VI

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Yuuri pasó los días antes de su viaje arreglando pequeños tramites que tenían que ver con su visa y pasaporte, era la primera vez que viajaba a Rusia, pero no la primera que viajaba al extranjero así que solo debía hacer unas renovaciones de ultimo momento. Con el trabajo no tuvo problemas, si bien no les dijo a sus superiores del motivo de su ausencia ya era tiempo que se tomara unas vacaciones que venia acumulando de días feriados y que decidió trabajar igual, su jefa Yuuko se mostró un poco mas insistente con las preguntas pero Yuuri se las arreglo bastante bien como para sonar convincente y tuvo que enfermar a un familiar que ni siquiera tenia para zanjar el cuestionario, estuvo a punto de matarlo si la situación lo ameritaba.

Tuvo que hablar con su casero, un anciano un tanto malhumorado por la edad pero muy educado y respetuoso si lo llegabas a conocer lo suficiente como Yuuri, para aclararle que solo se iba a ir unas semanas y que necesitaría que hagan mantenimiento y limpieza solo una vez en su ausencia. El señor Toshida acepto sin problema alguno y Yuri pago su mes de renta por adelantado, con intereses por las molestias y al contado.

Yuuri no solía charlar mucho con sus compañeros de residencia, solo sabia que eran cinco y dos de ellos eran una pareja de ancianos que a veces lo confundían con su hijo y el tercero era un hombre de unos cuarenta años que vio de espaldas una vez, era de espalda ancha y tenia el cabello largo y abundante.

El Sr. Toshida siempre le hacia la misma pregunta cada vez lo veía salir a trabajar por las mañanas; "No te cansas de alquilar en una residencia tan aburrida como la mía?" y Yuuri con una sonrisa sincera le contestaba las mismas palabras cada vez; " me gustan las residencias lúgubres y aburridas y la suya es las mas lúgubre y aburrida que encontré". El viejo soltaba una carcajada ronca y golpeaba su pierna, divertido haciendo que la ceniza de su cigarro saliera disparada. El señor Toshida era lo mas cercano a una figura paterna que Yuuri conocía y le encantaba hacerlo reír con tonterías como esa, su casero era un hombre que tuvo la desgracia de quedarse viudo a temprana edad, se había casado con el amor de su vida y el destino fue tan cruel que Yuuri piensa que diez años de matrimonio para el anciano , no fueron nada, tuvo un hijo que falleció a los 15 años al igual que su amada esposa en un accidente de autos en el que él manejaba y un mal nacido borracho ,los embistió una noche.

Es tan tristemente irónico que una persona que tenia tanto amor a su alrededor se le fuera arrebatado de esa forma. A veces Yuuri tenia la mala suerte de escucharlo llorar luego de una noche de intensa borrachera y desde la primera vez que el anciano lloro frente a el se tomó muy a pecho el quedarse con el y cuidarlo. 

Muchas veces se ofreció a comprarle el departamento y así hacerse cargo del mantenimiento el mismo, pero en anciano lo rechazaba alegando que le gustaba encargarse de la administración de su residencia , le ayudaba a mantener la mente ocupada de otras cosas. Cosas Yuri sabia muy bien cuales eran y lograban que dejara de insistir con la compra "además tienes que buscarte un mejor lugar" esa frase zanjaba la conversación.

-Cuídate muchacho, espero que disfrutes el viaje-

-Gracias Toshi-san-

-Quiero que me traigas un regalo, aparte del vodka- en anciano río y Yuuri se permitió sonreír, fue una despedida rara, de esas que se dan entre un padre y su hijo que se va de vacaciones.

-El trafico de mujeres es ilegal Toshi-san...-el anciano río mas fuerte-...de acuerdo, veré que consigo-

-Sorpréndeme!-

Ya en el avión y con el permiso de volver a utilizar los celulares, Yuuri se dispuso a escuchar música, como lo hacia cada vez que salía de su casa, no le gustaba el sonido de la calle y aunque el avión era silencioso se ponía un poco nervioso al viajar, no porque tuviera miedo, pero su estomago se comportaba de una forma extraña cada vez que lo hacia y la música ayudaba a distraerlo. Su celular estaba ocupado en su mayoría por música, se molesto en comprar uno con la memoria mas grande que encontró y a pesar que tuvo que pagar mas de que creía que valía la pena, estuvo mas que satisfecho con su Iphone de 64 G.

Polaroid [Victuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora