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Cuando salgo junto a Mats, escucho a Thorben llamarme. Me dice que me presente en la recepción del hotel para que me asignen la habitación. Así lo hago y quince minutos después lanzo las maletas a una esquina del enorme baño de la preciosa suite con ventanales enormes. Huele a la la lujo. Me siento como si fuera la reina de Holanda llegando de una ceremonia oficial.

Me lanzo sobre un fino sillón azabache, tomo el móvil y aprovecho para agradecerle a mi maravilloso jefe por darme aquella tremenda suite. Últimamente ha estado demasiado bondadoso, me pregunto que se traerá entre manos...

Al enviar el mensaje, dejo el móvil a un lado y cierro los ojos. Ha sido un viaje agotador y necesito descansar antes de la reunión con los médicos de Hannover.

El silencio me envuelve y mi cuerpo agradece aquella paz. Pero de pronto la conversación con Mats se cuela en mis pensamientos...

Una oleada de ansiedad me llena el pecho y soy consciente de que debo cumplir lo que le he prometido a Mats. Ya no puedo estar más encerrada en mi misma. No puedo porque si sigo así, es un hecho que me voy a volver más loca de lo que estoy.

Tomo mi móvil y me levanto del sofá como si me hubieran pateado el culo. De inmediato, busco el número de Marco...

Si, lo acepto. Me dí la ardua tarea de buscar aquel viejo papel con su número la última vez que limpié mi auto... ¡No resistí la tentación!. Pero eso si, lo guardé hasta que me fuera realmente útil sin que él ni nadie se diera cuenta.

El corazón me late desbocado, camino de un lado a otro en la elegante sala y decido al fin darle al botón de llamar. Tengo que hacer esto yo misma... No puedo esperar toda la vida que él tenga la iniciativa, ¿no?
Soy todo menos una princesita mimada que espera a que todo le caiga del cielo. ¡De eso, nada!

El teléfono suena una, dos, tres veces y mi paciencia se empieza a acabar. Dios sabrá la locura que estoy haciendo.

Cuando estoy a punto de darle al rojo, ¡bang! Su preciosa voz resuena como un trueno a través del auricular.

-Reus

Se identifica con un tono lleno de seriedad que lo que hace es ponerme más nerviosa. Me alejo el celular un poco para tomar un poco de aire antes de hablar.

-Marco, necesito hablar contigo. Hoy. -hago un esfuerzo por decir aquello en tono suave. No quiero sacar la voz de bruja mala con la que normalmente le hablo. ¡Pobrecito!

Se queda en silencio, tal vez tratando de adivinar quien le habla. Cuando pienso que no va a hablar nunca, dice:

-Que sensual se escucha tu voz por teléfono... ¿A que se debe este honor?

Exhalo aliviada y sin hacerlo esperar demasiado, contesto directo al grano:

-Necesito que hablemos. Supongo que ya sabes sobre qué. Ven a mi suite a las 7. -digo manteniendo lo más posible el autocontrol. Solo yo sé lo nerviosa que estoy. Quiero gritar. Salir al balcón y gritar a todo Hannover que me estoy volviendo loca por un puñetero rubio.

-Estaré ahí, cielo. -murmura Marco desde la otra linea. Yo asiento y me despido de él con un simple "Te espero."

Tras colgar, decido salirme al balcón, pero no para gritar, sino para tratar de despejar mi mente y meditar qué narices le voy a decir a Reus ésta noche.

A los pocos minutos de no lograr calmar mi mente, recuerdo que no he comido nada y ya casi es la hora de la reunión. Sin más, salgo de la habitación y bajo al restaurante. Como algo rápido y justo al terminar, me llaman para decirme que el autobús nos espera en la entrada.

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⏰ Última actualización: Jul 04, 2017 ⏰

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Invierno (Marco Reus Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora