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La clase de Talismanes en la siguiente semana no había sido tan aburrida como habían pensado, sólo la parte en la que les explicaron cientos de cosas que nadie recordaría en los próximos dos minutos. Pero la parte práctica había sido divertida, excepto por la parte en la que unos chicos hicieron explotar algo (seguían sin saber como).

Todos disponían de varias tablillas donde tallar runas,  cordones encerados, un papel con referencias y algunas pequeñas cuentas de piedras semipreciosas y cristales que parecían emitir luz cuyos colores variaban de su función. Supuestamente, tenían que intentar hacer un amuleto para su compañero que podía ser protector o de otro tipo (como uno elemental si tenían un compañero mago o de cambio para aquellos con compañeros cambiaformas).

A Seungkwan le recordó cuando de pequeño jugaba con sus hermanas a hacer bijouterie con diferentes mostacillas que su madre compraba a veces. Solía ser divertido, excepto cuando sus hermanas no le prestaban las que tenían brillos y ahora que lo pensaba, hacía mucho que no podía hablar con su familia, cada vez que llamaba el contestador le decía que estaba fuera del área de servicio.

Pensó en hacer el collar de Hansol a partir de cuentas rojas o de algún cristal de ese color, para potenciar su magia aunque no lo creía tan necesario y posiblemente, algo que pudiera mejorar su relación. Según había entendido, el cuarzo rosa era bueno para estrechar relaciones y para el amor.

No sabía mucho de runas -se había quedado dormido en los minutos que la explicaron- por lo que buscó una simple de tallar, dando con la runa de wunjo o wynn* para poder procurar la felicidad de Hansol. No se lo contaría a nadie, ya que probablemente Hansol lo mataría pero durante las noches que compartieron juntos había sido espectador de como este padecía de terrores nocturnos.

Más de una vez se había despertado con temor en la noche debido a los fuertes murmullos o la respiración agitada de Hansol, siempre encontrándolo bañado en sudor, con el ceño fruncido, los labios vueltos una fina línea y apretando las sábanas con los puños al rojo vivo (razón por la cual había dejado un matafuego cerca de su cama). Sin embargo, despertarlo de sus pesadillas era una tarea imposible de cumplir, simplemente sus ojos no se abrirían no importara qué hiciera o cuanto lo deseara. Por lo que a veces se quedaba a su lado sentado en su cama mientras acariciaba sus húmedos cabellos y rostro con suavidad y cantaba una suave canción de cuna cerca de su oído para calmar un poco su inconsciente.

Funcionaba en varias oportunidades pero eso no quitaba que se tuviera que despertar a tranquilizarlo un mínimo de dos veces por noche, causando estragos en su propio sueño y unas para nada agradables ojeras. Hansol nunca le contaba de que iban sus sueños a pesar de que insistiera en que le contara como el mejor, eso parecía que solo provocaba que se cerrara más; tampoco recibió un gracias por cada vez que le había dicho que había intentado ayudarlo mientras dormía, pero los ojos del mago se volvían más amables cuando se lo decía.

Por ello mismo quería hacer un collar con esa runa tan especial pero simple, así que agarró una tablilla y con cuidado trató de tallarla lo mejor posible, haciendo un agujero en la parte de arriba para ponerlo en el collar. Hacer el resto no fue tan difícil, utilizó dos cristales de color rojo y dos cuentas de cuarzo rosado dejándolas del siguiente modo: cuenta-cristal-tablilla-cristal-cuenta.

A último momento, decidió agregar dos cuentas de cornalina cerca de las terminaciones del collar, dejándolas fijas en su lugar con dos nudos de cada lado. Supuestamente, debería eliminar los miedos.

Utilizó un largo tramo de cordón encerado para que el collar llegara aproximadamente hasta la mitad del pecho y fuera fácilmente ocultable debajo de la ropa. Miró a su alrededor y la mayoría seguía haciendo el amuleto, algunos hacían pulseras, tobilleras y, los que eran buenos con los nudos y no buscaban cargar mucho el talismán con otras cosas, se daban el lujo de hacer anillos compuestos solo por cuentas.

Voodoo DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora