Aferrándome a ti

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''¿Puedes salvar mi alma inmunda y afligida? ''


Sabía que estaba despierto pero por más que intentara abrir mis ojos no podía, me sentía pesado y lo único que podía sentir era el fuerte dolor en mi pecho. En el ambiente se podía distinguir el notable olor a hierba combinado con nicotina. Las voces que me hablaban se escuchaban en un tono bastante grave pero una de esas voces era la más destacable por la tonalidad y la forma de hablar. Me golpearon tan fuerte que me dejaron mal de cabeza, aun no podía distinguir bien lo que me decían así que lo único que decidí hacer fue relajarme y dejarme llevar por el encantador olor a hierva. De un momento a otro sentí como unas manos grandes acariciaban mi cabello, eso me relajo aun más aunque tal vez es una escena bastante maricona pero me siento bastante cómodo con tal tacto. ''Mira Jaime, le hicieron mierda la cara y aun así no pierde su encanto'' Al escuchar tales palabras mi ego se inflo como un globo, aunque el cumplido lo haya hecho un hombre. Cumplidos son cumplidos.

Podía sentir como mi ceja ardía por el contacto de un algodón con alcohol. Ahora que recuerdo, no es la primera vez que me hacen mierda la cara, ni el cuerpo pero la diferencia es que aquellos tiempos estaba con... Supongo que con mi primer amor. Aquella persona fue tan egoísta para dejarme para irse a ''disfrutar'' de la buena vida. ''Volveré Nico, te lo prometo'' Y así es como me dijo adiós con su sonrisa mientras subía a aquel avión que nos separa hasta el día de hoy, después de eso yo me volví por así decirlo más '' Gánster'' Las peleas eran mucho más frecuentes para sacar todo el odio y la ira, había veces donde yo ganaba y otras donde dejaba ganar. Cuando llegaba a casa todo golpeado e incluso sangrando, nadie me curo. Mi madre solo me miraba con desaprobación mientras que mi padre me golpeaba para que entendiera que la calle no es para la gente que tiene dinero.

Y ahora me siento un poco melancólico, quizá hasta un poco roto porque alguien ajeno a mí se preocupa por mis heridas, siento su calidez al tocar mi cara, como transmite tranquilidad. Como es que este tipo de personas están encerradas en este infierno, pero supongo que no soy el único que tiene que cargar su cruz. Después de un tiempo, por fin mi cuerpo estaba reaccionado y mis ojos con algo de dificultad ya podían abrirse. Pude notar que me encontraba en el mismo cuarto de aquella noche donde tuve una pesadilla, pero la diferencia es que estaba bastante iluminado. Ahora que lo noto con más atención, este lugar está bastante bien, está mucho mejor que el asqueroso cuarto donde duermo. Al cuarto entro un hombre bastante más alto que yo, estaba muy bien vestido, como un ''bad boy'' y en su brazo izquierdo llevaba un pañuelo rojo con negro.

 —Por fin despiertas pequeño

Ante sus palabras solo pude abrir los ojos, incluso estoy bastante confundido, pero la persona que estaba delante de mí transmitía mucho amor, más que eso mucha tranquilidad. Necesitaba pararme pero mis piernas dolían como si me hubieran pasado un tren encima, aquel hombre paso uno de sus brazos por mi hombro para ayudarme a caminar para al fin salir a la sala de estar. Todos los que se encontraban en aquel lugar lucían muy rudos con sus chaquetas de cuero y claro todos tenían el mismo pañuelo rojo con negro.

—Lo siento, mis modales... Soy Edgar— Me sonrió de oreja a oreja mientras me ayudaba a sentarme en el sillón más grande.

—Al fin despertó, es bastante atractivo— Un chico casi de mi estatura me miraba con suma atención —Perdón las voces... Soy Manuel pero puedes llamarme Yelo— Edgar miro con suma desaprobación al su compañero pero después cambio su templanza al dejarme una taza de té caliente.

—Tienes bastante suerte de que no te mataran, niño— Mire a mi izquierda y se encontraba a... un hombre fumando hierva a no más poder pero no se miraba una mala persona

—Bestia cuando vas a dejar de fumar esa mierda...Oh aquí tenemos a nuestro chico valiente— Otro del grupo me hablo de una manera bastante coqueta, pude ver como se arreglaba la ceja —Mucho gusto soy Alexander y aquel volao es Oscar

—Te preguntaras porque estás aquí y no en la morgue —El más alto de ellos hablo  —Nuestro líder te salvo y ahora queremos que seas parte de nosotros, de ''Cornerstone''

—¿De qué?—  Repique con suma duda, todo esto que estaba pasando de cierta manera me confundía.

—Que seas parte de nuestra familia, no sabemos qué es lo que nuestro líder vio en ti pero si hay algo notable, es tu valentía

—Así es, Edgar—Todos voltearon a ver a la persona de donde provenía aquella voz, era la persona que me había salvado de morir, me miro con soberbia para luego sonreír con arrogancia.

—Hola extraño—  Me dijo muy despacio en mi oído. 

Diablos, donde mierda me acabo de meter... 

When The Sun Goes Down [Jainico♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora