Capítulo 25

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Al salir de la clase fui llamado por el profesor de kendo y deje a Kaito con Miku y Luka, estuvimos hablando sobre que pronto abría un torneo de kendo que se realizaría el profesor nuevamente quería un nuevo trofeo por lo tanto quería que el capitán del equipo en este caso yo, se mantuviera bien. Me dijo que nada de acercarme a mi padre. Pues él sabía muy bien lo que mi padre me hacía y quería denunciarlo, pues eso estaba considerado abuso infantil hable demasiada veces con él pues algunas veces tuve que participar en los campeonatos herido por mi padre, algo que le molestaba al profesor que su estudiante valioso estuviera de semejante manera participando.

-Entonces... ¿ya no vives con tus padres? –Me pregunto –

-No, ya no tengo la herencia Kamui, ya no es mi padre, no he sabido nada de mi madre durante el tiempo en el que me ido de casa... como si se fuera ido el perro –Dije soltando un suspiro –

-Sabes que si necesitas algo cuentas con mi apoyo Gakupo –Me dijo él mirándome preocupado –

-No sé preocupe yo me quedo en casa de Kaito con su familia, además estoy bien, lo único que tengo que pagar son mis estudios y por eso me consiguieron un trabajo que no interfiere con mis estudios y Kaito me ayuda con ello –Le dije –

-Tu noviecito es muy bueno –Dijo él soltando una risa –Espero que pronto esta burla del teléfono pase... creo que ya has sufrido bastante

-Yo también lo creo profesor –Dije –

-Bueno, mejor dejo que te vayas ya, si me aseguras no meterte en problemas puedes volver –Me dijo yo asentí para encaminarme hacia las mesas donde estaban Miku y Luka pero no estaba Kaito –

-chicas ¿y Kaito? –Pregunte –

-Hace rato que se fue al baño, pero no ha regresado –Dijo Miku –

Por aquellas palabras me llego un mal presentimiento y simplemente me fui de allí caminando por los pasillos en el primer piso solo había un baño. Al llegar allí este estaba cerrado.

-¡AYUDA! –Fue el grito que se escuchó de repente, al hacerlo comencé a golpear la puerta con fuerza reconocería ese grito en cualquier parte –

Por más que la golpeaba esta no cedía una y otra vez hasta sentir mi brazo doler, los pasillos comenzaban a estar desolados por el toque de la campana, me encamine para atrás para dar una fuerte patada contra la puerta del baño que esta cediera y cayera al suelo... allí estaban cuatro tipos y mi Kaito. Al ver el estado en el que se encontraba Kaito y observar a uno con los pantalones abajo simplemente enfurecí de tal manera que comencé a caerlos a golpes.

Kaito esta vez había caído al suelo se había quedado temblando y llorando jamás lo había visto así que no me importo si me golpeaban entre tres le devolví los golpes a cada uno hasta dejarlo inconscientes, pero aquel de cabello rubio quien reconocí como uno de los amigos de Kaito había salido corriendo y lo perseguí lo tome por el cabello golpeando su cara contra un casillero.

-Es tu turno desgraciado –dije molesto para que volteara a golpearme –

-Realmente que te encontraste a alguien bueno digamos que su boca trabaja bien –Dijo él sonriendo de manera arrogante, eso me hizo enfurecer más y comencé a golpearle en la cara una y otra vez hasta que el director y unos alumnos me encontraron y con ayuda del director me quitaron de encima el solo seguía sonriéndome –

-¡Imbécil! –Le grite –

-¡Gakupo Kamui! –Me dijo el director Rei mirándome enojado, al lado mío estaba un chico de cabello azul cielo y ojos del mismo color allí fue cuando recordé ¡Kaito! Y me solté del agarre del otro chico para ir corriendo hacia el baño –

I HATE YOU!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora