No es la primera vez

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La noche los cubrio, brindándoles la ayuda que necesitaban para no ser vistos y la luna les daba la suficiente luz para ver, no habia forma de fallar. No debían fallar. Dysis observo el escenario, un edificio a medio construir, dejado así por el continuo vandalismo de aquella zona. Escucho en crujir de ramas, volteo y vio a Jericho, dio un asentimiento con la cabeza y ambos esperaron ordenes.

Quienes se encargarían de aquella misión era Gabriel, era la primera vez que el humano salia a liderar especies, pero ella sabía que lo haría bien; si habia podido liberar a los Voraces de aquella instalación podría lograr aquello. Antes de incluso llegar les había indicado que equipos ocuparían cada punto ciego del lugar, la mirada sería y voz de mandato, Gabriel era muy diferente al hombre sonriente cuando alguien querido o conocido estaba en peligro. Dysis se tenso al escuchar la redio de el casco que llevaba puesto.

Bien, escuchen con atención, el equipo del punto tres atacará primero, derribara a los humanos de vigilancia y una vez derribado el equipo cinco entra, - Dysis sonrió, ella era del equipo cinco. - los demás aseguraremos el area. -se le escucho soltar un suspiro. - Dysis, con cuidado. Por favor.

Un aullido emergio en la distancia proveniente del area donde el punto tres se localizada, otro aullido respondio y un rugido resonó en el lugar, después los gritos de dolor y horror de los humanos se unieron a la noche. Dysis conto hasta diez antes de avanzar, junto con Jericho. Pudo divisar a Valiant peleando contra un humano, a Gian corriendo para atraer la atención de un humano y así Salvation atacara, todos en una sincronía, todos peleando para salvar a su Torrent.

Esquivo el golpe de un humano, a penas y lo logró hacer, debía estar concentrada. Agradeció que Jericho se hiciera cargo, ella debia encontrar a Torrent y al estar dentro de la construcción comenzo a olfatear. El fuerte olor a sangre la golpeo de lleno, sus ojos se llenaron de lágrimas al imaginarse lo peor e inconcientemente comenzo a dirigirse hacia donde el olor provenía.

Bajo escaleras, las imagenes de su Torrent herido, en el suelo, sangrando, muer... Una mano sujeta a su cuella le impidio seguir imaginandose lo peor, gruño cuando le golpearon la espalda contra la pared y cerro los ojos, jadeo buscando el aire que le comenzaba a faltar e intento soltarse del agarre, el olor de sangre opacando lo demás...

Un gruñido la hizo ponerse quieta, abrio los ojos y enfoco su vista, cuando sus ojos azules se encontraron con los ojos oscuros de quien la tenia sujeta no pudo evitar sollozar ni sonreir; era su Torrent, prisionero de la droga de la cria.

El macho frunció el ceño, ella le tomo los hombros con manos temblorosas ya que los tenía mal heridos.

— ¿Torrent? - el macho mostro los colmillos, Dysis sollozo. - Soy Dysis, prometí que  los salvariamos y aquí estoy, ¿ves? - le acaricio la mejilla, tocandola con dulzura al ver la hematoma. - Vamos, bebé, soy... soy tu Dysis.

Y comenzo a llorar, Torrent parecía no entenderle y ella comenzaba a desesperarse, escucho a Torrent gruñir y ella se tenso al verlo acercar su rostro al de ella, pero entonces él le acaricio la mejilla con la punta de la naríz y le lamió las lágrimas.

Ella no dudo en abrzarlo con sumo cuidado, no queriendo lastimarlo y sonrio entre lágrimas cuando él la abrazo, no estaba tan drogado.

O tal vez si. Penso al ver los cuerpos humanos descuartizados en el suelo, entre ellos ya hacía la puta y resistió las ganas de ir a patear su cadaver... ¡Se movio! ¡Sigue viva!... no por mucho tiempo. Escucho el sonido de pasos, volteo a como pudo y vio a Jericho, quien veía la escena con el ceño fruncido.

— Está drogado. - respondió ante la mirada cuestionadora, se tenso al escuchar murmullos, ambos voltearon y vieron a los Especie, ella les sonrio. - Sigan al macho suculento, los llevará a un lugar seguro.

Pero no se movieron, ella frunció el ceño e hizo mueca al comprender que ellos serían reaceos ante las mujeres, por todo lo que habian pasado. No fue hasta que el Especie de ojos púrpuras camino hacía donde ella se encontraba, le sonrio y se fue con Jericho, los demás lo siguieron.

— Jerichi, dile a Gabriel que... - jadeo cuando sintio los colmillos de Torrent contra su cuello. - Torrent, mira; estás drogado, debes mmm - Torrent había adelantado las caderas, haciéndola sentir la erección. - Jericho, mejor vete.

El macho Primate no se movio de su lugar, los Especie junto a él miraban la escena con curiosidad mientras el primate con burla. Ella gruño y el sonido pareció alentar a Torrent para que volviera adelantar las caderas. Sin querer clavo las uñas en la piel del macho y este gruño, pero con satisfacción.

— Jericho, hablo en serio, ¡Vete! - le vio fulminante.

— Pero si ésto es entretenido.

— ¡Vete, ya!

— Ok, ok. No te esponjes fierecilla. - se dio la vuelta, ascendiendo las escaleras. Los machos Especie no dudaron en seguirlo.- ¡Que lo disfrutes!

Dysis le tomo las mejillas a Torrent, quería verlo a los ojos y decirle que estaba de acuerdo; cuando leyo aquellos informes, noto que los machos se sentían culpables al haber abusado de sus compañeras. Ella no quería que su Torrent se sintiera culpable de algo que ella anhelaba desde que lo conocio.

—Necesito que prestes atención a lo que te voy a decir. - acerco sus labios a los de él, adorando el suspiro que el macho dio. - Hago esto porque te acepto, ¿si?

Torrent sólo la acerco más a él, le beso y adelanto las caderas, elma gimio de gusto. Lo beso hasta que sus pulmones exigieron oxígeno, también para poder jadear ante un orgasmo que se avecinaba sólo por la fricción de sus cuerpos.

Echo la cabeza hacía atras, las caricias sintiéndose familiares y correctas, tuvo que apretar sus manos en puño para no encajarle las uñas a Torrent. Dysis se sentía en cielo.

— Nuestra primera vez y será contra un muro. - comento divertida, era igual que en sus sueños.

— No... - el murmullo de Torrent la hizo verlo, le estaba devorando con la mirada y... Grito gustosa al sentir los colmillos de Torrent contra su piel, sollozo cuando le arranco la blusa; todo sin dejarla ir de donde la tenía. - no sería la primera vez.

— ¿A qué... a qué te refieres? - Santa papaya, no puedo dejar de Mmm, si Torrent, muerdeme. ¡No! Espera. - Debes descansar, es... -gemido. - estás herido, idiota.

La cabra se le fue al monte cuando sintió a Torrent acariciarla con los dedos justo donde lloraba por él,  ¿cuándo le habia arrancado el pantalón? ¿y las bragas? Ya no le dio importancia a eso, los dedos de Torrent invadiendo su cuerpo fueron los causantes. Se abrazo al cuello de su macho, gimiendo y moviendo laa caderas, sabía que la cosa iba para largo, pero es que sino lo disfrutaba sería una estupida.

El macho gruño contra su oido, retiro los dedos y ella tembló cuando sintio con lo que ahora quería invadir su cuerpo, quería llorar de alegría. Pero...

— Nuestra primera vez y estás drogado. - farfullo, pero no lo detuvo. Ni loca haría eso.

— Tu fuiste la primera. - ¿Qué?

Y cuando iba a pedir aclaraciones la voz se le fue, Torrent estaba dentro de ella y la noche fue más que larga.

Torrent (Nuevas Especies #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora