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        Él ultimo giro a la agujeta de mi zapatilla y listo, vuelvo a mirarme en él espejo y aún que no me gusta lo que veo no tengo de otra. Tomo mi bolso y echo un par de cosas dentro de él, entre ellas mi teléfono y algo de dinero.

Bajo las escaleras procurando pisar bien y con la esperanza de no caerme y no así poder arruinar él momento que viviré en los próximos minutos. Llego al último peldaño y una lucha interna se presenta, mi cerebro quiere que suba y me esconda en mi cama como una niña pequeña, pero esa cosa que tengo llamado corazón me hace seguir adelante hasta la entrada de mi casa, donde tomo mis llaves y un abrigo por si acaso. Me despido y salgo en dirección a la estación de buses que esta fuera del conjunto de casa en él que vivo. Aún me faltan 2 meses para obtener una licencia así que él transporte publico es mi única opción por él momento.

20 minutos me separan de la hora que la carta especificaba, creo que voy un poco tarde. Él bus demora 10 minutos en pasar, me subo; pago él pasaje de estudiante que por lo que me doy cuenta a subido nuevamente, tomo asiento al lado de la ventana y veo como los autos se ven pequeños desde la altura que él bus me da.

— esta lindo él dia. —me dice la señora junto a mi. Me giro y le respondo asintiendo, buscar conversación con una anciana de por lo menos 70 años no esta en mis planes por él momento. No vuelve a decir nada mas en todo él trayecto.

Llego a la estación del centro y me bajo, la locomoción sigue su camino y yo cruzo la ancha calle principal. Me empiezan a sudar las manos y no puedo dejar de pestañear.

Él centro a estas horas esta abarrotado de personas tratando de pasar al igual que yo. De seguro una camara aérea nos captaría como simples hormigas exploradoras.

La feria esta doblando la calle y como puedo notar una larga fila para entrar me espera.

15 minutos de escuchar la conversación mas que candente de los sujetos de adelante y las mas que desagradables masticadas de él tipo que come una hamburguesa detrás mio y por fin logro entrar.

Me siento en una banca que esta a unos metros de un puesto en él que venden algodones de azúcar. Son las 19:10, llegue 10 minutos tarde y aún así no lo veo por ninguna parte.

Una en estos casos por lo menos esperaría que sean puntuales.

Un vendedor de globos se me acerca, al principio reacciono con miedo pero el hombre se ve amable.

Me ofrece uno y lo rechazo lo mejor que puedo.

Revisó mi celular y no hay ni un mensaje o alguna llamada. Nada, miro en todas direcciones y a lo lejos se ve una cabeza rubia parado junto a la entrada.

Como no lo vimos ahí.

Vuelvo a tomar mi móvil y le marco.

-¿cuanto rato llevas ahí parado?

-¿Que?, ¿Lucy?, no te veo.

En ese instante se gira en mi dirección y le hago una seña con la mano.

-ah-se ríe y empieza a caminar-voy.

Él plan ahora es hacerme la difícil, eso me dijeron las chicas que hiciera, como todas han tenido novio excepto yo, me dieron como mil consejos de que debía hacer en estos casos.
Él chico se va acercando y mientras mas lo hace mi respiración se va a acelerando más y mas. Mis manos no deja de jugar entre ellas y mi pestañeo no cesa.

Él parece que esta tranquilo, o eso se ve desde aquí por lo menos. Sólo 100 metros lo separan de donde estoy y yo permanezco inmóvil en mi lugar.

Sinceramente no lo encuentro él punto a este encuentro, que quiere contarme ¿como fue su cita con Kendall?. Por que si es así traigo gas pimienta en mi bolso (regalo de Kaisy)  y no temo usarlo.

Él plan fracaso en él instante en él que sus ojos cruzaron miradas con los míos. ¿como es que después de tanto tiempo, siguen generando él mismo efecto incontrolable en mi?.

—Viniste—se apresura a decir mientras me saluda con un beso en la mejilla.

Me temo que eso produce un mas que leve color rojo en mis mejillas.

—si—.

—¿quieres jugar a algo?— me pregunta algo tímido—lo que tu quieras.

Me vi mas que tentada en decirle que si pero a lo que veníamos.

—en realidad vine a escucharte.

Al momento en que pronuncie esas palabras su rostro cambia a uno de nerviosismo puro.

—oh—dice alargando mas de lo debido ese gesto— esta bien.

—te escucho— le digo y pongo cara de persona enojada.

Te vez chistosa.

Silencio. Él muchacho de lindos ojos hablara.

—mira, te mentí—me dice y se rasca la cabeza.

No me digas, no me había dado cuenta fíjate.

pero no es que no allá querido decirte la verdad, es que me puse muy pero muy nervioso.—me desvía la mirada para luego mirar él piso.

—¿por que te pusiste nervioso?— ni siquiera se como fue que me atreví a preguntarle eso. Simplemente lo escupí y ya.

Su mirada vuelve a encontrarse con la mía, pero esta vez no hay nerviosismo en esta, no, hay como miedo, indecisión, como si estuviera peleando consigo mismo para contestarme.

—no es fácil de decir Lucy—.

—puedes decirme. Yo entenderé.

Mentirosa.

Esta bien puede que sea mentira, porque yo jamas entenderé como es que a alguien como él le pueda gustar alguien como "ella".

La verdad es que quería que me dejara en claro de una vez que no quería nada conmigo, no tenia caso seguir con esto, o con lo que sea que tuviéramos.

—se que puedo decirte—hace una pausa —es solo que no se como hacerlo.

Te mentí porque salí con Kendall ese día, querido amigo es muy fácil.

dime, en serio, te entenderé—.

—okey, ese día te mentí porque me puse nervioso, y hay una razón—vuelve a hacer una pausa pero esta vez para sostenerme la mirada como nunca lo había echó , de una manera decidida— me gustas Lucy, y me gustas mucho.

¡Ya deja de mirarme!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora