El hecho de estar en una escuela para niños ricos no lo asustaba, era lo excéntrico y extraño que había oído que pasaba dentro de esa escuela lo que le ponía los pelos de punta.
Estaba acostumbrado a oír noticias sobre cambiaformas o híbridos, vampiros o seres que tenían la posibilidad de realizar cierta magia, entre otros que vivían en otras ciudades, pero en su ciudad natal no había conocido siquiera a uno solo, por lo que a veces se mostraba algo escéptico con respecto a eso. Creía que era todo un gran invento de los medios de comunicación para conseguir más consumidores que los vieran a todas horas, mas otras veces tomaba como normal el hecho de que estuvieran por ahí. Sin embargo, él era un humano como cualquier otro.
Apartada de la gran ciudad en un poco más que en medio de la nada, en un claro en medio del bosque, la mayoría pensaría que no sería tan importante o si la vieran, pensarían que era un sitio abandonado recientemente -tal vez la mansión que, con el tiempo, algún rico olvidó que la tenía-. Aunque claro, nadie va a "un poco más que en medio de la nada" por más pintoresco que sea.
Pero a decir verdad, además del aura gótica que desprendía el lugar, rebosaba de vida en los momentos en que alumnos desde, al parecer, la primaria hasta la universidad, a salían a divertirse o a caminar por los alrededores, como aquellas celebraciones que a veces se solían realizar en una playa no tan alejada de allí, según le habían dicho.
Extrañamente, pensó que todos los grupos de personas iban de a pares a todos lados, incluso vio, que nadie se encontraba completamente solo.
Sus padres y hermanas se habían despedido de él con cariño y bromas -de parte de las últimas-, felicitándolo otra vez por haber conseguido la beca que lo trajo allí y deseándole lo mejor, se marcharon tan rápido como pudieron con la promesa de hablar todas las noches.
Con pesar y refunfuñando por el largo viaje y maldiciéndose por siempre llevar tanto equipaje (pero que a pesar de todo era de vital importancia, según él), tomó sus cosas y con paso cansino se dirigió hacia el establecimiento dispuesto a establecerse de una vez por todas y tal vez recuperar algo de sueño que a causa de los nervios del día anterior, había perdido.
El lugar era increíblemente amplio, y eso que era solo el recibidor, pero podía ver una notable cantidad de pasillos, escaleras y puertas que llevaban en diferentes direcciones. El diseño del lugar contrastaba con lo antiguo y moderno pero lo hacía funcionar otorgándole un gran placer estético.
Tras algunas indicaciones de diferentes personas, logró llegar a la oficina de la directora que lo felicitó por conseguir la beca que lo había traído allí -que según le dijo, era bastante raro- y con paciencia le explicó su cronograma de clases, las instalaciones y su disposición y otras cosas a las cuáles trató de prestar atención, pero para ser sinceros, se estaba durmiendo en esa silla.
Se encaminó a los dormitorios saludando a algunas personas con una sonrisa de plástico en su rostro, haciendo un esfuerzo en tratar de ser amable y posiblemente conseguir algunas amistades en los días venideros aunque le costara ver las caras desde donde se encontraba. Maldita miopía incipiente.
Todos lo caracterizaban como alguien hablador y alegre, pero si en ese momento alguien respiraba demasiado cerca de él, iba a golpearlo con algún bolso que fuera más pesado que él aunque tuviera que volver en sus pasos por esas escaleras infernales. Lo juraba por su actual falso pelo rubio.
-¿Has visto el trasero que se echa el nuevo rubio de allá?- escuchó la voz de alguien a sus espaldas, supo que estaba riendo por como hablaba
-Yah, siento que no tengo forma de competir entonces, no seas tan bocazas- repuso la voz de una chica jocosamente
Se dio la vuelta lentamente preparando su peor cara a la hora de enfrentarse con personas que no podían mantener sus pensamientos dentro de sus mentes.
Sabía que tenía un trasero considerable pero le irritaba de sobre manera que las personas fueran tan idiotas de hacer bromas como si él no pudiera escucharlas ¿¡Nunca habían visto unas buenas nalgas!?-Saben que puedo escucharlos ¿Verdad?- dijo encarando a la pareja. Era un chico alto de mediana estatura de cabello negro y contextura atlética, pero lo que más le llamó la atención fue la muchacha, era menuda y bajita de cabello color miel, pero lo que más resaltaba, era su rostro, parecía una especie de tatuaje, pero daba la impresión de que había nacido con ello, el trazo era demasiado oscuro como para la tinta utilizada en los tatuajes. Unas extrañas marcas surcaban sus mejillas pasando por sobre su nariz, otras en solitario por debajo de sus ojos y otras encima de sus cejas.
Había visto a personas tatuarse todo el rostro, incluso todo el cuerpo y no le molestaba en lo absoluto, pero ver esas extrañas marcas en la piel de la chica lo dejó anonadado y con una sensación de déjà vu.
Ambas personas lo observaron algo culpables y musitaron una pequeña disculpa al pasar por su lado. Se contentó con eso y siguió su camino al dormitorio antes de poder encontrarse con alguien.
Su habitación estaba vacía, gratificantemente vacía. Había una cama más pero no había indicios de que alguien más viviera allí y no había sido avisado de que algún compañero llegaría pronto, por lo que dispuso sus pertenencias como creyó justo. El baño era amplio y disponía además de una pequeño minibar, un escritorio y algunos estantes, además de otros muebles. Incluso las ventanas con unas cortinas blancas tenían una bonita vista y le proporcionarían luz natural durante el día.
Miró su cronograma una y otra vez tratando de memorizarlo, los días parecían que no iban a ser muy duros, o eso esperaba. Tomó una foto de los horarios con el celular, por si acababa perdiéndolo por ahí (lo que seguramente pasaría antes de finalizar el día).
Se incorporaría a las clases el día siguiente, por lo que diligentemente preparó sus cosas con la lentitud de una tortuga con artrosis. Estaba seguro que ni siquiera llegaría a cenar algo porque se quedaría dormido en el piso antes.
Más vale que no dijera nada o su madre lo mataría a la distancia con una súper chancla voladora.
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Realmente ya no me estaba aguantando y quería publicarlo cuanto antes. He aquí el comienzo de un nuevo fanfic que espero sea de su agrado (y el cual espero pueda actualizar seguido, aunque eso sería soñar en grande). Dejenme saber lo que piensan y nos leemos en el próximo capítulo ❤.
Terminado: 20/05/17
Publicado: 06/07/17
ESTÁS LEYENDO
Voodoo Doll
RandomEn una escuela nueva, con nuevas amistades y nuevas cosas, todo puede pasar. Sí, incluso tener un compañero no muy convencional en un lugar que no parecer ser lo que es. Parejas mencionadas: Verkwan, Jicheol, Jihan, Juno