Torrent (Nuevas Especies #3)

Te quiero

Jericho salió de la contrucción, aliviado que aquello hubiese llegado a su fin, que todo hubiese salido bien y que los machos Especie estuvieran a salvo, aunque ahora a lo que tendrían que dar batalla, sólos,  sería dejar el pasado atrás y entender que ahora eran libres, que eran ellos los que ahora decidirian lo que harían a continuación; Que ahora eran dueños de su vida.

Esa era una lucha que todos habían tenido que pasar. Incluso él, pero ahora sólo combatía contra la soledad. El olor dulce, que poco a poco se volvía su droga, le lleno y enfoco su vista en la Voraz, que esperaba apoyada en un camión de transporte, se detuvo cuando sintio la incomodidad de los Rescatados. Al verlos sobre el hombro se dio cuenta que miraban a Susykyu con recelo; entendía el porqué de ello.

Escucho los pasos de la hembra, ella se detuvo a su lado y le extendió unas esposas, la vio confundido ante eso.

— Colócalas en mis muñecas, sólo así van a subir.- tuvo que haber visto su cara de confusión para que le explicará el motivo de aquella petición.

— No pienso ponerte las esposas, sólo diles que no les harás nada.

—¿Y quién nos lo asegura? - pregunto un Especie.

— Ella nos puede mentir, como lo hizo Ama.- murmuró otro.

— No deberían liberarnos para dejarnos con alguién más. - ironizó uno con voz molesta.

— Colócalas, - Jericho volteo a ver a la voraz. - sólo hazlo.

Molesto ante la situación, tomo las esposas y las coloco con delicadeza en aquéllas muñecas  suaves, sólo así los Rescatados se dirigieron al camión y comenzaron a subir, él los observo atentó. ¿Qué tanto sería su odio hacía las mujeres?

Un rugir se escucho de fondo, despues un grito femenino y Jericho noto la cara de terror que puso Susy, ella camino hacía el camión, pero al escuchar a un Rescatado gruñir, se detuvo. Lo volteo a ver desesperada, otro grito de parte de Dysis surgio y luego un aullido...

— ¡Pero ¿qué esperas?! - le grito, él ladeó la cabeza.

— ¿Qué espero de qué?

— ¡Vamonos!

— ¿Por qué tanta prisa? -camino hacía el camión con paso lento.

— No quiero escuchar a mi amiga siendo fo -un rugir y grito la interrumpió. - ¡Eso es lo que no quiero escuchar!

— Entonces vamonos. - le tomo de la cadena de las esposas y ambos subieron.

Él tampoco quería seguir escuchando.

→♥←

Forest observo a Lucy jugando con la pequeña Damara, era extraño el verla así de juguetona y cariñosa, ya que con él era burlona y peleonera, también una calienta pollas. Aunque habían dejado parte del problema atrás, ahora eran como enamigos y le agradaba, lo malo era cuando ella se alejaba sin ningun motivo; eso le molestaba a él.

Solto un suspiro, se apoyo en el árbol y observo un poco más la escena, hasta que su celular comenzó a sonar. No se apresuro en contestar la llamada ni siquiera en ver el identificador de llamadas. Sólo contesto.

—Forest habla.

— Hola, Forest, soy Alegría. -eso lo hizo fruncir el ceño, ¿por qué la pareja de Gabriel le hablaría a él? — ¿Estás ocupado?

— No, ¿qué es lo que ocurre?

— Veras, tengo a alguién aquí para que le hagas unas pruebas de sangre, ésto solo puede quedar entre nosotros.