Solo contigo

8.9K 879 44
                                    

— Disys. — respiro hondo, aún le escocía.

— ¿Si, Torrent? — el tono mas ese caminar no le molestaba, le molestaba los humanos que la veían. Lo volteo a ver sobre hombro. — ¿Ocurre algo?

— Explícame el “¿por qué?” de los tatuajes. — gruño y ella solo se rió.

Dysis le guiño, volvió la vista el frente y él se permitió sonreír, en verdad estaba loca. Cuando salieron del hotel, Dysis lo había conducido hasta un local de tatuajes, los tipos de ahí a pesar de la apariencia asesina habían sido de los más amables con ellos.

La canina pidió una mariposa púrpura, justo arriba de la nalga derecha. Los tatuadores habían hecho una verdadera obra de arte sobre la piel de Dysis o tal vez él así lo veía por el simple hecho de que era la piel de Dysis. Él había querido pedir, pero fue la canina quien había decidido por él, pidiendo una rosa color rojo vino en el hombro. También agrego una enredadera de espina que se expandiera a por su bíceps​ y tríceps.

Vio a Dysis entrar a otra tienda, rodó los ojos y leyó el nombre del local, “Pleasures” no, definitivamente no iba a entrar ahí. La canina se asomó por la puerta, lo vio y él arqueo una ceja cuando ella sonrió.

— Torrent, puedes entrar, ¿sabes?

— Estoy bien aquí, gracias.

— Pero necesito que veas... Algo.

— ¿Qué? — se cruzó de brazos, no lo iba a convencer.

— Pues necesito que entres, tonto.

— No lo haré.

— Bien, como quieras, pero vendré hasta acá afuera para buscar tu opinión y de paso de muchos otros.

Solo basto eso para convencerlo, entro al lugar de mala gana, Dysis aplaudió como niña pequeña y se fue a un cubículo, sospechaba que era un vestidor. Vio a su alrededor, adentrándose un poco más al lugar y definitivamente Darkness y Breeze serían muy felices; bragas, consoladores, trajes provocativos y muchos accesorios para tener relaciones sexuales... “divertidas”.

Había hombres y mujeres, más mujeres que hombres, claro. Las cuales lo veían, ¿acaso sabían que era un Especie? Lo dudaba, llevaba los lentes oscuros y realmente opacaba muchas sus facciones, además de que evitaba abrir mucho la boca.

Al ver una morena guiñarle y otra alzarse un poco más de lo debido los pechos supo que le estaban coqueteando, era tan extraño estar en esa situación.

— Torrent, querido. — la voz de Dysis fue cantarina, volteo y sintio muy ajustado el pantalón, además de que la sangre le quemaba. Dysis estaba potando unas bragas negras de encaje con diseños sutiles de mariposas y ese sostén alzaba los pechos como solo sus manos deberían hacer... ¿Qué acabo de pensar? — ¿Te gusta? ¿Apoco no se me ve hermoso?

— Ve a cambiarte ahora mismo. — ¿Por qué su voz sonaba tan ronca?

— ¿Disculpa?

Estaban llamando la atención, lo sabía, podía sentir las miradas; no le molestaba que las mujeres vieran a Dysis, le molestaba que los hombres la vieran. La apreciarán.

— Ve a cambiarte, ahora. — Se cernió sobre ella, pensó preocupado que la había asustado, pero Dysis le sorprendió mostrándole los colmillos y enfrentándolo, enfrentándolo. — Dysis, ahora.

— Obligame.

No sabía sí gruñir o gemir o lanzarse contra los humanos que la veían o lanzarse contra ella y tomarla, marcarla.

Fueron tantas cosas que quería hacer, que al último decidió echársela al hombro y husmear en el aire, en busca de las ropas de ella. La escucho reír, él gruño; no le molestaba que se riera, le molestaba que se riera de él.

Torrent (Nuevas Especies #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora