Torrent ladeo la cabeza, viendo embalsamado la rosa que ahora adorna a su piel y el como las espinas simulaban clavarse en él, no iba negar el buen trabajo que los humanos habían hecho. Sonrió de lado al pensar en Dysis, la forma en que se había robado la atención de todos con solo entrar y sonreír, ¿Sería su tatuaje tan asombroso como lo había visto en el folleto o se vería mucho mejor en ella?
Quería ver, pero sabía que no era lo mejor, ella seguía enojada por lo sucedido en el cubículo de una tienda de ropa interior y no estaba muy seguro del porqué, el como siempre terminaban peleándose o gruñendo, ¿qué clase de relación era esa? Mientras él quería que ella se diera a respetar, Dysis solo alzaba la barbilla y hacia algo totalmente inmoral.
¿Cómo es que conocía tan bien la ciudad? Él solo sabía ciertas cosas gracias a las películas o platicas que las humanas ofrecían, pero Dysis sabía mucho más que eso. No tenía lógica, una de las reglas de la comunidad era no salir de ahí; entonces no debían conocer nada del exterior.
Negó con la cabeza, se coloco la camisa blanca y su chaqueta negra, le gustaba el como le sentaba. Vio su reflejo una vez más antes de salir y llamar ala puerta de la habitación de Dysis, escucho atento y río bajo al escucharla maldecir después de un golpe. Al abrirse la puerta tuvo que reprimir un gruñido, esos short lo iban a venir matando.
- ¿Si? - La ceja de Dysis se arqueo, él la observo atento y noto que esas mejillas no se tiñeron de rojo... Era bueno, ¿no? - ¿Torrent?
- Ese soy yo, - sonrió de lado. - necesito preguntarte algo.
- ¿Y qué es? - lo vio de pies a cabeza, pero de nueva cuenta el sonrojo no apareció ni menos aquella linda sonrisa, ¿por qué? - Dilo ya, me estaba probando unas cosas...
- No pienso decírtelo aquí en el pasillo, alguien podría escuchar y eso no nos beneficiaría.
Dysis rodó los ojos, vio a ambos lados de el pasillo y le tomo la muñeca, instándole a entrar. Torrent contuvo el aire, el aroma de Dysis en esa habitación estaba muy concentrado ¿acaso Dysis se había masturbado? La simple idea lo hizo querer gruñir.
El sonido de la puerta lo hizo voltear, Dysis había cerrado la puerta y ahora solo lo veía, la mente se le quedó en blanco ¿Dysis pensaría en él cuando se tocaba?
- ¿Y qué querías preguntar?
- ¿Cómo conoces tan bien la ciudad? - frunció el ceño. - ¿Cómo sabes usar todas las cosas que hay aquí sí una de las reglas de la comunidad era no salir de ahí?
La canina parpadeo repetidas veces, solo viéndolo a los ojos, Torrent podía ver el debate que había dentro de ella y entonces soltó un suspiro, volteando a ver por la ventana. Ella era tan pequeña como una hembra regalo, pero fuerte como una hembra Especie y ágil como solo un Voraz era.
Aún así de apariencia frágil, haciendo gritar cada parte de él por cuidarla y protegerla, ¿sería solo eso?
- Gabriel hizo las reglas, las cuales poco a fueron creadas con el fin de mantener una paz, pero su hermano, Nathaniel, no lo vio de esa forma y le abrió los ojos. - soltó una risa entre dientes. - Ambos nos traían a la ciudad para enseñarnos, mostrarnos lo diferente que era a la comunidad, claro que nos ponían pelucas y nos enseñaron hablar sin mostrar los colmillos.
- ¿Con qué fin exactamente lo hacían?
- No estoy segura, mostrarnos que los humanos tratan por igual a aquel que ven igual. - se encogió de hombros, lo volteo a ver y sonrió de lado. - Necesito que salgas, deba arreglarme antes de salir a por la misión.
- ¿A dónde iremos?
- Tranquilo, Torrent; te va a encantar. - río. - al menos eso creo.
→★←
ESTÁS LEYENDO
Torrent (Nuevas Especies #3)
FanfictionTorrent es un Nueva Especie canino, posee un cuerpo deseable para las mujeres y envidiable para los hombres, pero él solo esta interesado en el trabajo. O al menos eso creía él. Dysis, una Voraz canina, lo hará sufrir por aquel comentario tan mordaz...