Segunda Oportunidad para el Amor || Sehun

Capítulo 6

••Oficialmente Comprometidos••

Arang

El mes se había ido en un abrir y cerrar de ojos. Y hoy podía darme cuenta que todo era verdad.

En el transcurrir de los pasados días, quería hacerme creer a mí misma que todo era un sueño, un sueño del que muy pronto me despertaría. Que me encontraba dentro de una burbuja de cristal, que cuando se rompiera volvería a mi vida normal. Una vida con Kai, pasando hermosos momentos a su lado, viviendo nuestro amor a escondidas como lo hacíamos cuando compartíamos esos pequeños momentos uno al lado del otro. Como lo que éramos un par de enamorados.

Sin embargo, lastimosamente tenía que darme cuenta a diario que lo nuestro había terminado, y que tenía que vivir mi nueva realidad, un destino que mis padres habían dispuesto para mí, y que yo con toda mi sensatez había aceptado. El pasar de los días, los minutos, los segundos, uno a uno me decía que me habían roto el corazón, y yo quería negarme a aceptarlo.

El bullicio que se escuchaba en prácticamente toda la casa esa mañana cuando desperté, me hizo saber que todo era oficial, que todo sería oficial, que dentro de unas horas más, estaría comprometida. Que no había burbuja, ni sueño, todo era real. Y que no importara cuantas vueltas diera en mi habitación, mi destino parecía ya estar escrito.

Suponía era lo merecido porque pertenecía a una de las familias de alto abolengo del país, con un apellido que se había convertido en mi marca y en las de mis generaciones pasadas, y como era costumbre aun, era esa horripilante tradición, desde mi punto de vista un poco ya pasado de moda... los matrimonios arreglados.

Bajita la mano, me había dedicado a investigar la vida privada de quien era mi futuro esposo, un chico con quien solo había hablado en dos ocasiones, ambas por accidente y solo un par de horas, y con el que casualmente el tiempo que había hablado con él, se me había pasado rápido, y me había sentido a gusto estando a su lado.

Oh Sehun, era el segundo hijo del matrimonio Oh, una de las familias más importantes del país, aún más que la mía, era educado, bastante educado debía decir, al menos eso era lo que me había demostrado, había asistido a las escuelas más importantes del país, debía reconocer que era irremediablemente guapo, y atento con letras mayúsculas para ser exactos. Y que Sehun a diferencia de mí, parecía estar bastante cómodo con toda esta situación.

El día de la cena, espere que tal vez se negara a aceptar el matrimonio, pero pareció tan tranquilo con la situación, que su actitud hizo que me la viviera pensando en él, casi toda la semana completa.

Me había sorprendido sobremanera, y también me había dado cuenta que su familia parecía estar más acostumbrada a los matrimonios arreglados, que la mía, ¿Cómo me había dado cuenta de ello?... bueno descubrí que Daehyun su hermano mayor, también se había casado como lo haría yo dentro de un par de semanas más, pero que su matrimonio no pareció florecer, puesto que se había divorciado a los tres meses de haberse casado... por un momento me había dejado fantasear con lo mismo, estar casada solo unos cuantos meses. Sin embargo, aún no sabía a ciencia cierta lo que me vendría encima una vez me casara.

Luego estaba Maya, la hermana menor de Sehun, una chica un par de años más joven que yo, y que desde mi punto de vista femenino parecía ser la más desatrampada de la familia. Para acabar pronto, había descubierto que con mi matrimonio, traería una importante fusión de dos de las empresas más importantes que le daban estabilidad a la economía del país, además mi familia y la familia Oh unirían fuerzas las para así ser una fuente de economía a gran escala.

Mi próxima boda seria la Boda del año.

No podía renegar de mis decisiones, pues ni mamá ni papá me habían apuntado con una pistola, cuando acepte toda esta locura, no renegaba de ellos, ni sentía rencor absoluto, mis padres habían sido unos amores conmigo desde que llegue a sus vidas, me habían dado todo lo que tenía, y a pesar de que solían ser unas personas "muy" ocupadas, siempre habían estado a mi lado.