IV

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Seungkwan realmente esperaba que sólo fueran ellos tres y nadie más.

No era que le desagradaran Jihoon y Seungcheol, es más, los consideraba algo más que solo conocidos. Pero no se sentía cómodo hablando de lo que había encontrado en el último piso ante ellos.

Pero a pesar de lo que él hubiera querido, se sentó junto a los demás en el piso donde Jeonghan había colocado unos almohadones para sentarse en círculo, ya que la mesa era sólo para dos personas. Habían ordenado pizza y luego de pagar todo a medias al repartidor, se dispusieron a comer entre charla y charla.

—Y bueno Seungkwan, ¿Nos dirás que viste en tu búsqueda?– preguntó el castaño anfitrión con curiosidad.

—¿Fuiste a... Investigar en la escuela?– preguntó Jihoon algo temeroso.

—¿Qué tiene de malo?– intervino Jun tomando otra rebanada de pizza y pasándosela a Seungcheol que se había quedando estático analizando a Seungkwan.

—Es sólo que... No es bueno andar husmeando por ahí – respondió Jihoon quedo.

—Llegaste a la habitación que está escondida en el último piso ¿Verdad?– preguntó Seungcheol con ojos de halcón.

—Sí, pero no pude ver mucho, había un grupo de personas hablando y parecía que discutían sobre algo... ¿Ya has ido allí? – cuestionó Seungkwan algo cohibido pero curioso por saber más.

—Te diré algo, será mejor que no vuelvas a ir allí arriba, puede ser peligroso si te descubren. Además, no lo comentes con nadie más que nosotros ¿Sí? Aplica también para ustedes dos- advirtió mirando y señalando con el dedo también a Jun y Jeonghan, que se sentían excluidos de la conversación.

A partir de ahí, la cena no fue muy buena. La tensión se instaló en el ambiente y los allí presentes sintieron que habían comido piedras, en vez de pizza. Más de una vez alguno había tratado de sacar a colación temas para aligerar la situación y conocerse más, pero simplemente la noche parecía haberse arruinado.

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Nunca se iba a acostumbrar a levantarse temprano todos los días, simplemente su cuerpo necesitaba quedarse hasta las diez para comenzar a funcionar. Junto con Jun se quejaban acerca de como Jeonghan decía levantarse fresco como una rosa al sonar el despertador y tener tiempo para hacer de todo a la mañana.

Seungkwan no tenía tantas dificultades comparado con Jun entonces, que había que ir a despertarlo entre Jeonghan y él ya que más de una vez se había quedado dormido. Sin embargo, había que admirar la velocidad con la que se preparaba el chino teniendo solo quince minutos, aunque se hubiera colocado la ropa al revés en más de una ocasión.

Fueron juntos a por algo para cenar, encontrándose como de costumbre con Jihoon y Seungcheol, el último tratando por todos los medios de que el más bajo se dejara abrazar, ganándose un golpe en las manos o un pisotón en cada oportunidad.

Se dirigieron a los pasillos y cada uno se separó para ir a buscar los materiales debidos. Al sonar el timbre que indicaba el inicio de clases, los tres novatos se dirigieron a su respectivo salón.

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Luego de comenzada la clase, Seungkwan se dispuso a mirar por la ventana. La clase le estaba resultando increíblemente aburrida, y además, la gran espalda y cabezota de Jun le tapaba casi toda la pizarra, había sido una mala idea sentarse detrás de él.

Alcanzó a escuchar que a partir del próximo trimestre, tendrían algunas nuevas asignaturas y dejarían otras y que además, comenzarían a tener cada uno sus propios compañeros.

Voodoo DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora