¡Ya deja de mirarme!

11

Estoy en mi cama, no me han permitido levantarme en dos días, lo único que me consuela es que e estado a punta de pizza, Netflix y buena compañía.

Y con buena compañía me refiero a centro de madres y ah...
Scott.

A estado aquí por lo menos 12 horas de las 24 que tiene él día, me a traído apuntes y ese tipo de cosas. Hasta él momentos a sido todo un misterio para mi como es que los a conseguido ya que sólo compartimos una clase.

Que cosas no.

En fin, me a echo mas que una agradable compañía con su chistes, anécdotas y todo en realidad, con sólo mirarlo me siento a gusto. Pero al mismo tiempo me da como una sensación de que no es la primera vez que comparto con él, esa sensación se acrecentó cuando se despidió de mi él otro día y dijo esa frase aún indescifrable para mi persona. Sus palabras siguen rondando mi cabeza y no piensan abandonarlas en un buen rato.

No me atrevo a preguntarle a que se refería, me temo que su respuesta sea algo completamente diferente a lo que él fondo de mi corazón quiere escuchar.

Son las 11 de la mañana, todos se fueron a hacer sus cosas en esta casa, y no me vendrá a visitar nadie hasta incluso después del almuerzo a si que una siesta es la opción mas tentadora que tengo.
Dada las circunstancias por supuesto.

Me acomodo mejor y siento como él sueño empieza a surgir su hermoso y placentero efecto.

Despierto casi a las 14:30. Ni yo logro explicarme como fue que una simple siesta de media hora llego a esto. Pero bueno...

Me levantó y me doy una ducha rápida. Me visto con lo primero que encuentro y bajo a hacerme algo de comer.

Estoy en eso y la teoría que llevó desarrollando en mi cabeza vuelve a surgir. Es muy poco probable que sea cierta, pero técnicamente todo calza.

Hablo de que Scott pueda ser él niño del parque, realmente es demasiada coincidencia, desde lo que dijo la madre de Kim hasta lo que me dijo a mi cuando se despidió él otro día. Lo único que derribaba mi elaborada teoría era él nombre, él niño se llamaba Connor, si de eso estoy segura. A menos que Scott se allá cambiado él nombre pero eso es tan poco probable como que yo haga un poco de ejercicio algún día.

E tratado de animarme a misma a preguntarle, salir de la duda y dejar de torturarme. Pero las veces que e estado a punto de hacerlo mi cerebro prende la señal de alerta informando que en realidad no es muy buena idea que digamos.

Pero y ¿si resulta ser?. Si eso es así, yo sería la mas feliz del mundo. Pero y ¿si no?. Realmente pasaría él resto de mi vida comiendo helado y tratando de hacer que alguna especie de ser del mas allá me llevara lejos a una civilización tan avanzada que tenga la tecnología necesaria para borrar tan bochornoso acontecimiento de mi cabeza.

También estaba la posibilidad de que si sea él pero que no se acuerde de mi, o que no se allá dado cuenta que soy yo. Pero y si sabe, ¿por que no me lo a dicho?, según yo no hay nada que se lo impida. Ven eso pasa cuando estoy mas de un día sin hacer nada, empiezo a crear teorías conspirativas.

Si quería dejar de pensar estas cosas debía crear algún tipo de plan como para que por ultimo se dejara en evidencia solo. Algo sutil pero útil.

Quizás si le cuentas la historia o le das indicios de ella lo logres.

Muy buena idea conciencia hasta que algo mas que insultarme logras hacer.

Eso era, le hablara sutilmente a Scott sobre él tema, quizás le pregunte sobre su primera novia o que se yo. También podría decirle la razón por la que me gusta ir tanto a aquel parque. Podría llevarlo. Ahora que recuerdo él me pidió que lo llevará, de hecho quedamos de ir uno de estos días.

Lo malo de esto es qué no tengo la personalidad suficiente como para invitarlo yo. Tendría que esperar a que me envite o que se  acuerde.

La mini alarma con forma de manzana sonó y me informa que él queque que metí al horno antes esta listo, lo estoy sacando cuando llega un mensaje a mi teléfono. No le prestó mucha atención ya que muero de hambre. Vierto un poco de betún de chocolate arriba de mi hermosa creación y lo llevó hasta él sofá, me siento y enciendo él televisor. Estoy dispuesta a dar él primer mordisco pero él timbre de la puerta me interrumpe.

Abro y me encuentro con centro de madres, cada una con bote de helado, excepto Jessy que trae dos.

Nos sentamos todas en él sillón a deleitarnos con tal delecia, y de repente alguien mencionó a Scott.

Les cuento a las chicas lo que e estado pensando hace un rato y entre todas se miran para momentos después estallar en risas que no logro comprender.

—Por dios ¿ y hasta ahora te diste cuenta?—me dice Clare dándose viento con las manos, a parecer reírse de esa forma tan escandalosa hizo que le diera mucho calor.

—Si Lucy estaba mas claro—dice Kaysy con cara de obviedad—es cosa de mirarlo.

—y de mirar como te mira— dice Nat y las demás asienten.

—ya y según ustedes ¿como es que me mira?— les pregunte.

—con cara de amor—me responden todas al unísono.

—Cada vez que te mira le brillan los ojos, no hay que ser muy observadora para darse cuenta.—agrega Kim.

Quizás las chicas tengan razón, o quizás es otra de sus exageraciones.

También le conté él plan que tenia para descubrir si era él o no. Otro estallido de risas salio de parte de las cinco.
—¿por que no solo vas y le preguntas?—dijo Nat.

—por favor como si no la conociéramos—le respondió Jessy—lo mas probable que pase si es que hace eso es que salga corriendo.

Era verdad, en ese tipo de cosas yo simplemente era un cero a la izquierda.

Quedamos de acuerdo en que si llegaba a descubrir algo tenia que contarles inmediatamente.

De repente recuerdo él mensaje que llego a mi celular hace un rato y lo reviso. Una sonrisa surge en mi cara y al parecer todas se dan cuenta de quien es.

Scott: como te sientes Lucy?

A esto me refiero ¿como podía ser tan jodidamente perfecto incluso desde él celular?

¿Como podía con tan solo un mensaje hacerme sonreír como una tonta?