Capítulo 1

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— ¿Listo? Sehun —pregunto Suho, su mejor amigo entrando en su oficina—. Recuerda que tenemos que estar ahí puntuales, ya deja el trabajo para después por ahora solo tenemos que asistir a esa dichosa fiesta, no es así.

—Sí, lo sé —respondió Sehun, en tanto terminaba de dejar todo en orden. —Pero también recuerda que el que cerremos este contrato con éxito nos dará el éxito que merecemos —señaló la carpeta negra que mantenía en sus manos, para después ponerla sobre su escritorio.

Tomó su saco del respaldo de la silla para ir detrás de su amigo, y rápidamente dirigirse al ascensor.  Necesitaban estar a tiempo en el lugar.

—Aun no entiendo porque teniéndolo todo prefieres estar aquí —soltó Suho de repente— recibiendo órdenes y no dándolas. Todavía no logro entenderte. Si tan solo hubieras aceptado la oferta de tu padre las cosas...

—No empieces de nuevo— advirtió Sehun, interrumpiendo la cantaleta de su amigo. —Ya te he dicho que prefiero ganarme mis propios méritos a costa de mi esfuerzo, que solo recibir elogios por el simple hecho de ser hijo de Oh Sang Hoon.

—En eso te doy la razón, pero porque no hacerlo en nuestro país, Sehun, decidiste hacerlo aquí en Canadá, cuando en Corea podrías estar dirigiendo tu propia empresa...

—No es mi empresa y lo sabes —interrumpio de nuevo Sehun—. Además no es tan malo estar bajo las órdenes de Williams.

—Como sea —dijo Suho—. No te hare cambiar de opinión.

Sehun era el segundo heredero en la línea al ser el varón menor, para dirigir la empresa de su padre. Y aunque fue criado en las mejores escuelas de Corea del Sur, cuando fue el tiempo de emprender su camino en el ámbito laboral, prefirió hacerlo fuera de su país natal. Llevaba tres años viviendo en Canadá, no podía quejarse, tenía un muy buen puesto en la empresa donde trabajaba, tenía todo lo que siempre había soñado en algún momento de su vida, no en el aspecto de formar su propia empresa, pero con su esfuerzo se había hecho de algo de dinero, y bueno eso le daba satisfacción, pues todo lo había conseguido el mismo y no con la ayuda de sus padres.

Y aunque Suho le insistía en que regresaran a Corea,  él se negaba a hacerlo. Pues creía que aún no era el tiempo de hacerlo. Visitaba a sus padres, sí, para Navidad o en vacaciones, y aunque ellos mismos le insistían en quedarse, el simplemente retornaba nuevamente al lugar que ahora era su hogar, además tenía una razón muy importante, para permanecer en Canadá. Minah, su novia. La mujer que a primera vista se había ganado su corazón.

La había conocido en una fiesta de trabajo, rápidamente se habían hecho cercanos, y un mes después de citas y encuentros casuales ya eran novios, aunque Minah a diferencia de él, había estado toda su vida viviendo en ese país.

Sehun estaba muy enamorado de ella, inclusive ya entre sus planes, se encontraba pedirle matrimonio, pero creía que aún era demasiado pronto para dar ese paso.

—Invitaste a Minah —pregunto Suho, cuando una vez fuera del edificio, ambos se disponían a subir en el auto de Sehun.

—Lo hice, pero dijo que no podía acompañarme —respondió Sehun, mientras se aseguraba el cinturón de seguridad y encendía el auto. —Además este tipo de reuniones no son de su agrado.

—Sí claro, lo que digas —susurró Suho —mientras no implique estar entre millonarios, nunca serán de su agrado.

— ¿Qué dices? —pregunto Sehun.

—Nada de importancia.

Sehun emprendió camino.

Suho aún no entendía como era posible que su amigo aun no hubiese terminado con ella, cuando a leguas se podía ver que la chica solo era una caza fortunas, que solo estaba con él por su dinero y porque le cumplía todos sus gustos y no porque realmente lo amara, pero podía entenderlo, Sehun estaba enamorado. Un idiota enamorado que fácilmente caía a los pies de la chica.

Segunda Oportunidad para el Amor || Sehun Where stories live. Discover now