Hoy me levanté más nerviosa que un flan. Se supone que Henry había llegado esta noche, así que hoy le conocería. Jeremy notó mi estado de ánimo.
Anoche, antes de dormir le conté todo lo sucedido con Laurent y como me sentí en su presencia, él se merecía sinceridad por mi parte y al final, acabo agradeciéndome que se lo contara. Así que él también sabía que Henry estaba aquí.
- Tranquilízate, te gustará Henry. – me dijo mientras me mecía entre sus brazos para intentar relajarme.
Eso ya me lo habían dicho antes, Lucia me lo dijo antes de irse. Y de repente, a los nervios se le unió el interés, interés de conocer a Henry y de saber porque todo el mundo decía que me gustará.
Y no tarde mucho en descubrirlo. Hoy desayune en el salón de arriba, ya se lo comunique en la cena de anoche a mis amigos normales y ellos lo entendieron. En cuanto entré, en lo primero que se posaron mis ojos fue en Laurent, tenía mucho mejor aspecto que ayer, estaba limpio y afeitado.
Hablaba con alguien, y una sonrisa se dibujo en mi cara en cuanto me fije en su acompañante. Parecía recién salido de una concentración de comic de star treck o algo de eso. Era delgaducho y algo desgarbado, todo un contraste entre tanto modelo. Parecía tener unos veinte y muchos, pero su vestimenta era de un chico de quince. Camiseta con un estampado de superhéroe y unos pantalones de pana de lo más horteras.
Cogí mi ya típico bol de cereales y me dirigí hacia la mesa en la que estaba Laurent con el que intuía que era Henry.
- Buenos días. – dije nada más llegar.
- Buenos días princesa. – me dijo Laurent demasiado feliz. – Te presento a Henry. Ella es la elegida.
- Diana. – dije yo ya que Laurent parecía querer omitir mi nombre.
- Vaya, no me habías dicho que era una princesa de verdad. – yo le tendí la mano para saludarle con un apretón pero él la cogió y me besó el dorso de la mano.
- Sí, pero está demasiado solicitada.
- Si, eso tengo entendido. Pues princesa, permitidme decirla que le ha salido un nuevo admirador. Estoy a sus servicios para lo que deseéis.
Justo en ese momento llegó Jeremy por detrás.
- Henry, ¿te digo lo que le paso al último que lo intento?
Me quedé atónita con el comentario, pero ellos sonrieron y se dio un abrazo con Henry y un gran apretón de manos con Laurent.
- No intentes entenderlos, son hombres. – me dijo Gloria que había llegado por detrás sin hacer ruido.
Casi se me cayó la bandeja al suelo del susto, ¿es qué todos iba a necesitar un cascabel? Henry con una gran destreza y rapidez lo cogió todo sin que se derramara ni una gota de leche.
- Vaya, ha sido impresionante. – le dije mientras me sentaba y dejaba la bandeja en la mesa, un lugar seguro.
- Donde quieras y cuando quieras, princesa.
Henry era simplemente genial, todo lo que decía y hacia, incluso las frases con doble sentido, te daban la sensación de estar hablando con un hermano.
- Bueno, ¿Y en que has estado metido este tiempo? – le preguntó Gloria a Henry.
- Ayude a convertir a un humano en el sur, y luego les ayude a exterminar una plaga de gusanos subterráneos. No hay nada más asqueroso que los gusanos… - dijo poniendo cara de asco.
Y gracias a dios que, de momento, todos los subterráneos que había visto eran gigantescos y de uno en uno, una plaga de algo repugnante me dejaría mal cuerpo durante meses.
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Soledad *[En Edición]*
Novela JuvenilTras la muerte de sus padres, Diana es mandada a un orfanato. Ella solo quiere que los dos años que le quedan para cumplir los dieciocho pasen lo antes posible para volver a su casa, pero pronto sus planes cambiaran cuando conozca a uno de los "raro...