Capítulo 4

28 7 0
                                    


Al llegar invertimos nuestras vagas energías en quitarnos el maquillaje y ponernos un pijama para tener un amanecer decente, pese a esto, nuestras ojeras y rostros pálidos al día siguiente nos delataban, había sido una noche larga. Las tres nos encontrábamos en la habitación de Becka, estiradas en la única cama que tenía el espacio suficiente para las tres. Improvisados sándwiches y unos vasos de helado dispuestos en el cobertor verde fueron lo preparado para almorzar y reponer las energías perdidas en una noche de juerga.

— Ri, gracias por preparar estos emparedados, pero te sigo odiando — Ashley masticaba su emparedado de aguacate y jamón, mientras sus ojos miraban en mi dirección. Sabía lo que le había molestado y digamos que era la que tenía el peor genio de todas.

— Yo no te odio Ri, la verdad es que no escuché nada — añadió Becka.

— Eso es porque tienes el sueño más pesado del mundo. Literalmente escuché sonar el teléfono al menos unas 7 veces. — gruñó Ash.

Mientras mis amigas debatían entre quien había escuchado más y menos el teléfono, masticaba mi sándwich ignorando la realidad, yo también lo había escuchado, sólo que lo había dejado sonar, mi familia tenía un ringtone especial, mis amigas otro y los del trabajo otro más. Cualquiera que no fuese mi contacto sonaba de esa forma, y tenía una idea muy clara de quién podría haberlo hecho insistentemente.

Becka miró en mi dirección, a veces olvidaba que su aire autoritario aparecía de la nada opacando su sensibilidad, esta notó como me había distraído de su intensa conversación y no dudo en aplicarlo. Era la hora de las preguntas — Riley Thomas. ¿Quién te llamó?

— No lo sé, no he mirado el teléfono — mi móvil se encontraba tirado en el piso de la habitación, apenas le había echado un vistazo cuando las largas piernas de Becka saltaron de un extremo a otro para tomarlo.

En un intento imposible de tomar el teléfono Becka fue la vencedora.

— Número desconocido Ri.

Tomé el teléfono haciéndole parecer un fingido disgusto, ya era costumbre que Becka fuese la más entrometida de las tres.

— Mierda, conozco este número — apoyé mi cabeza en el respaldo y di un par de respiros — Es John otra vez.

— Creo que no entendió el mensaje — añadió Becka con una gran cucharada de helado entrando apenas por su boca.

— Es obvio que no ha entendido el mensaje. Riley sólo lo bloqueo, no le dijo nada. Podría hasta pensar que está enferma, ocupada, muerta. – Ashley habló con bastante disgusto, me sorprendí por un momento, pero luego recordé su propia historia. Si odié tanto tiempo a Jeff por lo que le había hecho, debía ser directa y sincera. Bueno, quizás no tan directa y no tan sincera, pero hacer algo al respecto al menos.

Con sólo una mirada de resignación que apareció en mi cara, Ashley entendió que había captado el mensaje, tomé el móvil y comencé a tipear las palabras necesarias con ayuda de las chicas.

"Lo siento John, no sabía cómo decirte esto, pero creo que no estoy lista para seguir conociéndote ni entrar en una relación, aún no. Conoces mi historia con Brad. Espero que me entiendas. Preferiría que respetaras él no mantener contacto alguno por el momento." — me encantaría escribir "siempre" en vez de "momento", pensé.

— Está bien Ri, envíalo, disculpa si me molesté, es sólo que sabes... no le hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti. Jamás aprobaría una relación tuya con ese narco, pero, esa es la forma o algo parecido a terminar una relación. No te olvides de que eso es lo que estás haciendo, podría pensar que lo estas ignorando para ir con la policía — Ashley me daba una dulce sonrisa desde el otro extremo.

Las decisiones de Riley [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora