melanie―Movió la cabeza en dirección a la chica

Era de esas que te quitan el aliento en un segundo de lo buenas que están, era alta, cabello rubio hasta los hombros, ojos azules y tenía unas piernas que con esa falda que traía podían hacer que cualquier conductor se estrellara en el primer árbol.

―Hola―Le sonreí―soy Shawn―extendí mi mano

―Melanie―Sonrió y la verdad era que tenía una sonrisa muy linda

―Siéntate―hice espacio a un lado de mí. ―Entonces ¿de dónde se conocen? Señale a Nora con la cabeza

―Estamos en la misma clase

Supe que la chica no era de esas mujeres de fiar a los cinco minutos de la conversación, cuando pestañeo en mi dirección incontables veces

Me fui sin rodeos

―Eh Mel ¿quieres ir a mi departamento este fin de semana?

Estaba dispuesto a reírme después de la cachetada que espere que me diera la chica, pero en su lugar recibí una sonrisa, enseguida ella se paró y dijo antes de marcharse

―Falta mucho para el fin de semana

Yo fui detrás de ella y nos saltamos todas las clases que faltaban.

Así empezó todo, estuve con otras antes de Melanie, durante Melanie y después de ella.

Hasta ahora, que había llegado la chica que me había atrapado de verdad y que me hacía estar seguro que no iba a haber nadie después de ella.

Lya estaba dormida, pude contemplar las pecas de su espalda, parecían una constelación y me habría gustado mucho trazarlas todas con mis dedos, pero ella se movió y enseguida pude ver esos ojos verdes que tantas veces veía en sueños