Robbers S.M

4.Demasiado habladora

Capítulo 4

Shawn:

Al salir de la habitación no pude evitar sonreír por todas las palabras que me dijo esa niña, demasiado pequeña y parlanchina para mi gusto, a pesar de tener unos ojos verdes demasiado hermosos, parecía un ángel, un ángel de esos molestosos que siempre están hable y hable.

Alguien me saco de mis pensamientos

―¿Cómo está?. ―pregunto James algo nervioso

A James siempre le habían dado miedo los accidentes, la sangre y ver a la gente sufrir, a pesar de todo lo que ya habíamos pasado podía ver en sus ojos el miedo que le daban las cosas relacionadas con la muerte, aun no podía entenderlo siendo lo que éramos

― ¿Cómo está? Para mi gusto demasiada habladora. ―dije caminando al auto.

―sabes a que me refiero. ―dijo caminando detrás de mío

―está bien. ―me detuve ―pero creo que el golpe le afecto la cabeza, en serio habla mucho.

―Es muy bonita. ―dijo con una sonrisa en el rostro

―Hay mejores James―dije despreocupadamente subiéndome al carro que había estacionado muy cerca de la entrada

"y es de las buenas" –pensé.

Me había relacionado con todo tipo de gente, había hecho cosas de las cuales no me siento orgulloso y otras tantas que si son dignas de publicarse, sabía como era la gente buena y lo sabía porque... yo era todo lo contrario a ellos.

A pesar de que era martes, nos habían dado toda esta semana libre en la escuela, primero porque a cierto genio se le ocurrió inundar el gimnasio, después los maestros tenían juntas académicas, así que íbamos a tener todo el fin de semana sin tareas y sin hacer trabajos escolares y no escolares. James y yo nos aburrimos mucho así que nos la pasamos todos los días jugando a la Xbox y tomando cerveza en mi departamento, y aunque el tenía su propio departamento la mayoría del tiempo se la pasaba aquí, conmigo.

No sabía que lo emocionante vendría al el lunes en la mañana.

Lya:

Me gustaba mucho estudiar, quiero ser maestra de kínder, me encantan los niños y siempre había sido una alumna destacada para poder obtener los créditos y así no tener que depender de mi madre para los gastos de la universidad.

Mi papá murió hace 7 años. Iba camino a casa con un pastel de chocolate ya que era mi doceavo cumpleaños. A veces pienso que fue mi culpa por el simple hecho de que tomo el carro, para ir a comprarme algo. Se impactó contra otro carro, y murió al instante, eso es lo único que me consuela, el saber que no sufrió.

Mamá se deprimió por varios años, ya que antes del accidente de papá éramos una familia feliz, no teníamos de sobra, pero tampoco nos faltaban cosas, así que yo tuve que cuidar a mis hermanos menores, Annie de 8 y Ricky de 12 (Lo que más me duele de todo es que Annie no tiene recuerdos del gran ser humano que tenía como papá) . Después ella busco a alguien que le pudiera dar la felicidad que papá le daba y encontró a Alfred, quien ha vendido más de la mitad de las cosas que teníamos en la casa para gastárselo en borracheras.

Hay una cosa que jamás dejare ir y es la vieja guitarra que papá tocaba todos los días en el patio de la casa, mientras yo me sentaba a escucharle cantar por horas. Era un gran cantante y compositor.

Íbamos llegando al departamento de Ian que a decir verdad estaba muy cerca de mi casa y sabia aunque el me lo negara una y mil veces que no era coincidencia que viviéramos muy cerca, siempre quería cuidarme, tenía un ángel en el cielo y uno en la tierra. 

― ¿Te sientes bien hermosa? Creo que deberías descasar en mi casa, sabes que te puedes quedar aquí el tiempo que quieras.

―me encantaría pero sabes que tengo que llegar a casa

―Lya

―Ian

―¿No te voy a convencer verdad? ―Hizo un mohín que estuvo a punto de convencerme de mudarme ahorita mismo con el

―Tengo que cuidar a mis hermanos, lo sabes

― ¿Cuando vas a entender que no son tus hijos Lya? tienen una mamá que tiene que cuidarlos ―dijo muy emocionado

― Lo sé Ian, pero si yo no los cuido ¿quien lo hará? ―me puse un poco triste y enojada, conmigo, con mamá, con mi padrastro, con todo el mundo.

―Ven, lo siento ―Me dijo dándome un abrazo y un beso en el cabello ―Es solo que me enoja que tengas que hacerte cargo de ellos cuando tu mamá se la pasa durmiendo y drogándose con mil medicamentos

―¿Y que puedo hacer? ―dije con resignación

―No lo sé...Encontraremos la manera amor ―dijo y después recordó algo―este lunes ya es tu primer día en el Central ¿Estas emocionada?

―Muy emocionada y nerviosa

― Te irá bien, eres la mujer más inteligente que conozco en el mundo―Dijo con un brillo en los ojos, como si de verdad lo creyera.

Etaba estudiando en una escuela, pero me dieron la oportunidad de cambiarme al Central Middle School, una de las escuelas más prestigiadas de la ciudad y con un nivel académico excelente, así que no dude en aceptarlo.

Tal vez después iba a arrepentirme...