Capitulo 2

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¿Por qué no me puedes dejar en paz? ¡¿Qué hice yo pare merecer semejante tortura?! ¿Por qué en todos los trabajos me tiene que tocar contigo? ¡Por qué me tiene que pasar esto a mí! Realmente que había pensado en la forma como matarte, pero todas eran estrategias vagas al final terminarían descubriéndome, desgraciado como si no pudiera odiarte más de lo que ya te odio y te tengo que ver todas las tardes en mi casa.

Y Como si no hubiera colmos en esta situación a mi hermana se le caía la baba por ti y a mi madre le encantaba que tú fueras a la casa. A mi padre le encantaba hablar de deportes contigo ¡No te hallaban ningún defectos! Así que aunque no tuviéramos trabajos que hacer, tenía que verte ir y venir por mi casa. Por qué le agradabas a mi familia.

Te odio, más no puedo odiarte ser despreciable y repúgnate. Tengo que verte coquetear con mi hermana y con las chicas de las clase que pongas esa sonrisa marca Colgate. Ojala pudiera romperte los dientes para destruir esa maldita sonrisa tuya.

-Azulón, ¡Azulón despierta que se te hace tarde! –Dijo intentado despertarme –

-¡Piérdete! –Le lance una almohada y me volví a acostar –

-Con que estas tenemos he –Dijo para tomarme de las piernas –Vamos

-¡No me jodas! –Le grite aferrándome al copete de la cama –

-Tú madre me pidió que te bajara y eso are así que mueve tu trasero azulón –Dijo él –

-¡No iré así que piérdete de mí vista! –Le dije intentado patearlo pero al final me termine soltando y cayendo encima de él –Te odio

-Lo que digas azulón, anda a vestirte –Me dijo para que yo me cabreara más –

-A mí tu no me mandas desgraciado, en primera no sé por qué demonios estas en mi casa cuando te deje más que en claro que no te quiero ver, que odio tu maldita cara y todo sobre ti que no me interesas en los más mínimo y que no te quiero ver ¡Acaso eres sordo o te la das! –Dije molesto –

-En primera espera que tu cerebro despierte repetiste la misma frase dos veces, además azulón ese es tu problema porque yo donde estorbo amanezco así que vete acostumbrado mientras más me odies más me veras, día...tras día...tras día –Me dijo con saña en serio que quería darle un golpe en la cara –

-¡Kaito baja ya! –Escuche el grito de mi madre para pararme de encima de ese desgraciado enserio que lo odiaba y quería mandarlo al demonio, pero no podía hacer nada, en primera porque él era más fuerte que yo –

Después de arreglarme para irme al instituto, tuve que verle nuevamente la cara estaba en la sala tranquilamente viendo televisión mientras mi hermana lo admiraba y le preguntabas un montón de cosas, ¡Maldita sea Kaiko respetaste más! ¡Por qué miras con esos ojos de colegiala a un desgraciado como ese! Y yo que pensé que por ser universitaria sería más brillante.

No me agrada tener que ir al instituto con él y que mi amigo se le quede mirando con cara de atontado y a mí con cara de te lo dije y una sonrisa sarcástica como si yo fuera el culpable de que este desgraciado, tuviera una mente psicótica y no me dejara en paz.

Era lo peor de todo. ¿Por qué te empeñas en hacerme la vida de cuadritos? ¡Por qué tienes que estar al lado mío! Te digo que te odio y más a mi lado estás, realmente no sé qué demonios pasa por tu cabeza, no te puedo soportar, te soy indiferente y eso te da igual. Sigues a mi lado como si no te llegara a importar. Maldigo a tu sonrisa, maldigo tu rostro y tu mirada. Maldigo tus ojos y tus labios, maldigo tu perfecto cuerpo bien entrenado, maldigo todo sobre ti porque te odio. Por qué no me puedes dejar en paz. Te odio.

Odio que seas tú quien me va a despertar, odio que al bajar te veo coquetear con mi hermana como si nada. Odio la mirada que me das de superioridad todos mis días los irritas tú, ojala pudiera perderme bien lejos para no verte la cara.

Continuara...

I HATE YOU!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora