Capítulo 7

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Capítulo 7

ARES

- Dios hermano, no tienes nada mejor que hacer? - Dijo Matías.

    ⁃No - Respondí cansado mientras me sentaba en unas de las mesas del centro comercial.

Me encontraba con Matías, mi amigo, el único en el que podía confiar. Salimos a comprar un traje para esta noche. Orden de mi madre, un fastidio.

    ⁃Ares, escúchame. No tienes el porque para hace esto, la muchacha es joven y solo quiere trabajar y tú fastidiando por lo de aquella vez en la heladería! - dijo regañándome. Rodé los ojos, estaba molestando mucho - Estoy hablando en serio Ares, no quiero que pase lo mismo de Judith.

Al solo escuchar su nombre sentí un dolor en mi pecho. Mi expresión cambio de una sin preocupaciones a una seria y molesta.

    ⁃¿Por que todos me dicen lo mismo? Mamá, Clara... Tú!!! ¿Será que no puedo divertirme un rato molestando a alguien? Todos me tienen que recordar lo que pasó con... - tome un pausa - con Judith. ¿No pueden dejarme en paz con eso? Eso es pasado. Déjenme vivir. Esto es lo que querían, que lo supere ¿No? Pues lo estoy haciendo. - dije molesto.

    ⁃Esta bien, haz lo que se te antoje.

Suspiré fuerte mientras el cambiaba de tema. Nos pasamos la tarde hablando y comiendo. Yo sooo pensaba en como lo haría la vida imposible Athena esta noche. No se, la chica es buena de molestar, se enoja rápido. Es divertido verla así.

Llegue a casa tratando de no toparme con mi madre ni con nadie y caminé hacia mi habitación.

Entré y inmediatamente me recosté de la cama, estoy exhausto y no se por qué.

Mire a mi derecha encontrándome con la foto mía y de Judith. La tome y me quede admirando la foto. Era hermosa, la amaba y nunca pude decírselo. El recuerdo de esta foto llegó a mi mente.

2 años atrás...

Corría de un lado a otro tratando de alcanzarla, era rápida. Solo veía su cabello como el fuego moviéndose mientras corría detrás de ella. Era una de sus cualidades que más me gustaban, además de su inocente personalidad. Era como tener el tesoro más grande del universo, sabía que no podía encontrar a nadie como ella.

Logré alcanzarla tomándola por la cintura y caímos al gran césped de la parte trasera de mi casa. Reímos hasta más no poder.

    Ares - me llamó con su dulce voz.

La mire a esas dos gemas color esmeralda, Dios es hermosa.

    Si? - Dije mientras quitaba su pelo de su cara. Nos encontramos acostados encima del césped mirando el cielo azul del verano.

    ¿Me quieres? - Preguntó en tono triste. Se me congeló el corazón.

¿Qué le digo? La quiero, si, pero mi padre me prohibió estar con ella y hará todo lo posible de sacar a Judith de la casa. No a podido por qué mi madre no se lo permite. Tenemos muy poco personal de limpieza y Judith era una de ellas. Odiaba que le hubiera conocido así, pero hubiera sido lo mismo, ella es de una clase muy pobre y mi padre no me permite estar con esas personas. Pero me vale mierda lo que diga el, quiero estar con ella.

    Si, te quiero Judith - Dije dándole mi mejor sonrisa.

    Es bueno escuchar eso - dijo sonriendo también - ¿Nos tomamos una foto? - dijo entusiasta.

Differents Worlds © (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora