Capítulo 23

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Al llegar, el pequeño Toby se encontraba inserto en el basurero de la cocina extrayendo una que otra porquería. Divertidos nos acercamos al cachorro regañándolo como si fuera un hijo. Tan sólo realizar aquella acción encendió las luces del futuro, los pensamientos de ver a Charlie como el padre de mis hijos me estremecieron, realmente le quería y mucho, pero no era momento para estar pensando ese tipo de cosas.

Un pequeño grito de ahogo en el interior me atemorizó, de todas formas, dadas todas las circunstancias, era demasiado pronto; aún faltaba pulir ciertas cosas, la falta de experiencia se hacia notar.

Insistió en que merecíamos una siesta, una que dude en establecer debido a la pronta reunión que comenzaría unas horas más tarde en casa, no era precisamente un desastre aquel departamento, pero ser tan espontáneos no era parte del panorama. Unos segundos y su apaciguadora voz en el oído revelaron la solución, una altamente inadecuada, pero para él, de seguro bastante habitual.

«Hay una chica que realiza pequeños banquetes, le pedí que se encargará de todo. Sólo debemos ordenar un poco cuando lleguen las cosas y eso será una hora antes. Ahora duerme Ri»

Arrumada en sus brazos y aún presa de la adrenalina comencé a pensar una y otra vez. Recordaba la práctica de tiro, luego pensaba en Charlie y su delicioso cuerpo, pero más tarde, comencé a pensar en su realidad, era un chico que definitivamente no ostentaba de los lujos con los que aparentemente creció, pero sin duda sabía cuándo sacar una carta bajo la manga. Me agradaba, y creo que mucho más que eso, los sentimientos iban creciendo cada día con más fuerza. Con la nueva revelación acaricié su tranquila mejilla que se llenaba de vez en cuando con un poco de aire, no lograba dimensionar lo poco que demoró el destino en jugar sus cartas, su rostro ya no me era ajeno, jamás lo volvería a ser.

— Mierda — dijimos al unísono. El timbre resonó y las pequeñas garritas de Toby rasgaban la puerta principal.

— Debe ser Linda y Hopper, le avisé al conserje que los dejara subir — Charlie con el torso desnudo mostrando su sexy tatuaje, fue al recibidor.

Con un poco más de lentitud me incorporé, había botellas de vino y un par de otros bebestibles, bandejas con todo tipo de canapés, pizzas y sándwiches. Cada alimento parecía darle de comer a todo un regimiento. ¿Quiénes más vendrían? ¡Por Dios!

— Wow Charlie, esto es mucho — resoplé a medida que ordenaba la habitación y la cocina americana para disponer todo el alimento proporcionado por Linda y Hopper — Cambiemos los canapés a estos platos.

— Está bien Ri — decía el rubio sin oposición — Hay algo que no te mencioné, así Daniel no arruinaba toda la sorpresa. Hoy vienen mis padres, y Vivian con su marido, por supuesto los niños, también se unirá mi hermano Travis.

Paralizada escuchaba las palabras del rubio, de un momento a otro resultaba que conocería a su familia, pero completa, la cual por supuesto no tenía idea absoluta del proceso en que nos encontrábamos viviendo. Además, cómo lograríamos explicar el poco tiempo juntos y la situación en la que ya compartíamos el piso. Era mucha información para lidiar y entregar. Finalicé la lista de preocupaciones observando mi desarmado outfit y el poco tiempo que teníamos para realizar algo con ello. Sólo esperaba que la familia de Charlie Larson fuese lo suficientemente moderna para aceptarlo, era pronto, muy pronto. No podía dejar de pensar en que quizás era Christian Grey en versión rubia, sin la primera parte de toda la historia claro.

— Oh Dios Mío Charlie. ¿Y tú Nanny viene también? — negó con la cabeza, apenas susurró que no podría tener el honor de venir — Ok, ok. Respiraré, un dos tres cálmate.

Las decisiones de Riley [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora