XIV

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-¿¡Que hizo qué!?- los increpó un Jihoon enrojecido por la furia y la tristeza que comenzaba a acumularsele poco a poco. Una lágrima se escapó y se la apartó enseguida, no era momento para llorar, no frente a todos sus amigos.

-Él fue a buscar a Jisoo y Hansol, y no volvió - explicó Jeonghan por quién sabía qué vez en aquella tarde.

-Estoy demasiado seguro de que esos fueron los ruidos que escuchamos ¿Recuerdas? Se oyó como un forcejeo - le rememoró Hansol a Jisoo.

-¿Y ahora qué vamos a hacer?- quiso saber un decaído Chan.

-¿Pudieron al menos sacar algo de información? Todo esto no pudo haber sido en vano - dijo Seungkwan mientras buscaba reconfortar a su compañero acariciándole el brazo.

Jisoo fue pasando su celular entre sus amigos que se habían sentado en ronda, para que vieran las fotos que había tomado de los expedientes a la vez que Hansol contaba lo que había hallado en la computadora (que no era mucho).

-Encontré un e-mail en la papelera de uno de los trabajadores. Decía que el próximo cargamento saldría dentro de dos semanas, durante la tarde, el 31 de octubre... Y estoy teniendo una idea muy alocada - dijo Hansol sonriendo con perspicacia, como si hubiera tenido la mejor de las ocurrencias.

-Dijiste que nos traen en un camión ¿Verdad? - se cercioró Chan y ante el asentimiento del pelinaranja y ver como su sonrisa se ensanchaba, continuó. - Y estabas pensando robar el camión ¿Verdad? ¿Y luego conducir a toda velocidad hasta la ciudad mientras nos persiguen?

-En realidad... Pensaba escabullirnos y liberar a todos y hacer una especie de revolución, pero supongo que eso sirve también -

-Sinceramente no sé cuál de los dos está más loco - se desinfló Jun al lado de Jeonghan, sobándose las sienes debido a la migraña que parecía estar por aparecer. Al ver esto, Chan fue hasta donde estaba y coloco la palma sobre la frente ajena, como si tomara la fiebre y, haciendo uso de su magia, el dolor de cabeza de Jun se fue luego de que una leve luz verde surgiera de la mano del mago.

Sí, de alguna forma Chan se había transformado en el médico del grupo, y solía ahorrarles varias aspirinas.

-Hey, Jihoon - llamó Seungkwan la atención del rubio, que había estado observando desanimado el mismo punto en la pared desde hacía varios minutos. -Lo encontraremos, descuida - prometió palmándole la rodilla.

❇❇❇❇❇

Seungcheol no apareció al día siguiente, ni al día posterior y Jihoon se encontraba de tan pésimo ánimo que ni siquiera concurrió a clases por tres días. Fue forzado a ir el cuarto día debido a que Hansol le dijo que no debería llamar la atención, pero en cuanto el pelinaranja lo dejó para irse a su salón junto a Seungkwan, aprovechó para saltarse clases y volver a la soledad de su habitación.

Pero a veces, cuando se sentía un poco más recompuesto de su "hora triste" decidía ir hasta las canchas, cerca de la puerta para intentar escuchar algo pero estaba muy lejos de, siquiera, la primera habitación que hacía de recibidor, por lo que no podía escuchar nada realmente. O también pensaba en cómo podía llegar a hacer algo de provecho en esta situación.

Aunque él no era el único que sufría por la ausencia del cambiaformas. Todos en el grupo lo extrañaban y también a Jihoon, que ya casi no pasaba ratos con ellos (y lo entendían) por lo cual, los ánimos solían estar por los suelos.

–¿Ya escuchaste el rumor? ¡Dicen que harán una gran fiesta de disfraces por Halloween! – oyeron como una chica exclamaba mientras hablaba con sus amigos en el salón, el profesor había faltado y tenían hora libre.

Voodoo DollDonde viven las historias. Descúbrelo ahora