Capítulo 37.

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Me levante temprano esa mañana sentía un nuevo animo ya que volví a hablar nuevamente con él, ah no sabe cuánto le extrañe, esa mañana tenías varías cosas que hacer.

-Así que ¿te harás ese cambio de aspecto? –Pronunció mi primo Kagura –

-Si –Respondí, estábamos desayunando tranquilamente su novio también aunque él y yo no charlábamos mucho –Lola dijo que podía hacerme un cambio sin necesidad de cortarme el cabello.

-¿no sería más sencillo solo cortarlo? De todas formas vuelve a crecer –Contestó Isamine –

-Sé que vuelve a crecer, pero a Kaito le gusta mi cabello largo y me lo dejaré largo además también me gusta mi cabello largo el solo pensar que me lo tengo que cortar me da grima –Pronuncie mientras él sonreía de manera burlona –

-Ustedes y su cabello largo –Rodo los ojos por ello –

-No espero que lo entienda –Comenté aun me sigo preguntando como mi primo se había enamorado de alguien tan acido como Isamine, ni mi Kaito era así –

Al terminar de desayunar me fui con Lola aparentando ser Kagura claramente, Lola me sonrió feliz para ayudarme con mi cambio de imagen, me coloco una peluca, de un morado más oscuro que mi cabello, me hizo una perforación en la oreja colocando un arete en forma de cruz y prácticamente vestía como los amantes del rock, era una imagen muy diversa a la formal que había llevado durante estos dos años, pero no me desagradaba en lo absoluto.

-Y ¿Cómo nombraras a tu nuevo yo? –Me pregunto –

-Murasaki –Sonreí –Murasaki Yukari

-Suena bien –comentó, suspiro –espero tengas cuidado.

-No te preocupes estaré bien –Respondí –

-Bueno, eso espero no vaya a ser que te pase algo y Yazuki se enoje conmigo, eso si no me agradaría –Comentó, bueno Lola era una gran amiga de mi madre y tenía un contrato de confidencialidad firmado conmigo si violaba ese contrato yo podría demandarla por todo lo que tenía –

-Lo sé –Musité –Bueno ya me tengo que ir muchas gracias Lola.

-No hay de que –Con eso me marche de allí –

Tome mi motocicleta que había dejado en la entrada de su casa, la empuje un rato hasta salir de su residencia, la encendí y me marche de allí, a veces me sentía vigilado, lo sé, pero también no puedo actuar como un paranoico.

-"Gakupo-sama" –Me hablaron por un comunicador que tenía en el oído –"su padre se está moviendo"

-¿qué está haciendo? –Pregunte –

-"Está trabajando en la caza de animales por sus pieles" –comento ¿es que acaso lo poco que hace no le basta? –"está trabajando con una compañía rival de nuestros aliados Yakuza" "¿qué debemos hacer?"

-Arruinarles el juego por supuesto –Respondí –Quiero que intersectes una de sus ventas, lleva a los hombres que sean necesarios, hazle perder dinero, pero que el ataque sea sorpresa no queremos dar sospechas de que algo está pasando ¿entendido?

-"entendido" –Con eso ya no oí nada suspire por ello, estoy cansado de mi padre, me parece la maldad encarnada y eso es poco –

Llegue hasta una tienda aparque la moto para bajarme de ella y entrar, compre unos helados no puedo dar la excusa de te traje helados de berenjena sin tener helados ¿cierto? Subí a mi moto y me dirigí a casa de Kaito, estaba emocionado por volver a verlo que una sonrisa era colocada en mis labios, al llegar a su casa estacione la moto, para tocar el timbre.

-Ya voy –Exclamo una voz familiar desde dentro Kaiko de eso estaba seguro – ¿Qué se le ofrece? –Me pregunto –

-¿se encuentra Kaito? –Indague, me miro de arriba abajo como de amanera acusadora –

-¡Kaito te buscan! –Prorrumpió a todo pulmón – ya baja, ¿Puedo saber que quiere con mi hermano?

-Solo deseo hablar con él –Respondí –

-¡Mira idiota! –Me señalo de manera seria –mi hermano ya ha pasado por un amor perdido, no dejaré que sufra nuevamente a sí que si solo quieres cogerlo porque es lindo y tiene bonito trasero, pues estas muy equivocado. . .si lo lastimas te das por muerto ¿entiendes?

-Entiendo Kaiko no tienes por qué explicarlo –le sonreí me miro confundida por ello –

-ah...

-Kaiko me dejas ver –Comentó Kaito saliendo – ¿dime?

-Te traje helado de berenjena –Pronuncie mostrándole los helados sonrió para negar –

-Gracias –Sonrió – ¿Cómo se llama tu nuevo yo? –Me susurro –

-Murasaki Yukari –Le respondí asintió por ello –

-Ven pasa –Asentí para adentrarme a la casa se encontraba sus padres y sus dos hermanos –Mamá, papá, Kaiko, Akaito él es mi amigo Murasaki Yukari.

-Es un gusto conocerles –Sonreí todos me miraban de manera demasiado seria. . .no sabía cómo sentirme ¿Qué tenía de diferente Gakupo Kamui a Murasaki Yukari? Debe ser el cabello largo. . .como que me da más carisma y confianza... si eso debe ser, Kaito guardo el helado para que nos fuéramos a conversar a la sala – ¿Cómo has estado? ¿Lograste dormir?

-Ahora que se la verdad si –Sonrió –me alegra que hayas venido.

-A mí me alegra verte –respondí –lamento si tarde mucho en venir tuve que resolver ciertos asuntos de tu sabes. . .

-Si. . .entiendo –Suspiro –

-Vamos mi Kaito no estés triste –sus ojos me observaban con cierta melancolía cosa que me dolía –sé que es difícil, pero entiende que no quiero que resultes lastimado, eres mi vida, mi todo no sabría qué hacer si no te tengo.

-Lo mismo te digo Gakupo –Me dijo de manera seria –Ponte solo unos instantes en mis zapatos y piensa en lo que yo, siento, cuando sales por esa puerta al saber que estarás en peligro que realmente puedo perderte para siempre, ¿lo crees justo?

-Sé que lo que te pido no es fácil, pero también sé que tú tienes la fuerza para afrontarlo, yo regresare una y otra vez a tus brazos las veces que sean necesarias solo para estar a tu lado ¿no te lo he demostrado ya? –Sonrió asintiendo –Te amo, eres todo lo que quiero necesito y deseo, no moriré, porque ansió anhelo y aspiro pasar todos mis días contigo hasta que seamos viejitos que solo mastican agua –Rio por ello – ¿confías en mí? Como para saber que volveré a tu lado.

-Confió en ti –Respondió sonriéndome –

-Sé que quieres más que eso pero. . . –me tomo del cuello de la camisa para besarme –

-por ahora el que estés aquí es lo único que quiero –Sonreí por ello para que me volviera a besar, le daré final a todo esto para estar contigo ya lo veras –

Continuara... 

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