Torrent abrió ligeramente la cortina y divisó el lugar por tercera vez; mujeres entraban y salían de las demás habitaciones, no entendía como no se daban cuenta que estaban abusando de Nuevas Especies. Vio sobre su hombro, Dysis platicaba con 1030 de como Gabriel y Nathaniel habían salvado a los Voraces, el porque habían tomado ese nombre y sus formas de vivir.
Por la cara del macho supo que no podía ni imaginarse la mitad de aquello que la hembra le contaba. Y sabía lo que era aquello, lo que era el no poder imaginarse un mundo sin golpes o sin dolor; un mundo que Dysis describía para alguién como 1030 era algo que solo soñando o muerto se conseguía.
Camino hasta un sillón del decorado, no sabía cuánto tiempo tenían, pero debía planear el cómo salir de ahí, no habían llegado tan lejos como para huir. ¿Lo mejor sería llamar por refuerzo? No, no estaba seguro de cómo la humana reaccionaría o sí tenia armas y seguridad, muchos podrían salir heridos. Tanto humanos, cómo Especies y Voraz.
Se sento, echo la cabeza hacía atras y dio un repaso rápido a las posibilidades de salir con la vista fija en el techo, de salvar a todos... Cuando escucho la leve risa de Dysis entendio cual desicion debía tomar. Solo por ella. La volteo a ver, aquella hembra, que no recordaba el haber estado con él de manera intima, estaba jugando con el cabello pelirrojo del macho, podría ser que tuvieran la misma edad o fuera menor por un par de años.
Sonrio; Dysis era una calma vestida de tornado.
— ¿Torrent? — salió de su ensimismamiento, Dysis lo veía preocupada, no quería eso; no quería que se preocupara por él. — ¿Estás bien?
— Si, — se acerco a ella y le acaricio la mejilla. — pero ya es hora de irnos.
— ¿Se van tan rápido? — cuestionó 1030.
— Los vamos a salvar. — respiro hondo. — Dysis va a crear un disturbio ocasionando una pelea, en el caos saldremos por la puerta de enfrente y...
— Y correremos como dementes. — finalizo Dysis sonriente. — ¿Ibas a decir eso?
— No con la parte de "dementes",así es.
— Eso es una locura. — 1030 parecía asustado.
— No pasara nada malo, tranquilo. — lo calmo la hembra, sonriendo radiante. — Soy buena ocasionando problemas y caos, pregúntale a Torrent.
Torrent rio bajo, claro que sabía del caos que ella era capaz fuera y dentro de la cama; la acompaño hasta donde estaban las cortinas y antes que ella saliera, la tomo de las caderas y la beso en los labios; un beso en toda ley y regla. La sintió temblar, saboreo su sabor y suspiro de goce. Disfruto del cómo Dysis le rodeaba el cuello con los brazos, acercandolo más a ella y fue solo cuando los pulmones le exigieron oxígeno que abandono aquellos labios, rosados por el tan intenso beso.
Paseo el pulgar por el labio inferior de ella, sonriendo ante el rubor que comenzaba a hacerse presente y Dysis salió, esta vez él no la detuvo. Quería hacerlo, pero lo mejor era qur no lo hiciera.
— Es una locura, no nos podran sacar. — 1030 se acercó a él. — Es imposible.
— No lo es. — solto un suspiro, quitandose la chaqueta. La extendió al macho pelirrojo y este frunció el ceño. — Quítate lo que trais y ponte esto.
— ¿Por qué?
— Porque vas a conocer la vida, no es bueno no estar arreglado ante ella cuando la conozcas.
→←
Dysis se sentía flotar, los labios le cosquilleaban y tenía unas tremendas ganas de ir a por otro, ¡Torrent la habia besado! Él a ella, no al revés. ¿Acaso se habia dado cuenta de que lo habia besado en el hotel? No, aquella vez estaba muy dormido.
Nego con la cabeza, llegando al centro de lo que sería la sala de juegos de tan horrible lugar y respiró hondo, Vamos nena, has lo tuyo. Cuando un macho paso a su lado, ella lo empujo y gruño, si el macho tenían la menor dosis de la droga en el torrente sanguíneo atacaría, y así lo hizo; empujo de vuelta y gruño fuerte, demasiado. Dysis lo golpeo directo en la cara, el macho esta vez no tardo en responder. Se le fue encima. Los demás machos reaccionaron, rugieron e intentaron unirse a la pelea, Dysis agradecía que las cadenas les impidieran acercarse tanto.
Los gritos de las mujeres se alzo, ella busco con la mirada a la tipa que los había atendido, al encontrarla gruño enojada; la mujer estaba sonriendo y tenía sujeta la cadena del macho de ojos violetas, éste parecía querer detener la pelea. Un golpe contra el vientre la hizo vover a poner atención en la pelea, esquivo la patada y uso sus manos para bloquear un golpe, se dio cuenta en ese momento que el macho no sabía pelear. Solo lanzaba golpes y patadas, deseando que impactarán, pero no planeando que así lo hicieran.
En cambio ella sabia donde y cuando lanzar el golpe, la patada. Al volver a poner atención a los sonidos se dió cuenta que había música de fondo.
Dicen que somos lo que somos, pero no tenemos que ser.
Me estoy comportando mal, pero no hago de mejor manera.Patada por patada, puñetazo por puñetazo, Dysis estaba deseosa de más y en sus ojos negros podía notarse, quería ganar. Quería darle a Torrent tiempo para sacar a los demas machos, mientras ella seguia con el show.
Salvarían a todos y saldrían sin problemas, después ella se encargaría de romperle la cara a la tipa de bubis falsas.
A veces la única recompensa por tener un poco de Fe, es cuando la pruebo una y otra vez cada día.
Cuando volvieran a la Reserva Torrent le pediría ser su compañera, tendrían sexo y entonces ella sería feliz, no por el sexo, sino por ser de él y él de ella. El macho la sujeto del cuello, la alzó y ella se obligo a no romperle un cuello, él no era culpable de lo que le hacían ahí.
Todavía estoy comparando tu pasado con mi futuro, puede que sea tu herida, pero son mis puntos de sutura.
Entonces llego 1030, al menos su ropa, y tacleo al macho, obligándolo a soltarla y dejarla caer, ella apenas se iba a levantar cuando una mano sujeto su muñeca y la jalo con fuerza, al voltear vio la espalda de Torrent, traía la cabeza cubierta por el gorro de la chaqueta, el poco tiempo que había estado sin aire le había mareado un poco, pero al ver que se dirigían a la salida sin ningun Especie; fruncio en ceño.
Vio sobre su hombro y enfoco a 1030, o quién creyo que era él, la ropa ya no le cubria y lde permitio ver que era Torrent, su Torrent.
Voy a tratar de imaginarme a mí sin tí.
— ¡¡Torrent!!
Pero era tarde, ya habian salido y se sintio morir a cada paso que se alejaban, intento volver, pero 1030 se lo impidio en cada intento. Con lagrimas surcando su rostro, tomo la delantera y los guió al hotel, en ningun momento dejaron de correr. 1030 no parecía nada molesto con aquello.
Al llegar al hotel Dysis deambuló entre la gente, sin soltar la mano de 1030 y los guió hasta con Nathaniel, cuando esté abrió la puerta los vio confundido y entonces la preocupación surgió, pero ella no escucho.
— Él te lo explicará todo.
Fue lo único que dijo antes de ir a su habitación y cerrar la puerta, se recargo en ella dejando al llanto hacerse cargo. Las lágrimas surgieron, sus sollozos se elevaron y sus piernas no puedieron más, se dejo caer. Abrazo sus rodillas y entendió del porqué de aquel beso, un beso de despedida. Sólo Torrent sería capaz de algo así.
— Torrent... — gimoteo su nombre y se sintio caer en un descanso obligatorio.
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Torrent (Nuevas Especies #3)
FanfictionTorrent es un Nueva Especie canino, posee un cuerpo deseable para las mujeres y envidiable para los hombres, pero él solo esta interesado en el trabajo. O al menos eso creía él. Dysis, una Voraz canina, lo hará sufrir por aquel comentario tan mordaz...