Hermoso

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''Te mereces el universo y yo soy soló una estrella''

Conozcamos a Edgar. 

''Mi niño tú eres diferente y eso no es malo. Tú no eres malo mi amor'' Recuerdo aquellas palabras saliendo de la dulce boca de mi madre, mientras ella se cepillaba su largo cabello. También recuerdo como casi todos los días llegaba a casa llorando porqué en el colegio me molestaban. Mi mamá siempre me esperaba con sus brazos abiertos para consolarme, mientras que mi padre le molestaba que yo fuera tan débil. ''Mijo, usted es bastante grande para golpear a quien lo moleste. Llorar es para niñas y usted no es ninguna niña'' Desde niño fui de una estatura bastante grande y también nací con una vista algo pobre. Era el gigante ciego según los demás niños del colegio.

No tenía amigos pero no es porque yo no quisiera si no porque a la mayoría les asustaba estar a mi lado. Yo nunca le he hecho nada a nadie sin embargo había un grupo de niños que todo el tiempo me golpeaban o me quitaban las cosas. Mi mamá nunca aprobó la violencia y yo estaba de acuerdo con ella. Muchas veces ella fue al colegio para hablar con la directora o con quien fuera necesario para que parara todo el acoso pero nunca se detuvo y tampoco tenían dinero para cambiarme de colegio. Con el paso del tiempo yo crecí. Crecí en la soledad. Los abusos físicos terminaron pero los verbales continuaron. Los golpes duelen por un tiempo y te dejan una marca pero con el paso tiempo eso desaparece pero las palabras te marcan, se quedan incrustadas en tu subconsciente, dejan heridas más profundas.

Cuando entre a la preparatoria sabía que me iba a topar con personas muy diferentes pero aun así tenia el constante miedo al rechazo, así nunca hable con alguien. En ese tiempo descubrí que me gustaba dibujar y no se me daba mal, así que la mayoría del tiempo me la pasaba dibujando cualquier cosa. Un día muy caluroso, el profesor nos dejo salir quince minutos para tomar aire fresco para que la clase no se volviera insoportable, la mayoría de mis compañeros salieron a la cafetería o al baño por mi lado solo me quede adentro con unos cuantos chicos, desde donde me encontraba sentado se podía ver el cielo totalmente azul y un enorme árbol con unas flores bastante hermosas así que comencé a dibujarlo.

Estaba tan sumido en los trazos que realizaba hasta que una débil voz me llamo: ''Te llamas Edgar, verdad'' levante mis ojos para ver el rostro de la chica, era hermosa con su cabello largo y castaño. Aun puedo recordar cómo sus mejillas estaban sonrojadas. Solo pude asentir. '''Veo que todo el tiempo te la pasas dibujando y... creo que lo haces muy bien'' Fueron las primeras palabras amables que escuche a parte de las de mi madre. Mi corazón latía con fuerza. Desde aquella vez, esa chica fue mi única amiga, hacíamos la mayoría de cosas juntos y eso me hacía muy feliz porque por fin había alguien en el mundo que no me temía.

Comencé a sentir cosas más allá de amistad pero sabía muy bien que ella no podía corresponder a mis sentimientos porque tenía un novio al cual amaba mucho. Pero aun así disfrutaba demasiado su compañía. Ella todo el tiempo me pedía que la dibujara y a mí me encantaba hacerlo.

Todo en mi vida iba mejorando hasta que a mi mamá la diagnosticaron con cáncer estomacal, no duro ni siquiera seis meses y yo... solo respiraba pero ni siquiera estaba consciente de nada. No pude llorar, las lagrimas en mi se habían secado por completo. Falte casi un mes al colegio y cuando volví con la esperanza de poder desahogarme con mi mejor amiga ella ni siquiera me tomaba en cuenta. Su novio me amenazo de muerte para que nunca me volviera a acercar a ella.

Otra vez estaba solo, mi padre se iba con mujeres y se gastaba la mayor parte de su dinero en alcohol. Me sentía desesperado, con una fuerte agonía así que busque pastillas de cualquier medicamento y me las tome con cloro, porqué así de decidió estaba a terminar con mi vida de una buena vez. No funciono, la vecina llego a tiempo para llevarme al hospital a hacerme un lavado estomacal. Desde ese punto todo se volvió indiferente. Nada me interesaba.

Después de comprar unas cosas para la casa, me encontré al novio de mi mejor amiga, iba acompañado por todos sus amigos. Me empujo mientras gritaba el porqué seguía hablando con su mujer, yo negué que siguiera en contacto con ella, ni siquiera había ido al colegio. Enfurecido me golpeo varias veces mientras me tiraba a la cara todos los dibujos que le había hecho. Trataba de explicarle varias veces que esos dibujos ya tenían demasiado tiempo pero no quiso escucharme. No me interesaba si me mataba ahí, ni sentía el dolor hasta que dijo...''Te haré el favor de matarte para que te reencuentres con la puta de tu mami'' Aquellas palabras me llenaron de odio. Todo paso tan rápido, en primera me paraba para empujarlo fuerte contra el suelo, en segunda me encontraba arriba de él golpeándolo fuertemente, en tercera la policía estaba rodeando el lugar, en cuarta el tipo ya no respiraba y al final...la policía me arrestaba.

Mi cuerpo estaba presente pero mi mente estaba divagando en viejos recuerdos de mi infancia, donde mi mamá cocinaba deliciosas galletas y me cantaba. Como aun era menor de edad no procedía a ir a la cárcel pero me mandarían aun reformatorio para ''chicos problemas'' mientras hacían la investigación de todo lo ocurrido. Mientras la noticia se hacía viral, la madre de aquel bravucón pidió hablar conmigo solo para decirme que era un mal nacido y que merecía la muerte. Me quede por un momento callado para luego sonreír y contestar amablemente '' Su hijo y yo nos veremos en el infierno''

Podía escuchar desde el carro policial como me gritaban asesino pero no me importaba en lo absoluto. Cuando llegue al reformatorio, ahí tendría que esperar por mi sentencia, mientras tanto estaría encerrado en este lugar por unos meses.

En el día todo es normal, como debe ser ...pero nadie sabe lo que pasa cuando el sol se pone.



When The Sun Goes Down [Jainico♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora