Segunda Oportunidad para el Amor || Sehun

Capítulo 30

Arang

La ruta al hospital se hacia conocida conforme pasábamos por las avenidas, acelerando y dejando en claro lo mucho que nos era urgente llegar cuánto antes al lugar, mas al ser la hora pico del trafico tan solo provocaba que demorarnos mas. Sin embargo una vez llegamos al estacionamiento del hospital, y Sehun aparcó el auto, ninguno estaba dispuesto a querer bajarse. Incline la cabeza y cubrí mi cara con mis manos en señal de frustración. No podía disimular a que punto me sobrepasaba de cierta manera la situación con mi cuñada.

—¿Segura que quieres enfrentar a Maya? Siempre podemos volver otro día, ni siquiera sabemos si nos dejen verla. Han pasado solo unas horas desde que despertó. Es mas, no entiendo porque mi madre hace caso todavía a sus peticiones —resopló Sehun, cortando el inminente silencio que se había interpuesto entre los dos, mientras tomaba mis manos entre las suyas creando círculos con sus dedos sobre el dorso de estas —Sabes que podemos irnos en cualquier momento —susurro.

Asentí.

—Lo sé. Puede que ella no esté del todo bien,  aún así, quiero terminar con lo que sea que quiera.

Y cuando decidimos bajar finalmente, posó una de sus manos sobre mi espalda mientras nos adentramos y caminamos por los pasillos hasta llegar a la sala de espera.

Cuando llegamos a la familiarizada sala nos encontramos con mi suegro leyendo una pequeña revista, sentado en uno de los sillones con Miyoung dormitando a su lado, su expresión incluso se notaba ya mas apacible a comparación de días anteriores. Suho también estaba ahí de pie, recargado contra la pared con los brazos cruzados,  a quien le cambio la expresión en el rostro apenas nos vio llegar. Incluso pude verle tensar la mandíbula.

Sehun le miró un momento, yo volteé hacia él; últimamente la relación con su amigo no parecía estar en buenos términos. La razón de dicho alejamiento, todavía me era desconocida. Sin embargo no fui capaz de descifrar emoción alguna en el rostro inexpresivo de mi marido. Suho en cambio parecía incómodo. Demasiado, a decir verdad.

Sehun me dirigió donde se encontraba SangHoon para saludarlo, Miyoung apenas vernos se levantó a nuestro encuentro, estrechando a ambos en besos y abrazos, como era costumbre en ella.

—Perdón por hacer que vinieran. —dijo Miyoung, luego se dirigió a Sehun— Hijo, se cuanto trabajo acumulado tienes. Pero Maya ha estado preguntando por Arang desde anoche cuando despertó, aunque no se si sea correcto que...

—No te preocupes mamá —respondio Sehun, interrumpiendo a su madre.

—Puedo pasar a verla —dije en cambio. Era mejor enfrentarla cuanto antes. No iba a estar tranquila hasta no saber lo que quería realmente.

Miyoung pareció dudar, su mirada entonces se dirigió a Suho quien tan solo se notó aún más tenso e incómodo de lo que ya estaba. Después de pensárselo unos segundos asintió, sin desviar la mirada de este y de Sehun, quién también se percató del intercambio de miradas entre su madre y su amigo. Por mi parte decidí no demorar más por lo que me encamine a la habitación donde se encontraba Maya. Deteniendome unos segundos antes de entrar a verle.

La visión ante mi se presentó apenas me adentre en el cuarto, por lo que inconscientemente detuve mis pasos. Maya no estaba sola, Kai se encontraba con ella. Ya veía la razón por la que Miyoung había dudado.

Si bien era consciente que ese encuentro pasaría en cualquier momento, no esperé que fuera tan pronto.

Una sensación desconocida se acentuó en mi estómago, enviando una serie de pequeñas descargas hasta la punta de mis terminaciones nerviosas con fuerza, ocasionando que empuñara mis manos a mis costados ante la escena que no pude evitar mirar con atención. Puesto que Kai acariciaba con lentitud el rostro de Maya. Como si se tratara de una pieza de porcelana delicada, que al tocarla pudiera romperse.