El baile estaba siendo más que divertido. No parábamos de bailar y reírnos. Baile con prácticamente todo el mundo, excepto con Laurent que apenas se digno a sacar a su pareja a bailar. Todas las canciones lentas eran para Jeremy y reservaba algunas movidas para el resto de mis amigos y amigas.
Pero la que mejor se lo estaba pasando, a pesar del pesimista de su compañero, era Gloria. Parecía una muñeca danzarina, no estaba quieta. Se había puesto un disfraz de princesa de cuento de hadas y yo era su hada madrina. Y cada vez que estaba cerca de mí, se paraba para darme las gracias por sacarla de su mundo de luchadores aburridos.
El resto de las chicas iban disfrazadas de una famosa cantante de punk, o al menos famosa para ellas porque yo no tenía ni idea de quién era. Se habían comprado los disfraces en aquella tienda del centro comercial, y la verdad es que no se diferenciaba mucho del resto de sus ropas cotidianas, excepto por la peluca rubia y la falda excesivamente corta, parecían las de siempre.
Los chicos, por lo contrario, si iban bien diferentes a como solían ser. Se habían puesto un traje negro con camisa blanca y corbata negra. También llevaban un sombrero. Decían que iban disfrazados de los “The blues brothers”. Yo lo único que agradecía de su vestimenta es que no me enseñaran los calzoncillos, eso era todo un cambio.
Otro gran cambio era Jeremy no me dejaba ni un segundo, bailaba conmigo todas las canciones, excepto cuando alguien me pedía bailar, en ese caso se iba con Laurent y nos observaban hasta que la canción terminara. Estaba tan acostumbrada a no tenerle cerca delante de tanta gente que esto me parecía un gran cambio.
En una de las canciones que bailaba con Jeremy, a mitad de la canción Gloria se acercó y dijo:
- ¿Te lo puedo robar?
- Pero solo un rato y donde pueda veros. – dije mientras la guiñaba un ojo.
Y ambos se pusieron a bailar, aunque Jeremy acepto de mala gana.
Me dirigía a por un refresco, ya que por primera vez en toda la noche, no tenía con quien bailar, cuando Laurent me cogió de la mano y me hizo girar como a una bailarina.
- ¿Me concedes este baile? – me dijo con su extraña mirada.
- ¿A caso tengo opción? – le estaba sonriendo para que no pareciera que se lo decía de mala gana.
- No. – y por primera vez desde que le conozco, soltó una carcajada.
Le miré extrañada y él no cambio su sonrisa. Me hizo girar un par de veces más.
- ¿Te han entrado ganas de bailar de repente? – le pregunte para que dejara de marearme.
- Te he visto sola y no he podido resistirlo. – me lanzó una sonrisa picarona y note como la sangre subía a mis mejillas. – ¿Te he dicho lo guapa que estar esta noche?
- No – dije tímidamente. Ahora sí estaba colorada de verdad.
- Pues lo estas.
De repente la canción cambio a una lenta, ni siquiera me dio tiempo para buscar a Jeremy, me cogió de la cintura y me acercó a él. Fue un movimiento algo posesivo por su parte, pero extrañamente, me gustó. Mi corazón latía tan deprisa que estaba segura que lo notaba a tan corta distancia. ¿Por qué me comportaba así? Era Laurent, el chico al que tan solo unos días atrás, odiaba.
Intentaba comprender el motivo de mi comportamiento a la vez que intentaba comprender porque me gustaba tanto que su mano estuviese en la parte baja de mi espalda obligándome a estar cada vez más cerca de él, ó porque me gustaba que su boca estuviese a escasos centímetros de mi oreja, echándome su cálido aliento y provocando que mi piel se pusiera de gallina.
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Soledad *[En Edición]*
Novela JuvenilTras la muerte de sus padres, Diana es mandada a un orfanato. Ella solo quiere que los dos años que le quedan para cumplir los dieciocho pasen lo antes posible para volver a su casa, pero pronto sus planes cambiaran cuando conozca a uno de los "raro...