Segunda Oportunidad para el Amor || Sehun

Capítulo 10

"Colapso"

Arang Point of View...

La típica lluvia de pétalos blancos nos acompañó al salir de la iglesia. No pude evitar ver para ese momento las sonrisas de felicidad de mis padres y mis ahora ya suegros, quienes aplaudían junto con las demás personas. Sehun sostenía mi mano, como si temiera a que en algún momento yo fuera a caerme, a pesar de que me había insistido una vez más en que le dijera lo que me estaba pasando, no pude, no fui capaz de hacerlo.

Me ayudo a subir en el auto para dirigirnos al Hotel donde sería la recepción de nuestra boda y donde pasaríamos nuestra primera noche ya como esposos, para a la mañana siguiente partir a nuestra fingida Luna de Miel. Con aplausos fuimos despedidos desde afuera de la iglesia y entonces perdimos a todos de vista. Yo, rogando internamente no volver a ser cuestionada.

Para colmo de mis males, llegamos al hotel en cuestión de minutos. Sehun bajo del auto y lo rodeo para abrir la puerta del copiloto y ayudarme a bajar como todo un caballero, extendió su mano y yo la sostuve, pero entonces se agacho hasta la altura de mi rostro, lo que me sorprendió.

— ¿Qué haces? —pregunte.

—Estamos en esto los dos, lo recuerdas ¿verdad?

Asentí. Claro que lo iba a recordar, siempre lo iba a recordar, pero ¿Qué con eso?

—No me refiero a nuestro trato Arang. No tienes por qué poner esa cara —medio sonrió. ¿Cara? ¿Oh?, había visto cuando fruncí el ceño y probablemente cuando rodé los ojos. —Entiendo que aún no me tengas la confianza suficiente para contarme lo que te está pasando, no te estoy pidiendo que me lo cuentes ahora —su pulgar haciendo leves círculos en mi mano —así que solo te diré esto y espero que lo tengas en cuenta. Cuando ya no puedas soportarlo más, dímelo y nos iremos de aquí. Dime que me lo vas a decir.

—Sí —conteste.

—Entonces... —se puso de pie nuevamente y de nuevo extendió su mano hacia mí. Sonreí y lleve mi mano al encuentro con la de él, para unirlas en el mismo instante, y así, ayudarme a salir del auto.

—Sehun, yo...

—No digas nada —negó con la cabeza, mi vista fija en la unión de nuestras manos.

Lo mire atenta, esperando tal vez una explicación, pero solo tomo de nuevo mi mano con delicadeza y la enlazo en su brazo, yo mecánicamente caminando a la par de él... Fuimos recibidos de igual manera cuando entramos al salón. Mis padres, mis suegros y unos cuantos amigos ya se encontraban ahí.

Fuimos literalmente obligados a hacer lo habitual en una boda. De un momento a otro fuimos al centro de la pista para efectuar nuestro baile de novios, tan dispuestos como lo pedían nuestros invitados, y en ese pequeño momento me olvide un poco de todo. Solo simplemente me deje llevar al compás de la lenta música y de los pasos de Sehun, quien me guio durante los pocos minutos que duró la canción. Lina una de mis amigas junto con Sun que al parecer ya se mostraba contenta, exigían que lanzara el ramo, siendo precisamente la misma Sun la afortunada ganadora. Estaba segura que ella no cometería la misma locura que yo, ella si elegiría con quien compartir su vida.

Sehun parecía disfrutar de la fiesta, y si no era así, sabía aparentar muy bien. Mientras tanto yo no hacia otra cosa más que preguntarme incontenibles veces ¿Cuándo es que todo llegaría a su fin?... estaba bien, incluso podía decir que parecía estar pasándola bien, había grabado en mi mente que lo soportaría hasta el final, pero ya no podía más, sentía que a cada minuto que pasaba caería en cualquier momento. Me estaba asfixiando, todo me estaba asfixiando, el molesto vestido, el tocado, las personas alrededor, todos y todo me estaba asfixiando. Quería gritar y salir corriendo, era una ansiedad y un pánico inexplicable que de repente había nacido en mí. Sehun había dicho que cuando sintiera que ya no podía soportarlo, le dijera y el me sacaría de aquí, pero... ¿Por qué no me atrevía a decírselo?, ¡No, no! No importaba, tenía que salir de allí a como diera lugar, no me importaba ser yo la dichosa anfitriona, no me importaba abandonar a Sehun, en el fondo sabía que él se las arreglaría sin mí. Solo en ese momento necesitaba estar sola.