Esa mañana era fría y solitaria Gakupo se despertó temprano, soltó un ligero suspiro mirándose en el espejo desde hace ya un mes que no se encontraba con Kaito, no solo era porque los padres de Kaito le habían prohibido su relación con Murasaki Yukari si no porque en esos momentos era lo mejor.
En ese mes sus manos se tiñeron con la sangre roja, en ese mes había asesinado a diversos hombres, aquellos hombres que querían acabar con su vida, ya no había vuelta atrás en los giros que había dado su vida, pero no podía arriesgar la vida del hombre que más amaba.
Tomo una bocanada de aire –Hoy es el fin –Se dijo a si mismo determinado –Hoy acabo con todo.
Se arregló y salió, miro al cielo y una sensación de sosiego habitaba en su pecho, se mordió el labio, destruirá a su padres no importa que por esto había luchado, sabiendo que al final si él no lo destruía su padre terminaría destruyéndolo a él.
Se subió a su moto colocándose en marcha, la velocidad solo aumentaba esa sensación mientras más se acercaba al lugar, al llegar a un alto rascacielos le estaban esperando, estaciono su motocicleta para caminar hacia el ascensor del lugar llegando al piso veinticuatro allí todos estaban reunidos mirándose los unos a los otros.
-¿está todo listo? –Menciono llegando al lugar –
-Todos los hombres están en posición solo faltabas tu –menciono un joven alto de cabello castaño, sus ojos café se fijaron a los suyos –
-Bien –Respondió –
No se habló más, no cuando ya estaba todo dicho, se alistaron todos tomando sus armas para viajar en una furgoneta hacia donde se encontraría su padre, era obvio que el hombre estaba completamente frustrado había perdido demasiado dinero últimamente sus aliados Yakuza estaban siendo eliminados uno a uno y hasta ese entonces no sabía quién demonios era.
Esa mañana a las 7:00 A.m. se encontraría con un nuevo socio Yakuza para un tratado de esclavos sexuales jóvenes apenas de unos diez años de edad que serían vendidos, ambos hombres se encontraron ciertamente no le interesaban los niños como juguetes sexuales para hombres ya mayores pero dinero era dinero no importaba como viniera.
En ese momento varias furgonetas negras aparecieron de la nada, hombres en vestido negro con un cubre poca de similar color comenzaron a salir de ellas disparando a los hombres que allí se encontraban, aquellos que iban a ser el tratado se pusieron a cubierto comenzando a huir por una vía de escape.
-¡Grupo Alfa! ¡Conmigo! –Exclamo Gakupo los nombrados comenzaron a seguirle mientras los demás le abrían paso para que se marcharan –
Corrían por los pasillos intentado seguirlos varios hombres se interponían entre ellos siendo eliminados por las balas, entre tanto disparos le terminaron dando en la cabeza al Yakuza quien cayo inerte al suelo mientras Kamui seguía huyendo con sus hombres.
Al final entre los hombres que le perseguían solo quedaba uno, acabando con el último hombre de Kamui ambos se miraron retadores.
-Te ha llegado la hora Kamui –Gruño apuntándole con el arma para escuchar un disparo, un fuerte ardor le llego al hombro derecho dejando caer su arma al suelo –
-Así que tú eres quien quiere destruirme, basura insignificante –Una sonrisa prepotente surcaba la curvatura de sus labios mirando fijamente a quien tenía tendido en el suelo que se teñía con su sangre –Realmente que fuiste idiota.
-¡AAH! –Grito al ser pisada la herida de la bala –
-Efectivamente fuiste imbécil ¿cómo siquiera pudiste creer que podías vencerme? Alguien tan patético como tú no llegaría jamás a tal cosa –Respondió a cada momento pisándole más fuerte la herida haciéndole gruñir por el dolor mientras le miraba con ojos zafiros inyectados en odio –
-Eres un creído Kamui –Sonrió con labios manchados en sangre – ¿crees que no te he vencido? Deberías mirar tus cuentas bancarias, a tus aliados que por cierto he destruido, todos y cada uno de los que estaban contigo cayeron solo falta tú, no tienes compañía, no tienes dinero, no tienes casa, ahora solo eres un simple parasito, el parasito que siempre fuiste.
-¡Tú! –Otro grito fuerte de dolor se escuchó para ser ahogado con su risa –malnacido... espera una basura como tú no puedes hacer eso y si es así solo tengo que empezar de cero sin que tú me estorbes de nuevo –le apunto directamente con el arma sonriéndose –Has perdido
-Tsk –gruño mirándole fijamente –No le tengo miedo a la muerte Kamui si eso piensas, ya te he vencido yo gane –Sonrió –pero no puedo morir hay alguien esperándome. . .
-¿y cómo planeas escapar muchacho indestructible? –Burlo –
-Como escape la primera vez que deseaste asesinarme padre –Soltó las últimas palabras con asco y repulsión –
-El nombrado le miro con los ojos desorbitados –No, no tú no eres Gakupo yo mate a mi hijo.
-Jajá en verdad que siempre fuiste no más que un imbécil parasito –menciono sonriendo mientras le pateaba en el estómago haciéndole escupir sangre – Pero al final tú sabes que terminaríamos así yo acabando contigo –pronuncio tomando su pistola –
-O yo contigo –Respondió Kamui apuntándole con el arma que llevaba a su propio hijo –
El sonido del arma al dispararse era lo único que sonó en aquella habitación donde reino el silencio.
Continuara.
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I HATE YOU!
RomanceKaito odia a muerte a Gakupo, este al saber de ello comienza a fastidiarlo demasiado ahora no solo lo tiene que ver en la segundaría si no también en su casa, es quien le despierta en las mañanas, su mayor pesadilla y lo peor de todo ¡los trabajos e...